Ilse tenía 17 años cuando tomó la decisión de terminar con su vida. Nunca sabremos con certeza por qué lo hizo. «Ya estoy harta», dejó escrito en su carta de despedida. Seguramente se refería a la vida en general, aunque también pudo ser algo en específico, algún acontecimiento que la impulsó a despedirse de este mundo.
Conoce las señales que pueden ayudar a prevenir el suicidio

A su corta edad se incorporó a las cifras de suicidios en México. De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México (Sedeso), tan solo en la capital del país cada año se suicidan 1,500 personas en todos los rangos de edad. No obstante, la cifra está creciendo de forma alarmante, sobre todo entre los jóvenes de 15 a 29 años.
Probablemente Ilse llevaba semanas o meses pensando en quitarse la vida, pero ninguno de nosotros se dio cuenta. Ni su familia, ni sus amigos, ni sus profesores prestamos atención a las señales que nos envió, porque ninguno de nosotros sabía que eran signos de alarma, las confundimos con «manías de adolescente».

Según cifras del INEGI, en nuestro país cada año se quitan la vida más de 6,000 personas. Para ayudar a prevenir el suicidio, el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México dio a conocer una lista de actitudes que pueden indicar que una persona tiene la tiene intención de terminar con su vida. Dichas señales van de menor a mayor, desde ideas de muerte hasta el acto suicida.
Creado por el mencionado Consejo Ciudadano, en conjunto con el DIF-DF y la Red Mundial de Suicidiólogos de México, el llamado ‘Suicidiómetro’ tiene por objetivo fungir como una herramienta para permita detectar de manera oportuna las etapas del proceso suicida y, por ende, tomar las medidas necesarias para evitarlo.

La escala consta de nueve niveles:
1. Ideas de muerte. Son todos aquellos pensamientos e ideas centrados en la propia muerte, como «¿Por qué no me muero de una vez», «Quisiera estar muerto», etc.
2. Deseo suicida. La persona considera el suicidio como una posible solución a sus problemas. «Si me muero, dejaré de ser un estorbo» o «¿Qué pasaría si me muero?», son algunas de las ideas más recurrentes en esta etapa.
3. Ideas suicidas. En la etapa anterior el suicidio era una opción, mientras que en esta etapa se le considera la única alternativa. La persona tiene pensamientos como «Lo mejor sería que me matara», «Es mejor suicidarme» o «La única solución es el suicidio».
4. Expresión suicida. Quienes se encuentran en el cuarto nivel tienen claras manifestaciones de sufrimiento. «Ya no puedo con este dolor», «Ya no puedo seguir así».
5. Amenaza suicida. Frases como «Si me dejas, me mato», «Si todo sigue igual, me voy a suicidar», entre otras, son utilizadas para atemorizar a aquellas personas que los rodean, sobre todo en situaciones emocionalmente estresantes.
6. Plan suicida. Aquellos que se encuentran en esta etapa comienzan a pensar cómo terminar con su vida. «¿Cómo lo haré?», «¿Cuándo será?», etc.
7. Gesto suicida. En este nivel aparecen las autolesiones, las cuales generalmente son cortes en brazos y piernas.
8. Intento de suicidio. La persona realiza una tentativa de suicidio. Se lesiona a sí misma con la intención de morir.
9. Suicidio. Como es lógico, la etapa final es cuando la persona toma la decisión final de quitarse la vida y lo consigue.
Si detectas que tú o alguno de tus seres queridos se encuentra en alguna de estas etapas, busca ayuda profesional lo antes posible. Todos podemos colaborar en la prevención del suicidio.
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