Una de las mayores preocupaciones de toda madre es la alimentación correcta de su bebé: ¿Le doy pecho? ¿Cuándo puede comer sólidos? ¿La formula le caerá pesada al estómago?
¿Sientes que tu leche no llena a tu bebé? Traquila, podría ser una crisis del desarrollo

La lactancia no es un camino sencillo y las complicaciones llegan con las semanas: como llantos anormales o incomodad en tu bebé. Incluso puede que rechace tanto la fórmula como el pecho por un tiempo o que no quiera dejar de mamar.

Esto es conocido como una crisis de desarrollo, pero es algo que ayudará a tu bebé y es más normal de lo que crees.
El pediatra Juan Carlos Carrera explica que las crisis de desarrollo, también conocidos como "brotes de crecimiento", aparecen cada determinado tiempo. La primera vez suele llegar en las primeras tres semanas de vida: notarás que tu bebé se distrae con facilidad, está incómodo y lloriquea más de lo normal.
La segunda llegará cerca de los dos meses de edad, donde notarás una mayor 'desesperación' de tu bebé por tomar pecho. Puede que sientas un tirón más fuerte de lo habitual a la hora de alimentarse.

La última aparecerá a los tres meses, ya que la estimulación sensorial estará a su máximo. Querrá poner atención a todo, pero puede que se distraiga mientras se alimenta, excepto cuando está adormilado, porque estará un poco menos alerta.
¿Por qué ocurren las crisis de la lactancia?
La pediatra y especialista en lactancia materna, Luisa Fernanda Santos, explica que las crisis del desarrollo son etapas en donde los bebés maduran, así que para prepararse fomentan la producción de leche materna porque "saben" que tendrán un mayor requerimiento calórico. Por esta razón parecen insaciables a la hora de alimentarse.

La recomendación es que no te angusties, porque estas crisis son necesarias para el desarrollo de tu bebé. Sigue alimentándolo como sueles hacerlo, y si tu bebé solicita más alimento no dudes en brindarlo.
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