Sofìa Oyarzún.- Cuando la colombiana Rosario Vargas llegó a Estados Unidos en 1982, encontró un serio vacío en la representación cultural de la comunidad latina, lo que la llevó a reimaginar su pasión por el teatro en una ciudad desconocida.
'Aguijón Theater': Treinta y cinco años pinchando la conciencia de Chicago
Durante los últimos 35 años, Rosario Vargas ha trabajado incansablemente estableciendo los cimientos del teatro en español en nuestra ciudad, convirtiendo a Aguijón en una de las organizaciones teatrales más importantes de su tipo en el país.

El amor por las artes escénicas de la fundadora y codirectora artística de Aguijón Theater se remonta a su niñez en Bogotá, Colombia, donde tomaba clases de teatro y baile. Esa pasión la condujo a convertirse en profesora en la Escuela de Bellas Artes en Cartagena. Cuando la escuela cerró por razones políticas, decidió fundar una compañía a la que nombró Aguijón. Al mudarse a Chicago y ser testigo de la falta de teatro en español, en 1989 apostó por recrear ese sueño.
Durante los últimos 35 años, Vargas ha trabajado incansablemente estableciendo los cimientos del teatro en español en nuestra ciudad, convirtiendo a Aguijón en una de las organizaciones teatrales más importantes de su tipo en el país.
Después de haber sido invitada a dirigir por la compañía Latino Chicago, sintió el llamado a “contar” las historias latinas en su propia lengua.
“Fue una necesidad mía”, dijo ella, “expresar mi arte en mi propio idioma. En ese tiempo, pues, no había tantos actores que hablaran español, sino que todo el teatro se hacía en inglés, aunque fuera [de] latinos”.
Como su nombre indica, Aguijón refleja su deseo de “estimular y pinchar la conciencia social de la audiencia”, con conceptos políticos y sociales que “no son muy convencionales”, según Vargas. Enfrentando barreras y estereotipos en una época sin redes sociales, ni mayor exposición a la cultura latina, su pasión por estimular la discusión sobre problemas sociales se mantuvo firme.
“Hablar español ya es algo político”, dijo Vargas. “Siempre tiene una crítica; hay algo que deja al espectador pensando, cuestionando”.
Con una amplia variedad de estilos y géneros, Aguijón ha abordado temas que cuestionan la justicia social y la desigualdad al presentar, durante las pasadas tres décadas y media, cerca de 200 producciones que incluyen obras, monólogos, conciertos de música, poesía y danza, coloquios, recitales, lecturas dramatizadas, talleres, exposiciones, mesas redondas y tertulias.
El sueño del teatro propio
Vargas recuerda un momento definitivo en la historia de la compañía: el establecimiento de su propio espacio, después de operar durante 10 años como un teatro itinerante con sede en el Truman College, en el barrio de Uptown.
Tras hipotecar su casa en la primavera de 1999, Vargas y su esposo Augusto Yanacopulos— cofundador y escenógrafo de la compañía— compraron un edificio y lo transformaron en una sala íntima de 65 butacas ubicada en el 2707 N. Laramie Ave., en Belmont Cragin. Fue un paso que Vargas describió como “necesario” y que Yanacopulos consideró esencial para otorgarles una amplia libertad “para crear lo que uno quiera” además de otras oportunidades de conexión con la comunidad.
Con la meta de compartir la apreciación y celebración de las artes latinas con los jóvenes, e inspirarlos a superar las barreras lingüísticas y culturales, el programa de After School Matters, “Nuestra Cultura” se estableció en 2007.
La multiculturalidad del elenco
Nacida en Pogradec, Albania, Kris Tori llegó a Chicago a los 10 años y desarrolló rápidamente una curiosidad por aprender español, alcanzando un nuevo nivel al unirse al programa “Nuestra Cultura” a los 17 años mientras estudiaba en el colegio. “Sabía que después de la secundaria, quería perseguir una carrera en las artes. Y resultó que Aguijón tenía este programa increíble. Fue muy divertido”, dijo Tori, quien sigue participando en diversas producciones de la compañía. “Aguijón siempre ha realizado obras muy poderosas e importantes. Nos hemos conocido por muchos años, así que es como si fuéramos una gran familia”.
Tori es la segunda actriz de Aguijón en recibir un Jeff Award, el reconocimiento más importante para artistas y compañías teatrales de Chicago, otorgado este año por su actuación en “North & Sur” con Water People Theater. Sin embargo, fue Ana Santos, quien se unió a Aguijón en 2014 quien ganó, en 2023, el primer Jeff otorgado a una producción en español en la historia de estos premios por su rol protagónico en “La gran tirana”, inspirada en la vida de la cantante puertorriqueña, La Lupe.
Santos expresó que recibir el premio la “llena de orgullo”. “Sé que para la compañía, este premio representa satisfacción y el reconocimiento al arduo trabajo que se ha hecho por 35 años en llevar a cabo obras teatrales en español y de calidad”, dijo, atribuyendo a Aguijón el lugar que le permitió crecer hasta alcanzar tal logro. “Aguijón me ha dado un espacio creativo donde me he podido desarrollar como persona y artista”.
La actriz agrega su herencia puertorriqueña al diverso elenco de Aguijón que incluye artistas de Colombia, México, Puerto Rico, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, República Dominicana y los Estados Unidos.
Stefanie Jara se unió a la compañía en 2014, poco después de llegar a Estados Unidos desde Ecuador. En busca de un espacio donde actuar en su lengua materna, acudió a una audición para la obra “La Chunga”. “Ellos necesitaban un personaje para un understudy”, dijo Jara. “Yo llamé, porque necesitaba, yo, teatro en español, porque no sabía nada de inglés”.
