Voluntarios hallan "cementerio" de migrantes en desierto de Arizona y Nuevo México

El trabajo de los voluntarios logró que fueran identificadas una mujer salvadoreña y otra mexicana, sin embargo, cada vez encuentran más huesos y acusan que las autoridades no hacen nada por recogerlos, dejándolos expuestos al sol y al olvido.

Por:
Univision
Un grupo de voluntarios que busca personas desaparecidas en zonas de cruce migratorio en el desierto de Arizona y Nuevo México ha encontrado varios huesos humanos y pertenencias. Aunque no se ha confirmado que los huesos son de inmigrantes, activistas denuncian la falta de acción de las autoridades para recuperarlos e identificarlos. Te puede interesar: Un padre hispano es asesinado a balazos frente a sus hijos: la policía busca al sospechoso.
Video Voluntarios hallan huesos humanos en el desierto de Nuevo México: "El gobierno no los recoge"

PHOENIX, Arizona.- El cruzar la frontera en busca del sueño americano muchas veces termina en pesadilla y muchos de los migrantes que lo buscan terminan sin vida en el desierto.

Voluntarios se dedican a ayudar a los inmigrantes y localizar a personas desaparecidas aseguraron haber encontrado varios huesos, en lo que parece ser un " cementerio" de migrantes en las zonas áridas del desierto entre Arizona y Nuevo México.

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En un espacio ubicado a unas 2 millas de la frontera entre México y Estados Unidos, los voluntarios ubicaron una zona transitada por los inmigrantes en donde patrullan a pie en busca de personas desaparecidas.

Ahí han encontrado restos humanos, mochilas olvidadas y ropa desgastada, evidencia silenciosa de vidas truncadas en el intento por llegar a Estados Unidos.

Uno de estos voluntarios es James Holeman, líder de The Battalion Search and Rescue, una organización de búsqueda y rescate que opera cerca de la frontera, la cual fue fundada en 2020 en Arizona. En los últimos 18 meses, su grupo ha localizado múltiples restos humanos en el sur de Nuevo México, en lo que consideran un "cementerio sin cruces" en pleno desierto.

Hemos encontrado cerca de 27 lugares con huesos. A veces es solo uno o dos, pero otras veces es un esqueleto casi completo”, explicó Abbey Carpenter, voluntaria del grupo.

El trabajo de los voluntarios

Durante sus operativos, los voluntarios se dividen en pequeños equipos y recorren cuidadosamente la zona. Fue así como recientemente hallaron una mandíbula humana con toda la dentadura intacta.

“No quiero encontrar esto. No quiero pensar que otra persona perdió su vida aquí”, comentó Emmily Miller, otra voluntaria.

Los restos, desgastados por el sol, el viento y el paso del tiempo, suelen estar expuestos a la intemperie y al olvido. Junto a ellos, los voluntarios encuentran objetos personales como mochilas, prendas de vestir y zapatos. En un recorrido reciente, Holeman identificó lo que parecía una pelvis humana, y no muy lejos, un fémur aún con restos de cartílago adherido.

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“Este es un lugar donde mucha gente está cruzando”, señaló, refiriéndose a lo cercano que está el sitio del muro fronterizo, a solo dos o tres millas de distancia y próximo a pequeños poblados.

Aseguran que hay una falta de

acción de las autoridades

Esta proximidad frustra a los voluntarios, quienes lamentan que, pese a estar literalmente en los patios de algunas viviendas, las autoridades no actúan para recuperar los restos.

“Es muy triste saber que esto ocurre aquí mismo, en nuestra propia yarda”, dijo José Acosta, otro voluntario. “Aquí crecí. Traigo a mis hijos a pasear en carritos por esta zona”.

Algunos restos fueron descubiertos en septiembre del año pasado, pero continúan expuestos bajo el cielo del desierto.

“Estoy muy enojada con mi gobierno porque no hacen nada. No recogen los cuerpos, son personas”, expresó Carpenter.

A pesar del dolor y la indignación, los voluntarios han logrado avances significativos. En el pasado, ayudaron a identificar a una migrante salvadoreña y a una mujer mexicana. Aseguran que seguirán buscando, con la esperanza de que más familias obtengan respuestas y que los desaparecidos no queden para siempre a merced del desierto.

