Mascotas
Cómo cuidar a tus mascotas del calor en Texas este verano: guía práctica y fácil
¿Sabías que el calor en Texas puede ser mortal para tus mascotas? En esta guía te explicamos, paso a paso y con consejos de expertos, cómo proteger a tu perro o gato del golpe de calor, quemaduras y otros riesgos del verano.

Texas en verano es como un horno encendido todo el día. El asfalto quema y salir sin botella de agua es un error que se paga caro. Pero mientras tú te refugias en el aire acondicionado, tu mascota, ese ser que te acompaña sin pedir mucho, sigue ahí, aguantando en silencio… Perros y gatos no sudan como nosotros. No pueden decir “me estoy mareando” o “sácame de aquí”. Solo jadean. Y cuando eso no es suficiente, su cuerpo colapsa. Literalmente.
Adobe Stock
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria lo deja claro: un perro puede morir en un auto cerrado en minutos, incluso si las ventanas están un poco abiertas. Y en ciudades como Dallas o San Antonio, no es raro que la temperatura dentro de un coche pase los 120 °F. ¿Te imaginas estar ahí encerrado, sin agua?
Adobe Stock
Agua, sombra y horarios: lo básico, pero vital
Si vas a salir con tu perro, no esperes a que tenga sed. Llena una botella y lleva un recipiente portátil. En casa, que el agua esté siempre limpia y en sombra. Un tazón al sol no sirve de nada. Y no lo saques a pasear a mediodía. El pavimento puede alcanzar hasta 140 °F. Haz esta prueba:
pon tu mano sobre el suelo durante cinco segundos. Si te quema, imagina sus patitas. Organizaciones como
San Antonio Pets Alive! recomiendan
pasearlos antes de las 9 de la mañana o después de las 7 de la tarde. Y sí, aunque tú tengas ganas de correr, si él se queda atrás jadeando, lo que toca es volver a casa.
Adobe Stock
Señales que no puedes ignorar
Tu mascota no se va a quejar. Pero te va a avisar con su cuerpo.
Si jadea más de lo normal, si babea, si sus encías se ven muy rojas, si se tambalea o vomita, no esperes. Llévala a un lugar fresco, mójala con agua tibia (nunca helada), sobre todo en la panza, orejas y axilas. Dale sorbos pequeños de agua y llama al veterinario lo antes posible.
La Cruz Roja y clínicas como
VCA Animal Hospitals recomiendan enfriar al animal hasta que su temperatura baje a unos 103 °F.
No menos, para evitar una hipotermia.
Adobe Stock
No le cortes el pelo “por si acaso”
Parece lógico: hace calor, mejor dejarlo pelón. Pero no. El pelaje también protege.
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria y
la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales aconsejan
no rapar completamente a tu mascota sin hablar antes con el veterinario. Mejor cepíllalo, límpialo y asegúrate de que su pelo esté sano. ¿Tu perro o gato tiene piel clara? Hay bloqueador solar especial para mascotas. Sí, leíste bien. Es como para bebés, pero de cuatro patas.
Adobe Stock
Otros enemigos del verano: pulgas, garrapatas, mosquitos y piscinas
Cuando el calor aprieta, también lo hacen las plagas. Más bichos, más riesgos. Usa productos preventivos aprobados por tu veterinario y revisa su piel cada tanto, especialmente si sale al jardín o al parque.Y si se mete al agua, no lo pierdas de vista. Algunos perros no saben nadar bien. Otros se emocionan tanto que tragan agua sin parar.
Y si no se seca bien después, puede desarrollar infecciones en la piel o en los oídos.
Adobe Stock
Lo que necesitas tener claro
Nunca, nunca lo dejes en el auto, ni “solo un minuto”.
El agua debe estar siempre al alcance.
Pasea temprano o en la noche.
Si algo se ve raro, actúa rápido.
Tu veterinario no está de adorno: consúltalo.
Y sobre todo: recuerda que tú eres su voz.
Adobe Stock