LOS ÁNGELES, California. - Casi todas las historias relacionadas a pandillas suelen ser trágicas, difíciles y con el típico video de una cinta amarilla y patrullas de policía. Pero, no todas son así.
“Me cambió mi vida”: expandillero cuenta cómo Homeboy Industries le ayudó a pasar de la prisión a UCLA
Casi todas las historias relacionadas a pandillas suelen ser trágicas, difíciles y con el típico video de una cinta amarilla y patrullas de policía. Pero, no todas son así. Edin Madrid nos cuenta cómo Homeboy Industries cambió su vida después de pasar años en prisión.
“Uno de mis logros más recientes es que fui aceptado a la Universidad de UCLA y también fui aceptado a más de 11 colegios que yo apliqué este año”, cuenta con orgullo Edin Madrid.
Su vida no ha sido fácil. Purgó una condena de casi 14 años en la cárcel. Tenía 16 años cuando fue sentenciado. Salió del penal con un futuro muy incierto.
“Yo vine a Homeboy Industries hace doce meses cuando salí de la cárcel”, dice Madrid y agrega, “no sabía a donde ir para conseguir trabajo, para recomenzar mi vida”.
Un lugar para tener una segunda oportunidad
Homeboy industries, fundada por el padre Greg Boyle en 1988, brinda la oportunidad de aprender un oficio a estos jóvenes, de ser aceptados y poder cambiar el curso de sus vidas. Hombres y mujeres encontrando un nuevo futuro.
La congresista Wendy Carrillo anunció que Homeboy industries y el estado de California trabajaran juntos para lograr más ayuda para este programa de rehabilitación social que ha logrado ayudar a miles de personas.
Se darán “15 millones de dólares para la organización Homeboy Industries para expandir sus programas de desarrollo de fuerza laboral”, dijo Carrillo durante una conferencia de prensa.
Pandillas en Los Ángeles
El departamento de justicia del estado de California calcula que hay unos 300 mil pandilleros. Solo en Los Ángeles el FBI estima unas 1,350 pandillas con 175 mil pandilleros. Muchos de los que pagaron su deuda yendo a prisión quieren integrarse a la sociedad.
Homeboy Industries es el pasaporte al cambio para muchos de ellos, que necesitan la oportunidad de un futuro sin mirar a su pasado y recibir educación.
Además, necesitan ayuda, “sin importar todas las cosas malas que hice en mi vida, todos los años, que hice en la cárcel”, dice Madrid.
“Viniendo a la sociedad después de todos estos años, fue algo diferente, algo que me cambio mi vida, porque cosas normales como aprender a manejar, como buscar un empleo, como llenar un resumé” se hacen más complicados, cuenta Madrid quien ahora está a dos meses para comenzar en una universidad y obtener un título en sociología, Edin cambió las calles por un salón de clases en una universidad.
“Esto es grande ir a una escuela en UCLA o ser aceptado a otras como Berkeley o San Diego es algo bueno para mi, y para las personas que vienen de mi comunidad”, dijo Madrid.

