Jara, quien actualmente cursa su último año en arquitectura de interiores en Columbia College Chicago, confiesa que ha encontrado en Aguijón Theater su “casa teatral” al ser parte de ese espacio donde tanto se aprende.
Oliver Aldape, actor mexicano, se unió a Aguijón en 2008 y, además de ser miembro del elenco, pertenece a la junta directiva. Mientras estudiaba teatro en Columbia College, descubrió Aguijón, encontrando una comunidad de actores que valoran las especialidades de cada uno. “Aprendemos algo diferente”, dijo Aldape, quien es gerente en una compañía local de talentos. “En especial cuando se hacen trabajos nuevos, cuando uno descubre nuevas posibilidades. Aprendemos uno del otro, de lo que se puede tomar de cada artista”.
Marcela Muñoz creció en el mundo del teatro. Única hija de Rosario Vargas, Muñoz es codirectora artística y directora ejecutiva de Aguijón. Ella comparte el testimonio de Aldape, que cada individuo contribuye a la gran sinergia del equipo.
“Lo especial es la manera en que podemos trabajar con el elenco”, dijo Muñoz, quien empezó como actriz y más tarde pasó a la dirección. “Los dos me gustan muchísimo. Como directora, estás viendo el proceso desde afuera, globalmente... y eres responsable de todo, la visión del espectáculo, el trabajo con los actores, diseñadores... Cuando eres actor, te encargas de tu personaje exclusivamente, de crear un mundo detrás de ese personaje que quepa en la visión del director”, expresó Muñoz, quien hasta la fecha ha dirigido 21 obras para la compañía.
“Ha ido creciendo y se ha convertido, en realidad, en el teatro en español, que no solamente es el más antiguo, sino también donde se entrenan actores, que después trabajan con otras compañías”, expresó.
Un laboratorio permanente
La integrante del elenco de Teatro Vista Charín Álvarez interpretó a “Magdalena” en “La Casa de Bernarda Alba” de García Lorca en 2002 a Aguijón. Esta producción, que marcó el debut de Muñoz como directora en Aguijón, se presentó en giras internacionales en Cusco, Perú en 2004, y en Buenos Aires, Argentina en 2005. Veinte años después, Álvarez recuerda la experiencia.
“La obra tuvo un impacto significativo en la audiencia y la sociedad por los temas de represión, autoritarismo de la mujer”, dijo ella. Pero el poder no sólo estaba en la obra. “Como una de las pocas compañías teatrales que produce consistentemente obras en español y bilingües, Aguijón Theater ha sido pionera en abrir espacios para el teatro hispano en el país”.
En 2004 Miranda Gonzalez, actual directora de Urban Theater, trabajó con Aguijón en “Bodas de Sangre”, otra obra de García Lorca, que generó un diálogo sobre el “rol del patriarcado, en la opresión de la mujer”, dijo Gonzalez. “Aguijón es un legado del teatro en español”, añadió. “Ponen a la comunidad en el centro de su misión y sirven a un barrio que anhela obras que reflejen sus identidades”. Así como ellas, otros reconocidos artistas como Iván Vega, Tanya Saracho, Karla Galván, han hecho escala en Aguijón en algún momento de sus carreras. El trabajo de Aguijón “ha influido en otras compañías y ha ayudado a establecer un mayor reconocimiento y apreciación del teatro en español”, acotó Álvarez.
Aguijón ha participado en festivales internacionales, como los organizados anualmente por Goodman Theater entre 2003 y 2008 y en cada edición de “Destinos”, el Festival Internacional de Teatro Latino de Chicago que se inició en 2017. Además, ha llevado su trabajo a escenarios en Perú, Argentina, Colombia y recientemente a República Dominicana, donde la obra “Cintas de Seda” le valió a Rosario Vargas una nominación a mejor intérprete por los Premios Jeff.
Hacia el futuro
Para Sándor Menéndez, quién ingresó a Aguijón en el 2010, este es un “punto de referencia”, del teatro latino. “Es un grupo que se reinventa cada vez, persistente, agudo en sus temporadas”, dijo Menéndez. “Tiene un trabajo de repertorio, pero también se compromete con las nuevas tendencias y eso no lo deja apagarse”.
Graduado del Instituto Superior de Arte de La Habana, fue miembro del Teatro Buendía de Cuba, participando en festivales internacionales en Latinoamérica y Europa. Desde que empezó a dirigir en Aguijón, ha desarrollado un lenguaje visual alineado con la misión del teatro.
“He sembrado un tono muy particular dentro del grupo”, afirmó, “de experimentación, búsqueda … que defino como la poética de Aguijón: Un teatro que apuesta por la investigación y la colectividad creativa”.
Mientras planean su próxima obra, y participan en la Semana del Teatro de Chicago 2025 con su producción “Adverses” del 7 al 16 de febrero, la familia Aguijón celebra sus logros: que la comunidad que ha formado y el impacto que ha logrado en sus 35 años, vaya más allá del trabajo en el escenario. Con el patrocinio del Instituto Cervantes y el Museo Nacional de Arte Mexicano, presentaron el 30 de diciembre pasado a los ganadores del Concurso Internacional de Dramaturgia “Aguijón Theater” que desde el 2014, cada dos años, premia a dos obras en español en la que participan más de cien dramaturgos de todas las esquinas del mundo.
“Ya estamos embarcados en los próximos 35 años”, expresó Vargas, quien confía plenamente en su equipo. Aguijón “va a seguir avanzando. Tal vez, en un futuro no tan lejano, tengamos un espacio mucho más grande, tengamos mucha más visibilidad en la ciudad, como el teatro latino de Chicago”.