Museos
“Ni de aquí ni de allá”: Chicanos en California en busca de una identidad
El movimiento chicano en el estado dorado se ha catapultado en varios sectores de la economía y cultura en California. A través del arte plasmas sus historias y un museo en Riverside las presenta.
Por:
Rubén Moreno.

Ser chicano fue considerado durante mucho tiempo como algo despectivo. El término comenzó a gestarse sin una definición clara más allá de referirse de forma genérica a cualquier estadounidense que tuviera raíces mexicanas.
Los chicanos celebran su cultura en California con un muestra de arte única, colección del actor Cheech Marín.
Obra por Roberto Gutiérrez.
East LA-Cesar Chavez Ave. & Lorena St., 2001. Acrílico sobre papel. Cortesía de Cheech Marín.
Cheech Marín
Las siguientes son algunas de las obras que se exponen en el Centro Cheech Marín para el Arte y la Cultura Chicana.
Obra por
Mariachi Breakdown, 2022. Acrílico sobre lienzo.
Jesús A. Castañeda.
La definición chicano ha sido tan amplia que no todos se identificaron con ella. Y no solo eso, sino que quienes no eran chicanos veían a este grupo como ciudadanos de segunda clase.
Obra por Frank Romero.
El arresto de los paleteros, 1996. Obsequio de Cheech Marín
Cheech Marín
Los estadounidenses de origen anglosajón consideraban a los chicanos como extranjeros, aunque hubieran nacido en Estados Unidos.
Obra por Rosy Cortez.
Dreamers, 2022. Óleo sobre lienzo.
Rosy Cortez
Cuando los chicanos viajaban a México no eran aceptados como mexicanos sino como “pochos” porque su español no lo hablaban de forma fluida ni correcta al mezclarlo con el inglés.
Obra por John M. Valadez.
Covertible Operas, 2014. Acrílico sobre panel de madera. Obsequio de Cheech Marín.
Cheech Marín
Todo esto encasilló a este grupo como ciudadanos que no eran “ni de aquí, ni de allá”, tal y como describió Lalo Guerrero en su canción “El chicano”.
Obra por George Yepes.
La pistola y el corazón, 2000. Óleo sobre lienzo. Obsequio de Cheech Marín
Cheech Marín
Si hay algo en particular que ha caracterizado a los chicanos ha sido su lucha por la igualdad y por hacer valer los mismos derechos que tenían otros ciudadanos estadounidenses.
Obra por Carlos Almaraz.
California Natives, 1998. Óleo sobre lienzo. Obsequio de Cheech Marín.
Cheech Marín
Para el actor Cheech Marín, uno de los mayores exponentes del chicanismo, ser chicano requiere “tener voluntad de serlo” porque “es una palabra que desde su origen fue un insulto de los mexicanos para otros mexicanos que viven en Estados Unidos”.
Obra por Leo Limón.
Los muertos, 1998. Acrílico sobre lienzo. Obsequio de Cheech Marín.
Cheech Marín
Marín recibió a Univision 34 en el nuevo museo en Riverside que lleva su nombre, donde se exponen cientos de obras que generosamente ha donado.
Obra por Leo Limón.
Un poquito sol, 1991. Acrílico sobre lienzo. Obsequio de Cheech Marín.
Cheech Marín
El actor de Hollywood, empezó a coleccionar las piezas por amor al arte chicano y al mismo tiempo, para impulsar la carrera artística de muchos que quisieron expresar lo que es ser chicano a través del lienzo.
Obra por John M. Valadez.
Pareja en Downtown LA, 1984. Óleo sobre papel. Obsequio de Cheech Marín.
Cheech Marín
Ninguna otra lucha social ha generado un estilo propio donde convergen pasado y presente y donde se dan la mano las injusticias y el arte.
Obra por Eloy Torrez.
It´s a Brown World After All, 2006. Óleo sobre lienzo. Cortesía de Cheech Marín.
Cheech Marín
Y así como la historia de los chicanos ha evolucionado, también lo han hecho sus inspiraciones, mismas que plasman los artistas para expresar qué sienten cuando se trata de reflejar una lucha social o mostrar a través de su pincel situaciones tan cotidianas como el día a día de las familias migrantes por salir adelante.
Obra por Wayne Alaniz Healy.
Beautiful Downtown Boyle Heights, 1993. Acrílico sobre lienzo.
Wayne Alaniz Healy