MIAMI, Florida.- Las pitones birmanas, conocidas por su tamaño y voracidad, están causando estragos en la fauna nativa de Florida, y un nuevo estudio publicado en la revista Reptiles & Amphibians sugiere que su capacidad para consumir presas es aún mayor de lo que los científicos habían considerado anteriormente.
Pitones birmanas: estudio revela su capacidad para consumir presas gigantes
Un estudio reciente midió la "apertura" de las pitones, descubriendo que pueden tener un diámetro de hasta 26 cm, lo que aumenta su capacidad de caza; desde 2013, la Conservancy ha eliminado más de 36,000 libras de pitones birmanas en un esfuerzo por proteger el ecosistema de los Everglades.
La investigación, realizada por biólogos de la Conservancy de Southwest Florida en colaboración con el profesor Bruce Jayne de la Universidad de Cincinnati, reveló datos preocupantes sobre el impacto ecológico de esta especie invasora.
El estudio se centró en la apertura de la mandíbula, o "gape", de las pitones birmanas, que determina el tamaño de las presas que pueden ingerir. Se midieron ejemplares de hasta 19 pies (5.8 m) y se encontró que las pitones pueden abrir su boca hasta 26 centímetros (10.2 pulgadas), un tamaño mayor al previamente documentado.
Este descubrimiento es alarmante, ya que significa que las pitones pueden consumir presas como ciervos y caimanes, lo que incrementa aún más su impacto en la biodiversidad local.
Ian Bartoszek, biólogo de la Conservancy, describe la experiencia de observar a una pitón tragar un ciervo como “inolvidable”. Este tipo de comportamiento subraya la severidad de la situación, ya que las pitones no solo son capaces de devorar presas grandes, sino que su capacidad para hacerlo podría tener consecuencias devastadoras para la fauna nativa, como zorros, gatos monteses y mapaches.
Un problema en crecimientoDesde 2013, la Conservancy ha estado en la primera línea de la lucha contra las pitones birmanas en el ecosistema de los Everglades, eliminando hasta la fecha más de 36,000 libras de estas serpientes. Los investigadores han documentado que, si cada pitón eliminada hubiera consumido solo un ciervo del tamaño máximo que pueden tragar, habrían consumido colectivamente más de 13,000 libras de ciervos.
Este tipo de predación afecta no solo a las especies individuales, sino que altera la estructura del ecosistema en su conjunto.
Las pitones, al no tener depredadores naturales en Florida, han proliferado, lo que las convierte en un problema significativo para la fauna local. Los científicos señalan que, al comprender las limitaciones y capacidades de las pitones, se pueden hacer predicciones más precisas sobre su impacto ecológico y cómo controlarlas de manera más efectiva.
El equipo de investigación de la Conservancy ha estado utilizando tecnología avanzada, como transmisores de radio, para rastrear a 120 pitones y entender mejor su comportamiento y hábitat. Esta recopilación de datos es fundamental para desarrollar estrategias de control que sean efectivas a largo plazo.
Bruce Jayne, profesor de la Universidad de Cincinnati, enfatiza que “no se debe subestimar a la pitón birmana”. El conocimiento obtenido de este estudio y de esfuerzos de remoción previos es esencial para abordar este problema ecológico que afecta a los Everglades y su biodiversidad.
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