LOS ÁNGELES, California.- La lucha de los habitantes de la zona cercana al vertedero de Chiquita Canyon está rindiendo frutos, pues el condado de Los Ángeles presentó una demanda contra las empresas que lo manejan por el hedor que desprende y su toxicidad.
Vertedero de Chiquita Canyon demandado por condado de Los Ángeles por hedor y emisiones tóxicas
Al sitio llegan 2 millones de toneladas de basura al año, las cuales emanan gases tóxicos y líquidos que se escurren por el subsuelo, poniendo en riesgo la salud de los habitantes.
Y es que desde hace meses los residentes de Castaic y Val Verde han denunciado que presentan problemas de salud, los cuales van desde dolores de cabeza, problemas cardiacos y respiratorios, hasta alergias por las sustancias tóxicas que desprende el vertedero.
Algunos más han reportado casos de cáncer, pero no se ha comprobado que tengan relación con el sitio, p ero sí se demostró que el basurero emana benceno, una sustancia tan tóxica que se vincula con la enfermedad y otros problemas autoinmunes.
Fue el pasado 16 de diciembre cuando se presentó la demanda en un tribunal federal contra Chiquita Canyon LLC, Chiquita Canyon Inc. y su empresa matriz, Waste Connections US Inc. En ella se enlistan cientos de infracciones emitidas por la Agencia de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur y otras agencias gubernamentales y reguladores.
Dicha demanda fue anunciada por la oficina de la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger. En el documento se plasman todas las afectaciones que los residentes sufren, como el que los niños no puedan jugar al aire libre o los habitantes no puedan disfrutar de placeres tan comunes como una barbacoa al aire libre.
¿Qué incluye la demanda contra el vertedero Chiquita Canyon?
La demanda acusa a la empresa de liberar sustancias químicas peligrosas y malos olores, afectando a las áreas residenciales cercanas, y exige una orden judicial para detener la liberación de gases nocivos que amenazan la salud de los habitantes del área.
Subraya que los residentes de la zona, incluidos niños y adultos, están expuestos a niveles peligrosos de contaminación, especialmente debido a la liberación de lixiviados que contienen sustancias químicas como el benceno. Estos lixiviados, formados por el agua de lluvia que extrae sustancias de los desechos del vertedero, provocan humos y malos olores que se han convertido en una constante en las comunidades cercanas.
La demanda no solo solicita medidas para controlar las emisiones nocivas, sino que también exige que los propietarios del vertedero paguen por la reubicación temporal de los residentes afectados y enfrenten sanciones civiles por sus violaciones de las leyes ambientales y de salud pública. Además, los demandantes piden que un juez ordene la detención de las emisiones de gases y la corrección inmediata de las condiciones en el vertedero.
A pesar de las múltiples quejas y las evidencias de infracciones, la empresa Waste Connections, propietaria de Chiquita Canyon, ha respondido en su página web afirmando que están trabajando con los reguladores para solucionar el problema. La compañía asegura que ha proporcionado dispositivos de filtración de aire a los residentes cercanos, aunque los afectados consideran que estas medidas no son suficientes.
Los problemas de salud vinculados al vertedero han llevado a legisladores locales a pedir al gobernador Gavin Newsom que declare el estado de emergencia en el Valle de Santa Clarita, donde el vertedero ha generado preocupación por los posibles efectos a largo plazo en la salud de la población. Además, se ha documentado que en los primeros seis meses del año, el Distrito de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur recibió alrededor de 10,000 quejas relacionadas con las emisiones del vertedero.
Antecedentes de la problemática
Cabe señalar que no es la primera vez que el basurero enfrenta una demanda, en febrero un grupo de residentes lo demandó por los problemas de salud que han presentado por las sustancias tóxicas, así como por el mal olor que emana.
También se documentó que el vertedero de Chiquita canyon transforma los residuos en un líquido tóxico llamado lichiate, el cual escurre y está impregnando todo, generando el temor de que la escorrentía llegue al agua.
Chiquita Canyon ha violado alrededor de 200 reglas de sanidad, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA), una de sus funcionarias reconoció que los habitantes están en una emergencia sanitaria.