Vinos
Siete maneras de beber vino este verano (y no parecer tu papá)
Las frutas de temporada, las hojas de menta y el hielo son tres básicos en estos tragos que tienen como protagonista al vino.


Aperol Spritz: este es un trago clásico y ridículamente sencillo (hay que darle gracias a los italianos por eso) Para prepararlo hay un receta básica: usa tres partes de vino espumoso, dos de Aperol y una parte de agua mineralizada. Si quieres darle un toque personal puedes decorar con la piel de una naranja o un gajo de manzana. Este trago es un aperitivo para hacer las tardes de verano más duraderas.

Tinto de verano: si tienes a la mano un vino tinto joven, no muy costoso, no muy corpulento puedes sacarle provecho con esta receta que es moneda corriente en los bares de España. Combina tres partes de vino por una de agua, agrega un par de rodajas de limón o naranja, hielos (mientras más firmes y gruesos sean, mejor) y sirve en vasos anchos.

Vino blanco con durazno: si tienes media copa de vino blanco y una lata de duraznos en almíbar tienes todo lo que necesitas para hacer este trago. Agrega un poco de hielo, una cucharadita del almíbar a una copa de vino y decora con trozos de fruta.

Sangría blanca: con un poco de manzana verde picada, naranja, jarabe (tanto o poco como prefieras), jugo de limón y unas hojas de menta puedes preparar jarras enteras de esta bebida veraniega. Es mejor si usas un vino blanco seco (prueba un sauvignon blanc) o algún espumoso para el experimento.

Summer Kiss: esta es una versión “rosa” de la clásica sangría. Una mezcla protagonizada por el vino blanco (prueba con uvas como pinot grigio o torrontés), frutas como la sandía o las fresas y hierbas tan refrescantes como la menta.

Reina Charlotte: Usa dos onzas de vino tinto, un toque de granadina y rellena un vaso con soda de sabor lima-limón (o toronja) y sirve con hielos. Regalado ¿cierto?
