Por qué la ruptura de Brad y Angelina marca el fin de una era

Aunque la especulación de que llevaban vidas separadas data de diciembre pasado, la reacción del público alrededor del mundo en redes sociales ha sido de estupefacción: ¿acaso ya no hay nada sagrado en Hollywood?

Miguel Cane
Por:
Miguel Cane.
La demanda de divorcio ha sido entablada por Angelina Jolie, citando “diferencias irreconciliables",
La demanda de divorcio ha sido entablada por Angelina Jolie, citando “diferencias irreconciliables",
Imagen Getty Images

La noticia de la ruptura de Angelina Jolie y Brad Pitt no debería habernos tomado por sorpresa, pero igual que cuando estalló la relación en los medios hace más de una década, fue insólito y devastador. Y lo más irónico, es la simetría entre las circunstancias del principio y fin de lo que probablemente ha sido el affair más mediático de las primeras décadas de este siglo: empezó con un escándalo y especulación de puesta de cuernos —recordemos: Brad, después de haber andado con Juliette Lewis y Gwyneth Paltrow, estaba casadísimo con Jennifer Aniston— y termina igual: ahora se dice que Brad tuvo una aventura con Marion Cotillard durante el rodaje de Allied, el nuevo filme de Robert Zemeckis, que estrena en Thanksgiving.

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¿Karma? Quizá. Muchos recuerdan la humillación pública de la Aniston en las portadas de todos los tabloides, que a lo largo de 2005 y 2006 la llamaron 'Poor Jen', tildándola de víctima de un par de adúlteros —que, por cierto, salían en todas las revistas también, en una celebración de su amor poco convencional y su familia multicultural, que crecería con hijos propios y adoptivos— y llegando incluso a culparla de que Pitt se fuera con otra porque ella 'no quería' tener hijos (así es la doble moral de los tabloides, damas y caballeros).

Ahora el panorama desde esa orilla, es muy diferente: Jennifer Aniston está muy bien, gracias, casada de nuevo ahora con Justin Theroux, con quien ha tenido una relación muy estable, pese a los embates de la prensa que la llevarían a escribir una contundente pieza op-ed en The Huffington Post, donde al grito de “¡no estoy embarazada, estoy harta!” puso en su lugar a la prensa rosa de una vez por todas.

Pero, ¿qué de 'Brangelina' (como los llamaron los medios)? Esto era más que una pareja romántica o un matrimonio de estrellas, como en los 90 lo fueran Tom y Nicole o en los 60 Liz y Dick —que, por cierto, tampoco duraron casados—: eran un auténtico fenómeno. La crónica de todo por lo que pasaron desde que se corrió el rumor de que se habían relacionado en el set de Mr. & Mrs. Smith hasta ahora, resulta en miles de páginas consultables en Google. Eran glamorosos en todo: la selección de los nombres de sus hijos, las nacionalidades de sus hijos adoptivos, y hasta las caridades a las que daban dinero.

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Se habían convertido en el sinónimo de la pareja de celebridades que hace de la bondad al prójimo un evento de lujo. Además, Angelina se fue apartando de su imagen de bomba sexy de las pantallas para dedicarse más a sus labores humanitarias, a dar conferencias y a hablar de la salud y los problemas de la mujer (como de su doble mastectomía preventiva, por ejemplo); también trató de consolidarse como una directora seria (aunque la cinta que filmaron juntos, By the sea, fue un fracaso de crítica y taquilla) dejando atrás a la wild child que alguna vez fue —la que buscaba el shock value de hacer cosas como llevar en un frasquito algo de la sangre de su segundo marido, Billy Bob Thornton, admitir sin problema que había tenido una relación lesbiana con Jenny Shimizu en los 90, o besarse pública y apasionadamente con su hermano, en la ceremonia de los Oscar en el año 2000.

Brad siempre dijo que venía de una familia convencional y que lo que buscaba era poder replicar la buena relación con sus padres y tener muchos hijos. Esto parecía haberlo conseguido con Angelina —tienen 6: Maddox, Pax, Zahara, que son adoptivos y Shiloh, Knox y Vivienne, que son biológicos— y se aseguraban de darles una crianza 'normal' (considerando las circunstancias célebres de la familia), sin tanto privilegio.

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La demanda de divorcio ha sido entablada por Angelina esta semana citando “diferencias irreconciliables”, aunque la especulación de que llevaban vidas separadas data de diciembre pasado; la reacción del público alrededor del mundo en redes sociales, sin embargo, ha sido de estupefacción: ¿ya no hay nada sagrado en Hollywood? ¿Qué pasó con el mito de las parejas como Paul Newman y Joanne Woodward, que permanecían casados, fieles y felices hasta que la muerte los separara?

La noticia de la separación de Angelina Jolie y Brad Pitt tomó a sus fanáticos por sorpresa y estos dejaron al mundo saber sus sentimientos al respecto en las redes sociales.
Video Así reaccionaron las redes sociales a la separación de #Brangelina

Lo cierto es que las expectativas, cuando se trata de matrimonios entre celebridades, suelen ser exageradas tanto por los fans como por los medios. En una época como ésta en la que estadísticamente uno de cada tres matrimonios acaba en divorcio, el caso de los Pitt-Jolie es bastante ordinario, si bien los sujetos no lo son.

¿Es el fin de esta relación también el fin de una era? Definitivamente: la adicción mediática por ciertas figuras ha cambiado y de hecho, la noción de la estrella de cine también. Ya no existen los tiempos de figuras como Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Audrey Hepburn o Cary Grant. Las estrellas han sido suplantadas por franquicias —sagas de superhéroes o basadas en productos de éxito probado que van de Star Wars a Harry Potter o 50 Sombras de Grey— y la fascinación que antes hubo por la vida personal de las figuras de la pantalla ha cambiado también.

