¿Lo mando o no?: Cuándo no llevar a tu hijo a la escuela

Un niño enfermo no debería ir a la escuela, más allá de la situación que se viva en la casa. No sólo que el chico necesita asistencia especial, que la escuela no se la puede dar, sino que además puede contagiar a otros chicos o enfermarse más aún.

Por:
Univision
¿Cuándo no mandarlos a la escuela?
¿Cuándo no mandarlos a la escuela?
Imagen Dreamstime


Tu hijo tuvo fiebre toda la noche, le diste medicina y se despertó mejor. ¿Lo mandas a la escuela o lo dejas en casa?

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Cuando ambos padres trabajan fuera de la casa, o en el caso de padres que crían a sus hijos prácticamente sin ayuda, o de aquellos que no tienen horario flexibles, que uno de sus hijos no pueda ir a la escuela porque tiene fiebre o le duele el estómago le genera un problema extra. No solo se preocupan por la salud del hijo, sino por sus trabajos.

Será por eso que cerca de un 20 por ciento de madres y padres reconocen con dolor haber mandado a sus hijos a la escuela, aún sabiendo que estaban enfermos, porque no tenían con quién dejarlos y temían perder su empleo o tener problemas en el trabajo si se quedaban en casa a cuidarlo.

Pero un chico enfermo no debería ir a la escuela, más allá de la situación que se viva en la casa. No sólo que el chico necesita asistencia y cuidado especial, que la escuela no se la puede dar, sino que además puede contagiar a otros chicos en su clase o enfermarse más aún. Y ningún padre ni maestro quiere eso para sus hijos y alumnos.

Si bien cada escuela tiene sus normas de cómo y cuándo no se puede mandar a los chicos a clases, hay situaciones que prácticamente aplican para cualquier institución educativa y que son las siguientes:

1- Si tiene fiebre: solo puede regresar a la escuela cuando hayan pasado 24 horas sin fiebre y sin medicamentos para bajar la fiebre. Fiebre se considera a la temperatura de 100 grados Fahrenheit para arriba.

2-Si se despierta con los ojos pegoteados y rojizos (‘Pink Eye’): antes de regresar a clases debe ser visto por un médico para descartar que sea conjuntivitis y que contagie al resto de la clase.

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3- Si tiene Varicela (Chicken Pox): debe permanecer en la casa hasta seis días después de que aparece el sarpullido.

4- Si ha vomitado durante la noche o antes de ir a la escuela: en muchos colegios la política es que pasen al menos 24 horas sin vomitar. El vómito puede ser síntoma de una virus estomacal, y muchos de esos son muy fáciles de contagiar. Lo mismo con la diarrea.

5- Infección de garganta: el niño necesita ser visto por un médico y medicado, si es necesario, antes de poder regresar a la escuela. En algunos casos el ardor en la garganta es causado no por bacterias sino por un virus, que también es muy contagioso.

6- Piojos: si tu hijo tiene piojos (aunque le hayas encontrado solo uno vivo) no puede regresar a clases hasta que esté libre de piojos y liendres y la enfermera de la escuela lo revise y le dé el OK para retornar.

7- Impétigo: debe permanecer en la casa hasta que los signos de la infección hayan desaparecido y requiere de una nota del médico que autorice su regreso a clases.

8- Erupciones o sarpullidos: necesita que un doctor lo revise y decida si puede o no ir a la escuela.

9- Tos persistente: si tu hijo ha pasado toda la noche tosiendo y no mejora por la mañana, eso puede ser signo de alguna afección que requiera una visita médica. Lo mismo si tiene un resfriado muy intenso, que no le permite hacer las actividades cotidianas.

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10- Dolor: si tu hijo te dice que le duele mucho el estómago, la cabeza, o tiene dolor de oído o muela es conveniente que lo lleves al médico antes de mandarlo a la escuela.

Estas recomendaciones son basadas en el Departamento de Educación de New York y varían según los estados, y por eso es importante que cada familia sepa cuáles son las normas de la escuela a la que asisten sus hijos.
Por último, confía en tus instintos: tú conoces mejor que nadie a tu hijo y puedes saber si luce diferente, más cansado, apagado etc, o si tiene algún síntoma que sea señal de que necesita una visita al médico o simplemente reposo en casa.