4 mentiras que te dijeron sobre la influenza y cómo cuidarte de la enfermedad

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Adiós Influenza.

Si hay una enfermedad que esté rodeada de mitos, misterio, confusión y explicaciones poco claras, esa es la influenza. Desde hace algunos años este padecimiento ha estado en boca de todos y traído más dudas que respuestas, lo cual lo ha vuelto más temible.

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Para que olvides ese miedo, en esta ocasión aclararemos 4 mitos que existen sobre este mal y te daremos una sencilla explicación de cómo protegerte de él.

1. Te puedes contagiar por exponerte al frío

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Falso. Esta enfermedad se transmite mediante un virus y puedes contagiarte solamente exponiéndote a él. Por lo tanto salir descubierto al frío o con el cabello mojado, no son motivos por los que alguien pueda adquirir el virus. Por ser una enfermedad viral, las defensas de tu organismo no te protegen totalmente, por lo que es recomendable vacunarse para evitar el contagio.

2. Es como un resfriado, pero más fuerte

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Falso. Esta frase es quizá la más famosa sobre la influenza. Si bien es cierto que los malestares pueden confundirse con los del resfriado, no son iguales.

Los principales síntomas de la influenza son: dolor severo en todo el cuerpo, nariz poco congestionada, estornudos ocasionales, tos intensa con mucosidad, fiebre alta, diarrea y/o vómito, agotamiento, malestar durante más de una semana con tendencias a neumonía y complicaciones que incluso podrían ocasionar la muerte si no son tratadas a tiempo.

3. Solo hay un tipo de influenza

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Falso. Existen 4 clasificaciones del virus de influenza: A, B, C y D. A y B son virus que afectan sólo a personas y se presentan epidémicamente en todo el mundo durante la temporada invernal. El tipo C se refiere a infecciones muy débiles que afectan levemente a algunas personas, es decir, el típico caso de gripe que dura unos días y no causa muchas molestias. La clasificación D se refiere al virus que afecta solamente al ganado.

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El famoso virus de la influenza H1N1 pertenece al tipo A y es de los que se contagian más comúnmente en las personas, junto con la variedad H3N2.

4. La vacuna te enferma más

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Falso. La vacuna contra la influenza es completamente inofensiva y una buena medida para protegerte de la enfermedad. Sin embargo, puede que después de recibirla se presenten algunos síntomas, esto se debe a que el cuerpo se está adaptando a ella.

Otro mito es que la vacuna es un riesgo para las embarazadas, al contrario es altamente recomendable como medida de protección, tanto para la madre como para el feto. Hay que recordar que, aunque es efectiva, esta medida no es para toda la vida, lamentablemente el virus de influenza está en constante cambio, por lo cual la mejor opción es vacunarse cada año para seguir protegido.

¿Cómo cuidarme?

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Si has experimentado alguno de los síntomas mencionados más arriba y sospechas que estés infectado por el virus de la influenza, lo primero que debes hacer es ir con tu médico para que te valore y te diga qué proceso seguir en caso de tener la enfermedad. Es importante contemplar que los pacientes con enfermedades cardiovasculares que contraen el virus deben mantener su medicación habitual, a no ser que su médico indique lo contrario.

La prevención ante todo

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Siempre es mejor anticiparse que sufrir de la enfermedad, para ello la vacuna y la visita al médico son tu mejor opción. Recuerda que de diciembre a febrero el virus alcanza su punto máximo de contagio, por eso te recomendamos que la vacuna te sea administrada antes de esos meses para evitar complicaciones que pongan en riesgo tu salud e incluso tu vida.

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Estamos seguros que romper estos cuatro mitos te ayudará a perderle el miedo a la influenza, pero recuerda no todos los virus son iguales. Algunos pueden ser más peligrosos para tu salud y unos sólo pueden durar un día. Visita a tu médico y pregunta sobre la manera más adecuada de combatir este virus multifacético.