Ahora son las estrellas de televisión quienes dominan las portadas de las revistas. Algunas personalidades que fueron tan mediáticas como Brad y Angelina en otras épocas, han encontrado la tranquilidad en sus nuevas relaciones — véase el caso de Nicole Kidman y Keith Urban, por ejemplo —, y seguramente cuando toda esta tormenta se disipe, estos dos también encontrarán algo parecido, aunque por lo pronto, la tormenta que se cierne sobre ellos, podrá durar en notas que busquen prolongar el escándalo (de ser cierto, por ejemplo, que Pitt tuvo algo con la Cotillard, habrá que ver cómo reaccionan ésta y su compañero, el actor y cineasta francés Guillaume Canet) por el resto del año.

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<i>Mr. & Mrs. Smith</i> se hiciera real, sucedió y un mito de la cultura popular quedó sembrado. 'Los amores del cine pueden hacerse reales', parecían gritar los dos actores que desde ese 2005 no dejarían de sacudir los periódicos.
Brad Pitt y Angelina Jolie desafiaron con su amor a una de las grandes adoraciones de los estadounidenses: a Jennifer Aniston, que se había clavado en el corazón de cada americano con su papel de Rachel en la serie 
<i>Friends.</i> El mundo entró en una encrucijada que llevó a que se crearan el 'Team Jolie' y el 'Team Aniston', mientras Brad Pitt sostenía en brazos a la pequeña Zahara Marley Jolie en la promoción de la película en Japón.
A pesar de la polémica ellos persistieron en un amor que juntaba a dos de los actores más bellos y celebrados de Hollywood, y un año después de su primera película juntos, refundidos entre los pitos de Vietnam, se dejaban retratar como dos amantes prófugos.
La familia empezó a crecer desafiando todos los patrones tradicionales: multiculturalidad, adopción y dos padres que no perdían el estilo ni el glamour a pesar de estar de vacaciones con sus hijos encaramados en hombros, como lo demostraron en sus vacaciones en 2006 en la India.
Si la razón del divorcio entre Jennifer Aniston y Brad Pitt había sido su negativa a tener hijos, el embarazo de Angelina Jolie en 2006 dejaba claro que ese no sería un problema para la nueva pareja. Mientras tanto, el mundo celebraba ver a la ejecutiva Jolie alardear de su panza.
Brad Pitt, la adoración de las mujeres y Angelina Jolie, el sueño callado de todos los hombres, empezaron a caminar juntos en las galas más emblemáticas y el mundo sucumbió a ese derroche de sofisticación y belleza. ¿Podía la perfección del estilo hacerse real en dos simples mortales? Su aparición en la ceremonia de premiacion del festival de Cannes en 2007 parecía confirmar que sí.
Angelina Jolie se consolidó como embajadora de las Naciones Unidas, Brad Pitt seguía conquistando las pantallas y a tan solo dos años de empezar a estar juntos, el mundo seguía intrigado por la realidad de ese amor que a todas luces parecía perfecto. En una cena desprevenida, como esta que sostuvieron en Praga en 2007, el mundo podía imaginar cómo era la vida real de los dos íconos.
En 2008, el compromiso no oficial del fenómeno 'Brangelina' se cerraba con un nuevo embarazo. Innolvidable el vestido verde aceituna de corte imperio que la actriz usó con su panza gigante (de mellizos) en la gala de la película 
<i>Kung Fu Panda,</i> en el Festival de Cannes.
Cada una de sus apariciones en las ceremonias de los Oscar permitía que el público se colara en la relaidad de un amor que a nadie dejaba incauto. Su presencia en las alfombras rojas era necesaria simplemente para subir el 
<i>rating</i> de la transmisión. En las noticias del 2009, los protagonistas de los Premios Oscar fueron tanto las miradas de complicidad que Brad Pitt le lanzaba a Angelina, como esos emblemáticos aretes de esmeraldas colombianas que usó la actriz.
Cinco años después de aquel encuentro en los estudios de grabación, la pareja seguía impactando en sus apariciones públicas, como en la gala de la película 
<i>Salt</i> en canadá. Angelina Jolie había logrado sacudirse un poco esa fama de 'mujer fatal' heredado del rompimiento del corazón de Aniston y sus viejos amores.
Cannes fue siempre la plataforma ideal de la pareja para manifestar su amor y dejar claro que, conforme los años pasaban, su estilo se hacía más poderoso. El vestido color berenjena, de Atelier Versace, que la actriz lució en la edición 2011 de este festival y el pelo de Brad Pitt, peinado hacia atrás con fijador, encendieron los flashes.
En la ceremonia de los Oscar de 2012, una vez más, 'Brangelina' se hacía viral; esta vez a causa de la amplísima abertura del vestido negro de terciopelo de Atelier Versace y el pelo largo (y algo relajado) de Brad Pitt.
Ese mismo año, la pareja haría su última aparición en la alfombra roja de los Premios de la Academia. Esta foto en blanco y negro inmortaliza el último momento de esta pareja en la emblemática ceremonia de la que tantas veces fueron protagonistas.
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Los iconos nacen, no se hacen, y así fue el amor de Angelina Jolie y Brad Pitt: un amor que nació para hacerse emblemático. El sueño de todos, el de que la tensión infinita que había entre los personajes de la película Mr. & Mrs. Smith se hiciera real, sucedió y un mito de la cultura popular quedó sembrado. 'Los amores del cine pueden hacerse reales', parecían gritar los dos actores que desde ese 2005 no dejarían de sacudir los periódicos.
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