SACRAMENTO, California. – La vida del pequeño Carlitos Ponce dio un giro inesperado cuando un accidente en bicicleta lo llevó a enfrentar la prueba más difícil de su corta vida.
Carlitos Ponce, el niño hispano que venció la adversidad tras perder sus piernas por una peligrosa bacteria
Tras un accidente en bicicleta, Carlitos enfrentó la pérdida de sus piernas debido a una infección mortal. Con el apoyo de su familia y el Hospital Shriners, hoy da sus primeros pasos con prótesis y un futuro lleno de esperanza.
Todo comenzó con una caída que inicialmente parecía un golpe menor, pero que desencadenó una infección bacteriana tan grave que puso en riesgo su vida. “Solo recuerdo que me caí e intenté mover el pie… y me raspó feo,” cuenta Carlitos.
Tras varios días en los que tenía dificultad para caminar, sus padres decidieron llevarlo al hospital en Modesto, donde descubrieron que la bacteria se había extendido peligrosamente.
Ante la amenaza de amputaciones múltiples, un “ángel”, como dice la familia, les recomendó buscar ayuda en el Hospital Shriners Children en el norte de California.
Allí, los médicos lograron salvar sus manos, pero las piernas de Carlitos ya habían sido gravemente afectadas. La noticia fue devastadora para la familia, pero decidieron mantenerse fuertes por él.

“Al principio fue muy difícil verlo en silla de ruedas… Pero luego, verlo moverse por sí mismo con la silla fue una gran emoción,” comparte Ana Lilia García Durán, madre de Carlitos.
Sus prótesis, el mejor regalo de Navidad para Carlitos
Con esfuerzo y dedicación, Carlitos inició un arduo camino de recuperación. Finalmente, hace unos días, llegó el momento que tanto habían esperado: Carlitos recibió sus prótesis de piernas.
“Lloramos de gusto al verlo parado de nuevo… fue como ver sus primeros pasos otra vez,” expresó emocionado su papá, Roberto Carlos Ponce Sagredo.
El pequeño Carlitos se ha convertido en un ejemplo de valentía y resiliencia. A pesar de los desafíos, mantiene viva la ilusión de cumplir su sueño: convertirse en policía para salvar a las personas.
“Lucha día con día, hace todo lo que sabe que le hace bien. Él no se rinde, y nos enseña a no rendirnos tampoco,” afirma su mamá.
Gracias al apoyo del Hospital Shriners, que brinda atención médica sin importar el estatus económico o migratorio de las familias, Carlitos da un paso más hacia su recuperación.

La familia Ponce no sólo agradece el apoyo médico, sino también las donaciones de personas solidarias que hacen posible que historias como la de Carlitos se conviertan en ejemplos de esperanza.
Con su incansable esfuerzo y el cariño de quienes lo rodean, Carlitos está más cerca que nunca de alcanzar sus sueños. Su próxima meta: salvar a otros, tal como él fue salvado.
Te puede interesar:
Notas Relacionadas