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La de 
<b><a href="https://www.univision.com/local/arizona-ktvw/aguida-vasquez-inmigrante-embarazada-murio-desierto" target="_blank">Aguida</a></b> es la de una joven mujer guatemalteca que, con un 
<b>embarazo de entre 16 y 18 semanas</b>, decidió emprender el camino hacia Estados Unidos, con la ilusión de que ese bebé que llevaba en su vientre pudiera tener una mejor vida que ella.
Fue a principios de este año cuando 
<b>Aguida Vásquez, una joven guatemalteca de 24 años</b>, tomó una de las decisiones más duras: dejar su natal Concepción Tutuapa, con todo y su embarazo de alrededor de cuatro meses, y se dirigió a la frontera.
Aguida logró cruzar la frontera de México con Estados Unidos, hasta internarse en un punto del 
<b>peligroso desierto de Arizona</b>.
La mujer llevaba consigo su teléfono móvil. Con él, 
<b>pudo enviar una serie de audios a su familia</b>, relatando lo duro de su travesía, con una voz que, poco a poco, daba cuenta de cómo su salud se iba deteriorando de manera irremediable.
"No se preocupen, familia. 
<b>Yo voy a estar bien</b>", dijo Aguida, con el aliento cortado, agitada. También admitió que el traficante de personas que la llevaba la había abandonado.
"
<b>Esto sí es una verdadera pesadilla para mí</b>", admitió una mujer ya afectada por las devastadores condiciones del desierto, sin suficiente agua, sola y, recordemos, embarazada.
Caminó tres días con sus noches, y le dijo a su familia que su teléfono ya estaba por apagarse. “
<b>Estábamos con la esperanza de que podíamos encontrarla con vida, pero, lamentablemente, no fue así</b>”.
Lo anterior lo declaró el hermano de Aguida, 'Juan', quien utilizó ese nombre por seguridad y pidió que su rostro no fuera mostrado.
Ante ello, 
<b>la familia de Aguida se comunicó con la Patrulla Fronteriza</b> para que comenzara la búsqueda de inmediato.
Agentes se desplazaron a la zona, pero no lograban dar con ella.
<b>Varios rescatistas también se desplegaron</b> en la zona; se internaron incluso en el terreno de Terry Stanford, una ranchera de Sonoita, para sumarse a la búsqueda.
<b>La búsqueda se prolongó durante varios días</b>; buscando en los caminos y arroyos transitados usualmente por los migrantes.
“
<b>Te quiero mucho, ¡ah!</b>”, fueron las últimas palabras de Aguida Vásquez, en el último audio que le llegó a su familia.
Dos semanas de búsqueda finalmente terminaron. Los restos de Aguida fueron localizados en la cima de una colina.
Fue hallada en el condado Santa Cruz, cerca de la frontera. Vestía ropa camuflada y estaba con un grupo de personas.
Estaba a apenas una milla de distancia del rancho de Stanford quien, con lágrimas, lamenta no haberla podido ayudar y evitar el trágico final.
El Consulado de Guatemala informó a la familia que había localizado un cuerpo. "
<b>Es un gran dolor</b>" para la familia entera, lamentó 'Juan'.
La mujer murió por deshidratación. El forense local, Gregory Hess, confirmó que Aguida tenía en su vientre un feto masculino de entre 16 a 18 semanas de gestación.
<b>Una cruz amarilla, con un rosario pendiendo de ella, quedó en el sitio donde fueron hallados los restos de la guatemalteca</b>. Murió, según las autoridades, junto a un grupo de personas.
La puso allí
<b> Álvaro Enciso</b>, un colombiano que dedica parte de su tiempo a colocar cruces en sitios donde inmigrantes han tomado su último aliento.
"Me gustaría 
<b>que la familia viera el lugar donde ella falleció</b>", aseguró Enciso.
Los restos de Aguida fueron repatriados a su natal 
<b>Concepción Tutuapa en Guatemala</b>, donde su familia pudo darle sepultura para el descanso eterno.
La historia de Aguida se suma a la de otros 
<b>28 migrantes que han muerto este año al cruzar la frontera</b>, el implacable desierto les negó la oportunidad.
Los inmigrantes suelen enfrentar el abandono de los traficantes sin escrúpulos, que les prometen en vano llevarlos al otro lado de la frontera a cambio de sumas de dinero nada fáciles de conseguir.
Allí, deben afrontar 
<b>condiciones desafiantes, en un desierto que no conocen </b>y que deteriora rápidamente sus condiciones.
Si no reciben ayuda de manera rápida, el final suele ser trágico.
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