“Esta página ha sido creada con la intención de ayudar a parar la estafa despiadada apoyada por Facebook y cometida por muchas falsas compañías de ropa”. Con este contundente mensaje la página, paradójicamente puesta en Facebook, ‘Fashionmia Dressliy Rosegan scam victims’ intenta agrupar las cientos de consumidoras insatisfechas, (valdría más bien decir furiosas) que han comprado ropa baratísima promocionada en anuncios en esta red social y que luego, por diferentes razones, han terminado siendo un fraude.
Trampas fashionistas: las tiendas chinas en las que es mejor no comprar tus vestidos
Pedidos que nunca llegan, vestidos rotos y dinero extraviado son algunos de los líos con los que los compradores online de estos sitios se van a topar. Trajes de matrimonios y proms los más problemáticos.


El nombre de la página apela justamente a cada una de las tiendas online que los miembros de la comunidad han señalado con ahínco como fraudulentas: Fashionmia, Dreslily, Rosegal.

Basta con hacer el ejercicio de poner en el buscador de Google la palabra Rosegal para toparse con 3.689 quejas que el sitio SiteJabber ha condensado y en donde la venta de ropa online recibe contundente una estrella en su calificación. Al hacer lo mismo con Fashionmia, aparece justo debajo del link oficial del sitio web, uno que expone los 1416 comentarios que de nuevo le dan la penosa calificación de uno.
La página de Facebook que agrupa a las indignadas consumidoras cobró una especial relevancia desde ayer una vez que Buzzfeed publicó una investigación titulada, “Say no to the dress” sobre algo que, con naturalidad, casi todas los amantes de comprar en línea han padecido: pedidos que nunca llegan, vestidos que no son de los materiales prometidos, sacos que son tres tallas menos de la ordenada, aunque la marquilla diga que es de la talla correcta y dinero extraviado que nunca reembolsan tras regresar la prenda.
La investigación revela que la mayoría de avisos publicitarios con los que conquistan a las incautas navegantes de Facebook -que de repente ven aparecer ante sus ojos la extraordinaria oferta de un vestido que pasa de 252 dólares a 19- son imágenes robadas de revistas o extraídas de famosas blogueras e Instagrames que sin saberlo terminan viendo su imagen promocionando un lindo vestido que en realidad termina siendo no de algodón sino de un penoso plástico.
Lugares como Better Business Bureau, una compañía especializada en recomendar negocios confiables, han alertado a los consumidores a no poner sus números de tarjeta de crédito en los cautivantes avisos de nueve tiendas: Dresslily, Fashionia y Rosegal, pero además Rotita, Rosewholesale, tbdress, sammydress, twinkledeals, lightinthebox, y han mostrado los riesgos de comprar en estos lugares, -una denuncia incluso hablaba de recibir un vestido que estaba cosido al revés-, sin conseguir que los avisos dejen de aparecer en Facebook con alta frecuencia y gozando de más seguidores.
Las categorías de vestidos de matrimonio y de proms (graduación) parece ser las que más decepción genera una vez que los vestidos recibidos están a años luz de parecerse a los de las imágenes que lo publicitaban, y nadie está hablando de que te quede igual que a la guapa modelo, telas pobres, malos acabados, tallas imposibles de usar y… hasta “un olor hediondo” son algunos de los altercados que las compradoras de estas tiendas tendrán que enfrentar.
Esto sumado a la normal decepción que se tiene después de creer haber conseguido un bello vestido casi regalado y no tener realmente nada que usar un dia antes del añorado evento.
Si bien estas alertas tienen que inquietar a los consumidores para que sean más cautos ante la ferocidad de los avisos que profesan rebajas, también tiene que abrirles una pregunta básica: ¿puede de verdad un bello vestido de temporada costar solo 12 dólares con gastos de envío incluido? Un vestido de calidad cuesta tiempo y dinero.
Las compradoras de otros sitios online chinos como AliExpress aseguran que sus vestidos llegan tal y como lo prometieron y en el tiempo justo, pero admiten también que las imágenes con las que se promocionan los artículos son más que realistas.
Así como en el canasto de saldos no se puede esperar conseguir el vestido de tus sueños, estos sitios de compra online chinos tampoco parecen ser el lugar más seguro para hacer tus anheladas compras de primavera.
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