LOS ÁNGELES, California.- Para frenar la crisis de indigencia que se registra en el Estado Dorado, varios condados y ciudades han comenzado a desmantelar campamentos de personas sin techo.
Meses de espera por albergue: las historias detrás del desalojo de indigentes en playa Dockweiler
Vecinos del lugar se quejaban de la basura que se generaba, así como de las jeringas tiradas en la arena y las heces fecales. Dejaron de ir a la playa por considerarlo inseguro y peligroso.
Autoridades colocaron con antelación anuncios en los que s e les decía a los ocupantes del campamento que debían desocupar para el jueves 22 de agosto, pero los afectados consideran que no les dio suficiente tiempo para buscar a dónde ir.
Detrás de cada indigente hay una historia, algunas llenas de dolor, otras de falta de oportunidades, sea cual sea la razón, llegaron a las calles a vivir, como otras miles de personas que no tiene un techo en California, que es considerado el epicentro de la indigencia en Estados Unidos.
Para Tayler, la razón de estar en la calle es la fuerte adicción a las drogas que lo hizo perder a su esposa y a sus dos hijas. Apenas llevaba dos meses en el campamento de la playa estatal Dockweiler, pero lleva muchos más en espera de un lugar en algún albergue, al no haberlo no le queda más remedio que seguir en la calle.
Solo le permitieron llevarse 60 libras de las cosas que tenía en el campamento, además de esa pérdida, ya no tiene a donde ir, lo que lo coloca en una situación de desesperanza.
Limpieza de campamentos
El resto de las pertenencias de Tyler, quien lleva tres años en condición de indigencia, fue barrido con las máquinas que también se llevaron lo que fue el hogar de algunos de sus compañeros de campamento.
Camiones de basura de color amarillo brillante llegaron a las arenas de la playa estatal Dockweiler, ubicada detrás del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, acompañados por trabajadores del condado y fuerzas del orden locales para la operación de limpieza.
La operación fue organizada por la concejal de la ciudad de Los Ángeles, Traci Park, junto con la Autoridad de Servicios para Personas sin Hogar de Los Ángeles. La playa forma parte del sistema de parques estatales de California, pero el condado se encarga de los servicios de mantenimiento y de socorrismo, mientras que la ciudad se encarga de la vigilancia.
James Kingston, de 63 años, fue obligado a abandonar el campamento el jueves. Dijo que vivía en la playa porque podía juntar latas y botellas los fines de semana para conseguir dinero.
Al igual que muchos otros, no se inmutó por el equipo de limpieza, ya que había experimentado esto varias veces mientras estuvo sin hogar en los últimos seis años. Algunas personas se fueron tan pronto como llegó la policía, mientras que otras vieron cómo los funcionarios acordonaban sus tiendas de campaña.
“Simplemente tomas tus cosas importantes y todo lo demás tiene que irse. Simplemente tienes que dejarlo ir porque así es como es”, dijo Kingston.
Quejas de vecinos y la falta de albergues
El campamento de la playa estatal había generado muchos reclamos de los vecinos del lugar, quienes se quejaban de la basura que se generaba, además de que había muchas jeringas tiradas y heces fecales humanas.
Para ellos ir a la playa había dejado de ser opción, consideraban inseguro y peligroso que los niños estuvieran allí, además de insalubre, por lo que presentaron varias quejas.
No solo las quejas propiciaron que se desmantelara el campamento de la playa y se siga haciendo en otros lugares, pues a principios de este verano, el gobernador Gavin Newsom emitió una orden ejecutiva para que las agencias estatales comiencen a eliminar los campamentos de personas sin hogar en terrenos públicos.
En agosto, amenazó con quitarles la financiación estatal a las ciudades y condados que no hagan lo suficiente para limpiar los campamentos mientras parecía trabajar junto a los trabajadores de saneamiento de Los Ángeles para tirar la basura.
Bajo el liderazgo de Newsom, el estado ha gastado aproximadamente $24 mil millones para limpiar calles y albergar a personas, incluidos al menos $3,2 mil millones en subvenciones otorgadas a los gobiernos locales para construir refugios, limpiar campamentos y conectar a las personas sin hogar con los servicios que consideren adecuados, dijo Newsom.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y los funcionarios del condado de Los Ángeles se han opuesto a la estrategia del gobernador, diciendo que criminalizar la falta de vivienda o simplemente desalojar los campamentos sin ofrecer servicios o refugio no funciona. Si bien más de 75,000 personas se quedaron sin hogar en una noche cualquiera en todo el condado de Los Ángeles, según un recuento a principios de año, solo hay alrededor de 23,000 camas en refugios de emergencia en el condado.
Con información de AP y Cecilia Bogran
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