Kilmar Ábrego García
Kilmar Abrego: de la deportación errónea al apoyo comunitario y la lucha por su esposa
La deportación de Kilmar Abrego es un símbolo de la controversia migratoria. Calificada como un "error administrativo," ha escalado a un debate nacional sobre las políticas de la administración Trump. Mientras el gobierno insiste en su peligrosidad, la movilización ciudadana y el apoyo de figuras demócratas crecen, reflejando el profundo anhelo de su esposa e hijos por recuperar la unidad familiar perdida.
Todo comenzó el 11 de marzo de 2025 cuando Kilmar Abrego García, un inmigrante salvadoreño fue detenido en el estacionamiento de una tienda Ikea de Maryland, cuando iba a recoger a sus dos hijos mayores, en compañía de su hijo menor, quien tiene autismo. Agentes de migración lo detuvieron, él pudo llamar a su esposa para que recogiera al pequeño.
.jpg&w=1280&q=75)
Desde ese momento Jennifer Vásquez no supo más de su esposo, hasta que viendo las noticias reconoció sus tatuajes entre los prisioneros que llegaron al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la prisión de máxima seguridad de El Salvador, construida específicamente para albergar pandilleros. Fue deportado el 15 de marzo, junto a otros prisioneros cuyas deportaciones se hicieron de manera veloz pues el presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para hacerlo, pese a una prohibición de un juez.
Cortesía.Tras descubrir el paradero de su esposo,
comenzó una cruzada para hacerlo regresar. Consiguió abogados, asociaciones se acercaron para ayudar y las movilizaciones y el caso comenzó a acaparar la atención nacional e internacional, sobre todo después de que el gobierno reconociera que la deportación fue por un “error administrativo”,
pues Abrego García contaba con una orden de protección para evitar la deportación concedida durante la primera administración Trump.

El caso llegó a la jueza federal Paula Xinis, quien el 4 de abril ordenó a la administración Trump regresar al salvadoreño y dio un plazo hasta la tarde del 7, pero pocas horas antes de que se venciera, el gobierno solicitó una prórroga ante la Corte Suprema, la cual fue concedida pero con la acotación que el gobierno tenía que facilitar su regreso.
AP.
La administración Trump dijo que no podía hacer nada por regresar a Abrego, pues era competencia de El Salvador. El 14 de abril, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, visitó la Casa Blanca. Mientras los mandatarios hablaban, las personas se manifestaban. En la reunión se tocó el tema y Bukele dijo que no regresaría a Kilmar, de quien dijo “es un terrorista”.
Getty Images.
Una semana después se realizó otra audiencia sobre el caso, en la cual estuvieron presentes los abogados del Departamento de Justicia (DOJ) y la familia de Kilmar Ábrego García. La jueza Paula Xinis al ver que no hubo novedades con respecto al paradero de Kilmar, dijo que era necesario intensificar el accionar del gobierno para facilitar su regreso. Por ello citó a declarar a altos funcionarios federales.
Getty Images.
Un día después, el congresista demócrata Chris Van Hollen viajó a El Salvador con la intención de hablar con altos funcionarios sobre el caso de Kilmar Abrego. Se reunió con el vicepresidente Félix Ulloa, quien reiteró que nada podía hacer por regresarlo, pues lo mantenían en prisión por el acuerdo de EEUU con el gobierno salvadoreño, en el que les da un pago por recibir a los presos.
AP.
Van Hollen se reunió con Abrego, quien fue sacado del Cecot y trasladado a una prisión de menor seguridad. Se cercioró que se encontrara bien de salud y le dijo que no descansarían hasta que regresara a Maryland con su familia. El gobierno de El Salvador mostró las fotos, pero el senador denunció que estaban alteradas, simulando que tomaban margaritas.
AP.
Mientras tanto, la administración Trump hizo pública una orden de restricción que la esposa de Abrego solicitó por violencia familiar. Con ella quiso probar que es un hombre peligroso, pues lo han acusado de ser parte de la Mara Salvatrucha, algo que no han podido probar. Tras la filtración, la familia del salvadoreño tuvo que mudarse de casa, pues su dirección se hizo pública y Jennifer Vásquez aseguró temer por su vida y la de su familia.
AP.Días después del viaje de Van Hollen,
tres congresistas demócratas más viajaron a El Salvador, a diferencia del primero, no pudieron reunirse con Abrego y tampoco lograron ningún avance. Los republicanos criticaron el viaje y aseguraron que lo usaban como bandera política.

La corte determinó que la administración Trump debía informar los avances que hacía para regresar a Abrego García, nuevamente el gobierno solicitó una suspensión, la cual fue concedida por la jueza Paula Xinis, un día después de que criticara duramente al presidente y funcionarios por no obedecer las órdenes dadas por las autoridades. Tras vencerse el nuevo plazo, la jueza volvió a exigir que se diga los avances y dijo que llamarán a funcionarios a declarar bajo juramento.
AP.Cientos de personas llegaron el 1 de mayo hasta el parque Franklin para exigir respeto a los derechos de trabajadores inmigrantes en Estados Unidos. En la manifestación estuvo presente
Jennifer Vázquez, esposa de Kilmar Ábrego, quien criticó al presidente Donald Trump y a su homólogo salvadoreño Nayib Bukele por cómo le han dado manejo a la deportación de su pareja.
