El vuelo 1302 de Aerolíneas Argentinas partió en la noche del 30 de junio de Ezeiza rumbo a Miami.
Aterrizaje forzado: cuando la vida es más importante que cualquier protocolo
Todos marchaba bien: a los pasajeros se les habían informado las medidas de seguridad, cinturones ajustados y despegue exitoso. Ya se encontraban en el aire, cuando un nene de 8 años empezó a sentir un profundo dolor en sus pulmones.
¿Qué ocurre cuando hay una emergencia médica en un avión?
Hay un protocolo ante una emergencia aérea: por empezar, los tripulantes deben llamar al servicio de asistencia en tierra y brindar detalle de los síntomas del pasajero. Y a partir de allí, van recibiendo las instrucciones de cómo actuar para poder asistirlo.
El avión cuenta con un kit médico completo y los tripulantes de cabina están entrenados en primeros auxilios, incluyendo técnicas de RCP y la utilización de un desfribilador.
En caso de que la situación sea más grave y la tripulación no pueda brindar la asistencia debida, es cuando se pregunta: ¿Hay un médico a bordo? Y se planea un aterrizaje de emergencia.
Los médicos (que también son pasajeros) no tienen la obligación de asistir, pero su labor y su compromiso con su carrera, la salud y la vida, hace que respondan ante esa crucial llamada y asistan al paciente y muchas veces, logren salvarle la vida.

El piloto, un héroe que ignoró el protocolo
El comandante de la tripulación, Martín Lorenzo Hughesal, no dudó: el avión tenía que aterrizar y cuánto antes.
Tras comunicarse con tierra, comenzó rápidamente el aterrizaje más próximo en el aeropuerto de Viru viru en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Afortunadamente en el avión había 5 médicos, que asistían como podían al niño mientras el avión aterrizaba.
Cuando llegan a suelo boliviano, el niño baja con su madre pero presenta riesgo de sufrir un neumotórax, un colapso pulmonar que ocurre cuando el aire escapa del pulmón y llena el espacio entre este y la pared torácica, produciendo una grave dificultad a la hora de respirar.
El chico fue trasladado de emergencia a una clínica y se encuentra internado en terapia intensiva, pero afortunadamente estabilizado y fuera de peligro.
La decisión del comandante y de toda la tripulación de realizar un aterrizaje de emergencia, fue lo que salvó la vida del niño. Historia de héroes valientes a bordo, que demuestran que la vida es mucho más importante que cualquier protocolo.