El temor en padres de niños y adolescentes que participan en deportes de contacto (fútbol americano, soccer, baloncesto etc..) crece a medida que la frecuencia en casos de conmoción cerebral en esta población se disparan a niveles casi epidémicos.
¿Sabes de qué se trata una conmoción cerebral? Entonces debes leer esto
La conmoción cerebral o trauma mínimo a moderado del cerebro, puede ser el resultado de una caída, actividades deportivas o accidentes automovilísticos. Este golpe suele provocar que el paciente se sienta aturdido o confuso; con o sin pérdida de conocimiento. La duración de estos síntomas pueden extenderse por varios días o semanas.
La mayoría de las veces, los síntomas desaparecen después de este periodo y los pacientes vuelven a la normalidad. En ocasiones, la conmoción cerebral puede causar problemas más graves y la exacerbación de condiciones pre-existentes como migrañas, deficit de atención con o sin hiperactividad y problemas específicos de conducta, entre otros.
Demencia prematura, efecto secundario de la conmoción cerebral

Datos recientes apuntan a cómo la severidad y la frecuencia de las conmociones cerebrales pueden correlacionarse directamente con el desarrollo prematuro de demencia.
Es difícil determinar si el aumento en éstos casos se debe a la concientización temprana que por los últimos años se ha enfatizado ante el alza en la incidencia de casos de demencia prematura y alteraciones severas en la conducta de ex jugadores de fútbol americano profesional.
La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL por sus siglas en inglés) ha dirigido sus esfuerzos en la última década a entender la naturaleza y evolución de la conmoción cerebral. Por mucho tiempo, esta condición consideró como un daño reversible al cerebro sin mayores secuelas a largo plazo. Esta definición ha estado bajo escrutinio debido a la presencia de síntomas que prevalecen y el deterioro en funciones neurocognitivas en un grupo mínimo de pacientes.
¿Cómo detectar una conmoción cerebral en tu hijo?

La detección temprana resulta difícil, ya que estos mecanismos traumáticos suceden de forma rápida. Muchas veces se mantiene un nivel conciencia aceptable que tiende a enmascarar su severidad, promoviendo continuidad en la actividad física por parte del atleta.
Una vez esta lesión es identificada, el atleta debe ser atendido por un profesional de la salud inmediatamente. Parte de la evaluación médica incluye un examen neurológico y pruebas de esfuerzo, sensación, equilibrio, reflejos y memoria. Usualmente, se examinan los ojos con una linterna para evaluar asimetría. Es posible que se repitan las pruebas varias veces durante la evaluación médica para corroborar que la función cerebral no se haya deteriorado, como puede ocurrir si el cerebro está sangrando. El médico puede ordenar una radiografía especial llamada tomografía computarizada (CT) o una prueba de resonancia nuclear magnética (MRI) para determinar si hubo daño en el cerebro.
Descanso, tratamiento eficaz

El tratamiento para la conmoción cerebral es descanso. Esto significa que el atleta puede perder clases o tiempo de trabajo si está empleado. Si vuelve a hacer ejercicios demasiado pronto, los síntomas durarán más tiempo y pueden causar mayores inconvenientes.
Una vez se sufre de una conmoción cerebral, el paciente tiene que ser observado durante 8 a 12 horas. A medida que los síntomas desaparezcan, el atleta podrá iniciar nuevamente su rutina cotidiana de forma paulatina después de 2 a 3 días de descanso. No obstante, se debe evitar actividades donde corra el riesgo de volver a lesionarse.
Una segunda conmoción cerebral antes de que la primera se haya sanado puede ser seria. Es importante saber que si ocurre una segunda conmoción antes de que sane la primera, las consecuencias pueden ser fatales, aunque la segunda lesión parezca menor.
Cuando se practican deportes de contacto, es importante que la cabeza se proteja adecuadamente. En deportes como el fútbol americano, es importante usar técnicas de bloqueo y tacleo (tackling) adecuadas y no usar la cabeza para hacer el contacto inicial. En deportes como ciclismo y patinaje, se recomienda el uso de un casco protector.
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William Felix, MD es especialista certificado en medicina de emergencia y deportiva. Actualmente labora como director medico en Emere Walk In Orthopedics and Sports Medicine, Boca Raton, FL y como consultor médico para la NBA. Para mayor informacion, comuniquese al (561) 405-9610 o acceda a www.emere.com