asesinato
Súplica de rodillas en la estación del tren de Nueva York donde un hombre prendió en fuego a pasajera
Sebastián Zapeta está acusado de asesinar a una pasajera de la línea F, del tren de Nueva York, prendiéndole fuego el pasado domingo, en el vagón que los trasladó a la estación de Coney Island, en Brooklyn. Pasaron cuatro días y la comunidad regresó al lugar de la tragedia clamando de rodillas por respuestas.

En la estación del tren de Nueva York de Coney Island-Stillwell, en Brooklyn, hubo un clamor comunitario y de rodillas horas antes de que Sebastián Zapeta se presentara nuevamente en una corte de este condado. El inmigrante guatemalteco está acusado de prender en fuego a una mujer que viajó hasta este lugar, el 22 de diciembre, en el mismo vagón de la línea F.
Zapeta, de 33 años, fue acusado el 24 de diciembre de dos cargos de asesinato y uno de incendio provocado. En esa primera audiencia judicial, guardó silencio y requirió de una traductora para el proceso. El viernes 27 de diciembre regresa a la misma corte, mientras se desconoce quién es su víctima.

A los líderes de la comunidad de Coney Island y otras cercanas en Brooklyn, les inquieta que cuatro días después del crimen las autoridades no han logrado identificar a la mujer que murió quemada. Los restos quedaron en un estado que complica su identificación. El jueves 26 de diciembre, el reverendo Kevin McCall, al centro, dirigió en oración a otros portavoces comunitarios desde la plataforma del tren F, donde ocurrió la tragedia.
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Los líderes comunitarios expresaron agradecimiento por el arresto de Sebastián Zapeta, más señalaron que el acusado no es el único responsable de que una persona perdiera la vida en la estación del tren.
Curtis Means/APEn medio del emotivo acto, los asistentes pidieron a las autoridades mayor seguridad para los pasajeros que utilizan el sistema del tren subterráneo de Nueva York, donde los homicidios aumentaron de 5 en 2023 a 9 en lo que va de año.

No hubo señalamientos particulares, aunque la actuación de la policía de Nueva York durante el incidente ha recibido señalamientos. Joseph Gulotta, jefe de la división de tránsito, declaró que un oficial se quedó protegiendo la escena del crimen, "como se supone que debe ser", mientras que otros coordinaban el auxilio requerido.
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No muchos conocen el dato, pero el sistema de rutas del subway de Nueva York incluye 472 estaciones. Algunas de esas estaciones son enormes, como el caso de Coney Island, que tiene múltiples pisos, plataformas y puntos de entrada.
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La comisionada de la Policía de Nueva York, Jessica Tisch, también respaldó públicamente la actuación de los oficiales, que no detuvieron a Sebastián Zapeta, como persona de interés, en el momento. Videos captados en la escena, el domingo 22 de diciembre, a las 7:30 de la mañana, muestran al hoy acusado sentado en la estación, frente al vagón donde la mujer a la que le prendió fuego, intentaba evitar que su vida se extinguiera.
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De rodillas y en oración, el reverendo Kevin McCall y otros líderes comunitarios clamaron por auxilio divino para que un incidente similar no se repita jamás en la estación Coney Island-Stillwell Avenue.
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El clamor se extendió a cualquier persona que crea saber quién era la mujer quemada por Zapeta, según la acusación. Ante la advertencia del forense de que tardará el proceso de identificación, alentaron a quienes tengan una sospecha, que la compartan con las autoridades.
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Al confirmar el arresto de Sebastián Zapeta, el lunes 23 de diciembre, la policía de Nueva York indicó que el sospechoso no recuerda qué pasó. Admitió a los detectives que consumía "mucho alcohol", según la acusación en su contra.
APRaymond Robinson, quien fue su compañero de cuarto en un albergue para hombres con problemas de adicción a drogas, en Brooklyn, dijo que Sebastián Zapeta tomaba alcohol y fumaba marihuana sintética, conocida como K2. Esto, apuntó, lo desconectaba de la realidad. Sin embargo, nunca lastimó a nadie y tampoco lo vio hacerse daño.
