5 momentos que puedes disfrutar con tu abuela pero nunca con tu madre

Por:
Univision

¡Mi abuela es la mejor! Sin pensarlo dos veces puedo asegurar que ella fue como mi segunda mamá y muchas veces pude disfrutar cosas con ella que no pude con mi madre. ¿Tu sientes lo mismo? Entonces seguro que coincidimos y atesoramos estos momentos. 

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1. Ver películas antiguas

Mi madre no tenía mucho tiempo para sentarse a mirar una película conmigo, en cambio mi abuela ¡siempre estaba disponible! Gracias a ella aprendí a conocer las grandes películas clásicas del cine. Si no hubiera sido por ella nunca habría visto “Lo que el viento se llevó”, “El padrino” y otras películas que quedaron grabadas en mi memoria.

2. Experimentar en la cocina

Si bien las mamás pueden ser muy buenas cocineras, las abuelas preparan mucha más variedad de cosas. Entrar en la casa de mi abuela era transportarme a un mundo de aromas y sabores que aún hoy están en mi memoria. Con mi madre era más difícil hacer lo que yo quisiera en la cocina, pero mi abuela me permitía preparar diferentes cosas, ¡y a mi me encantaba!

3. Las historias familiares

Hay muchas cosas que mi madre no se acuerda porque era muy pequeña, pero mi abuela era un libro abierto. Ella conocía al dedillo toda la historia de nuestra familia. Gracias a ella pude aprender de dónde veníamos, cuáles eran nuestros antepasados y cómo llegaron aquí.

Imagen Shutterstock

4. Jugar juegos de mesa

A mi abuela le encantaba jugar juegos de mesa. Recuerdo que teníamos partidas interminables de dados o de dominó y ella no se cansaba nunca. Obviamente yo tampoco y una de las cosas que me gustaba mucho cuando iba a su casa era ver que traía el cubilete con los dados o las cartas, ¡era muy divertido!

5. De su imaginación

Mi abuela era una especie de genio creativo. Ella siempre tenía un nuevo cuento en su mente o si no se le ocurrían nuevas historias, contaba las de siempre con algunos agregados extra. Esto significaba que poníamos en marcha nuestra imaginación pues las dos dábamos ideas sobre lo que le pasaría a cada personaje y cómo actuaría en consecuencia... lográbamos unas historias muy lindas. Tal es así que hoy en día se las cuento a mis hijas y a ellas les encantan.

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Seguro que tú pasaste por estas mismas cosas con tu abuela. Si aún la tienes contigo, disfrútala mucho que seguro que ella va a amar cada segundo que pasa contigo.