Para Gael García Bernal, los migrantes son héroes. "Porque arriesgan todo y lo dejan todo, es un sacrificio tremendo", cuenta el actor en Nueva York ante el estreno de una película que promete agitar el discurso político. "Realmente es heroico lo que hacen".
Gael García Bernal sobre Trump: "Es un caso perdido"
El actor protagoniza 'Desierto', la última película de Jonás Cuarón. Con esta historia sobre la frontera entre EEUU y México, los dos artistas entran de lleno en el debate político y denuncian los mensajes racistas. "Estamos criminalizando a las personas incorrectas. Los migrantes vienen a mejorar el planeta".

En Desierto, su último film, él es el héroe que guía a un grupo de migrantes mexicanos y centroamericanos para cruzar la frontera con Estados Unidos cuando de repente son atacados por un asesino, un villano sin escrúpulos que pretende acabar con ellos uno a uno. La película dirigida por Jonás Cuarón es un thriller "de los de agarrarse a la silla", en el que el racismo es llevado a sus máximas consecuencias. Se estrena en Estados Unidos el 14 de octubre, y ha sido seleccionada para representar a México en los próximos premios Oscar.
"Estamos a un mes de las elecciones, y han sido unas elecciones llenas de discursos de odio", señala Cuarón. "Para mí esta película retrata a dónde podemos llegar como sociedad si seguimos promoviendo esa retórica".
Indignados ante los mensajes xenófobos de Donald Trump, el equipo de la película decidió promocionar la cinta hace unos meses con un tráiler que recopilaba las citas más ofensivas del candidato republicano y las superponía con escenas del film. Viendo ese montaje, la historia se va alejando cada vez más de la ficción.

"Estamos criminalizando a las personas incorrectas", dice García Bernal. "Los migrantes son las personas que vienen a mejorar el entorno, a mejorar el planeta", dice García Bernal. "Estamos orillándolas a hacer este viaje en las condiciones más clandestinas y deplorables", añade. " Mucha gente se está beneficiando de que los inmigrantes sean considerados criminales. Desde los coyotes, la gente que los trafica, hasta las más altas instituciones, hasta un candidato presidencial se está beneficiando".
Jonás Cuarón, hijo del oscarizado Alfonso Cuarón, obtuvo la inspiración para el proyecto durante un viaje que hizo a lo largo de la frontera hace ya ocho años. Las historias de tragedias que le contaron en el consulado de Tucson, México, mientras veía cómo en Arizona se desarrollaba una ley anti-inmigrante, movieron al director a tomar parte en la situación como mejor podía: poniéndose detrás de las cámaras. Comenzó a escribir el guión y se lo presentó a García Bernal, quien quedó conquistado por la idea.

El destino quiso que el rodaje se fuera retrasando cada vez más, hasta el punto de que el actor solía bromear diciéndole que cuando estrenaran la película ya se habría quedado obsoleta. No imaginaban que un candidato incendiaría el odio xenófobo poco después.
¿Qué le dirían a Trump si lo tuvieran delante? "Nada, es un caso perdido ese muchacho", contesta García Bernal con gesto resignado. "No hay nada que decirle, no entendería además nada, de verdad. Creo que son años y años de forjar una identidad en torno al odio, a la mentira, a una cerrazón ególatra. Es muy difícil decirle cualquier cosa porque no causaría ningún efecto".
Este odio está personificado en la película a través de Sam, el villano interpretado por Jeffrey Dean Morgan. El actor conocido por The Walking Dead pone rostro al asesino que se toma la ley por su mano y lleva a cabo una cacería inhumana. A lo largo del film, uno intenta comprender cuáles pueden ser las motivaciones que mueven a alguien a actuar así, pero acaba resultando imposible encontrar ninguna justificación.
Para prepararse su papel, Morgan se documentó acerca de casos reales y leyó sobre los voluntarios que patrullan las fronteras, como los de Brooks County. "¿Qué hace a una persona comportarse así? Tras ver los documentales sobre esa gente, pensé que realmente no hay excusa, no importa lo que digas", denuncia Morgan " Son gente que se cree que está haciendo un gran favor a América patrullando la frontera ellos mismos (...) Hay mucha gente loca ahí fuera. Es como si estuvieras en el Ku Klux Klan. Es ese tipo de mentalidad. No es la mentalidad con la que ninguna persona cuerda o racional pueda identificarse".
Sin embargo, el film ha despertado todo tipo de críticas racistas que alaban la figura del malvado y lo celebran. "Sam sería el héroe según Trump", dice Morgan. " El otro día vi un video con tweets de gente que había visto la película, diciendo 'Sam es un héroe', 'Construyan el muro', y me dieron ganas de vomitar. Esta es la realidad de algunos", añade. "Nunca en mis sueños más salvajes podría haberme imaginado que alguien, que tanta gente, pudiera pensar que este hombre es un modelo de conducta positivo".
Desierto demuestra que no hace falta construir un muro para ponerle las cosas difíciles a los que intentan cruzar la frontera. El desierto ya es la más dura de las barreras. "Una vez que los migrantes están llegando al desierto de los Estados Unidos, ya tuvieron que pasar por otro desierto, que es México", denuncia Cuarón. "A diario mueren muchas personas cruzando, y mueren porque tienen que cruzar por este desierto, y tienen que cruzar porque nosotros como sociedad los estamos acorralando y los estamos empujando a estas rutas".
La película consigue transmitir a la perfección la sensación de urgencia que clama la crisis migratoria, y lo logra a través de una narración sin artificios ni grandes efectos. En la sala de cine, queda patente quiénes son los buenos y los malos de la historia. Fuera, algunos aún no lo ven tan claro.
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