Es penoso que aún vivamos en sociedades donde se espera que el hombre corra con todos los gastos de una cita. En muchos lugares se sigue pensando que el caballero debe pagar, no solo en el primer encuentro, también en los subsiguientes. Aunque es cierto que muchas mujeres no tienen problemas en colaborar con el costo de una cena o salida, todavía en muchas sociedades lo esperado es que el varón SIEMPRE pague y punto.
¿Por qué los hombres tienen que pagar la cuenta?
No es absoluto, la percepción varía ligeramente de acuerdo con la cultura de cada persona y su ética personal, pero desde mi experiencia puedo decir que es más o menos así en casi todas partes. Esto me parece que es un doble estándar de proporciones gigantescas si consideramos el tiempo y las condiciones en que vivimos. Y antes de arribar a la conclusión de que este artículo es la queja desesperada de un hombre en bancarrota, te aconsejo que lo leas completo, ya que puede darte mucha luz acerca del tema.
¿Por qué los hombres tienen que pagar?

Esta costumbre está completamente desconectada de la realidad actual. La percepción de que el hombre siempre debe ofrecerse y pagar viene de los tiempos en que las mujeres no tenían independencia económica. En la actualidad, la mujer no solo trabaja y gana su propio dinero, también se ha liberado (al menos en gran medida) de las obligaciones que acompañaban a ese y otros sistemas de dependencia.
Entonces, ¿por qué la costumbre continúa vigente en nuestros días? Me imagino que muchas personas de ambos sexos simplemente la aceptan sin cuestionar si es realmente correcto pagar o que les paguen todo el tiempo.
También muchos hombres sienten que no es justo, pero no saben cómo manejar la situación, ya que se considera una descortesía pedirle a la dama una cooperación con la cuenta, dependiendo del contexto y de qué tan bien se conozcan. Otros hombres, con evidente baja autoestima, gastan fortunas para impresionar a las mujeres, reforzando la errónea idea de que el hombre es un mero proveedor. Para algunas mujeres resulta más simple aceptar una costumbre que las beneficia y las coloca en una posición ventajosa, al menos en cuestión de dinero.

Pero, ¿hasta qué punto esto es algo justo y decente? Opino que esta costumbre perjudica a ambas partes por igual y debería ser reevaluada por ambos sexos.
El hombre debería cuestionarse cuánto su chica lo considera si esta espera que él pague cada vez que salen, especialmente si ambos están en igualdad de condiciones financieras, o si este gana menos que ella. No olviden que es fácil para los chicos dudar si el interés de la chica está 100% en él como persona cuando proporciona diversión gratis frecuentemente.
Para las chicas es igual de importante considerar un cambio de costumbre. En cierta forma esta práctica cosifica a la mujer. Algunos hombres pueden pensar que tienen más poder en la relación simplemente porque corren con los gastos. Por otra parte, esto neutraliza (incluso inconscientemente) el sentido de independencia, autonomía y capacidad de la mujer. Yo me pongo en los zapatos de una mujer y creo que me sentiría inútil o inferior si alguien tiene que pagar por mí todo el tiempo. No se puede hablar de igualdad de la mujer y aprovecharse de ello. Tampoco es posible hacer un cambio real en el mundo si seguimos acudiendo a costumbres viejas solo por conveniencia.
Resulta triste que muchas mujeres piensen que es justo que el hombre siempre pague porque obtendrá el favor de su compañía.

No hay nada malo en invitar y pagar. De hecho se siente muy bien ver que alguien está disfrutando algo que le hemos regalado. Pero en el preciso momento en que esto se convierte en una obligación, se pierde el respeto hacia uno mismo y la consideración hacia los demás.
También es cierto que en la mayoría de las sociedades las mujeres siguen ganando menos dinero que los hombres. Por eso, los gastos deberían compartirse de manera proporcional con la solvencia económica de cada parte, salvo circunstancias específicas que ameriten la cortesía. Todos nos sentiríamos mejor así.
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