LOS ÁNGELES, California.- Durante 15 años la familia Vasquez Durán ha vendido raspados en el mismo lugar, pero la golpiza que sufrieron –que les causó daños físicos y psicológicos– les ha hecho tener miedo de volver a su sitio de trabajo.
Familia hispana que vende raspados en Los Ángeles recibe golpiza por no tener un producto
Durante 15 años, la familia Vasquez Durán vendió raspados en las calles de Los Ángeles, California. A comienzos de septiembre, terminaron en el hospital tras recibir una golpiza por parte de un grupo de clientes que no encontró lo que quería.
Hasta lo que era rutinario se ha convertido en sufrimiento debido al recuerdo de aquel día en el que una familia de clientes los golpeó y robó dinero, porque no tenían un producto que buscaban.
Comenzaba septiembre cuando la agresión ocurrió, eran las 3 de la tarde, un grupo de personas se acercó a la familia que estaba en la Figueroa, vendiendo sus raspados como cada fin de semana, comenzaron una discusión que derivó en golpes.
“Yo corría para un lado, corría para el otro. Veía que todo grababan y les gritaba que lo soltaran. Me agarraron a patadas”, explicó Lucy Durán, quien en medio de llanto contó que vio como varias personas golpeaban a su esposo.
Isaí, el padre de familia, terminó en el piso, sus atacantes lo pateaban sin piedad. Los hechos quedaron grabados en video, en las imágenes se ve que las víctimas eran superadas por número por sus atacantes, lo que hizo que quedaran con importantes heridas.
¿Cómo comenzó la agresión?
Karina Cerón, hija de la pareja de vendedores que también trabaja en el sitio, explicó que la agresión comenzó luego de que se les informara a los clientes que no tenían un producto solicitado y uno de los hombres insultó a su madre llamándola “perra”.
Al escuchar el insulto hacia su madre, Karina le preguntó al sujeto si así lo habían educado. En respuesta el hombre regresó y le dio un fuerte golpe en el pómulo, abriéndole una herida.
Lleno de coraje y con el deseo de defender a su hija, Don Isaí hizo frente al agresor, pero el resto de la familia se unió a los golpes, dejándolo en el suelo, donde lo patearon varias ocasiones. Su esposa y su hija también recibieron una golpiza.
“Lo veía a él y pensaba, ya me lo mataron”, dijo Karina llorando al recordar el hecho.
Pero las cosas llegaron a un límite cuando alguien intentó apuñalar al padre, algo que la hija impidió con sus propias manos que ahora tienen cortaduras causadas por el cuchillo.
“Trató de meterle el cuchillo a mi papá y yo se lo agarré con las manos y me cortó los dedos”, narró Karina.
La familia terminó en el hospital, a Karina le pusieron puntos en el pómulo para cerrar la herida, Lucy tiene moretones por todo el cuerpo e Isaí resultó con muchos golpes y heridas, aunque ahora ya todos están en su casa.
Denuncia por robo y agresiones
Por si la golpiza no hubiera sido suficiente, la familia también sufrió el robo de 500 dólares, por ambas cosas presentó la denuncia correspondiente. Ahora solo les toca esperar a que las autoridades resuelvan la situación.
“Me siento importante, con miedo de ir a trabajar por lo mismo de que nos pueda pasar algo ahí. Yo tengo que mantener, tengo muchas cosas que pagar”, dijo Lucy.
Para ayudarse con los gastos que salieron por la atención médica, Karina abrió una recaudación en GoFundMe, pues además no saben cuándo volverán a trabajar ya que aún se están recuperando de sus heridas.
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