ORLANDO, Florida.- Jason y Tammy Merritt, una pareja de turistas, vivieron una experiencia que empañó su viaje de aniversario a bordo del Carnival Magic , un crucero de la línea Carnival Cruise Line. La travesía de ocho noches desde Miami, que debería haber sido una celebración, comenzó de forma inesperada cuando el equipaje de Jason nunca llegó a su cabina, lo que desató una serie de eventos que resultaron en la intervención de la empresa y una complicada situación legal.
Le roban la maleta en un crucero y la encuentra en otra cabina: así lo descubrió
La maleta fue localizada gracias al rastreo de sus AirPods, lo que permitió descubrir que otro pasajero la había tomado. Carnival Cruise Line respondió prohibiendo de por vida a la pasajera que robó, aunque la compensación ofrecida fue considerada insuficiente por la víctima.
El primer indicio de problema se presentó cuando Jason, al llegar a su habitación, descubrió que su maleta no había sido entregada. Tras días de búsqueda sin resultados, decidió utilizar sus AirPods, que estaban dentro de la maleta, para rastrear su ubicación. Este ingenioso uso de la tecnología permitió finalmente localizar la maleta, aunque la situación aún estaba lejos de resolverse.
En un intento por conseguir respuestas y seguir el rastreo, la pareja decidió crear un grupo en Facebook dedicado a compartir el progreso del rastreo de su equipaje perdido. Sin embargo, la revelación más sorprendente llegó cuando, finalmente, se encontró la maleta en la cabina de otro pasajero. La mujer, al ser interrogada, admitió haber tomado el equipaje porque le gustaba el aspecto de la maleta y decidió mantenerla durante dos cruceros consecutivos.
Carnival Cruise Line actuó rápidamente, confinando a la pasajera en su cabina y emitiendo una prohibición de por vida para que no pudiera embarcar en futuros cruceros de la compañía. A pesar de la pronta respuesta de la empresa, el daño ya estaba hecho para los Merritt, quienes, al recuperar su maleta, notaron que muchos de sus artículos personales faltaban, incluidos ropa, zapatos, artículos de tocador, medicinas y hasta unas gafas. La pareja estimó la pérdida en alrededor de $1,000, una cifra que, según la ley de Florida, se califica como robo mayor.
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Jason expresó su frustración a través de las redes sociales :"¡¡¡Papá ha llegado a casa!!! Desafortunadamente, la mayoría de mi ropa no lo hizo", escribió en Facebook, acompañado de un lamento por las pertenencias que no pudo recuperar. Además, se mostró molesto por la compensación inicial que Carnival ofreció: $350. Aunque la propuesta era un intento de solución, Jason manifestó que el valor de los bienes perdidos era mucho mayor y que muchos de los artículos no podían ser reemplazados.
El proceso para obtener una compensación adecuada no fue sencillo. A pesar de las dificultades, Jason finalmente consiguió la información necesaria para presentar un informe de incidente. Sin embargo, la situación plantea serias dudas sobre el curso a seguir, pues el barco está registrado en Panamá, y el robo ocurrió en aguas internacionales, lo que complica las posibilidades de emprender acciones legales.
La empresa Carnival Cruise Line, al imponer una prohibición de por vida a la pasajera, demostró la seriedad con la que trató el incidente. No obstante, aún no está claro si la compañía ofrecerá más compensación, si la policía investigará el robo o si los Merritts optarán por una demanda judicial.