LOS ÁNGELES, California.- Aunque no tan rápido como la familia y los propios hermanos Menéndez, Lyle y Erik habrían querido, poco a poco se concreta el camino que podría darles acceso a libertad condicional. Un juez de la corte en Van Nuys será quien decida sobre la petición de resentencia que sometió el fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón, el pasado viernes.
Hermanos Menéndez: Juez de Van Nuys revisará el caso y su abogado pedirá revocarles la condena
Aún no se ha establecido un cronograma para la revisión del caso, por lo que aún no hay fecha para que comience el proceso que podría darles a Lyle y Erik Menéndez libertad condicional.
Gascón envió la recomendación de revisión de sentencia que anunció un día antes en conferencia de prensa, junto a la familia extendida de Lyle y Erik Menéndez. El caso fue transferido a Van Nuys por el juez presidente de la división penal del tribunal.
Y este lunes 28 de octubre, el caso fue transferido al juez del Tribunal Superior, Michael Jesic. En adelante, se espera la coordinación jurídica del cronograma para la presentación de documentación y audiencias para la revisión de condena.
Búsqueda de nueva sentencia
Gascón busca que la sentencia de cadena perpetua se reduzca a 50 años o de por vida, pero con posibilidad de libertad condicional, esto tras el buen comportamiento que los hermanos Menéndez han tenido en prisión. También, dándoles el beneficio de la duda sobre haber sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre, el ejecutivo José Menéndez.
Por su parte, Mark Geragos, abogado de los hermanos, dijo a KTLA que, en caso de llevarse a cabo una audiencia de resentencia, buscará revocar la condena por asesinato. En su lugar, solicitará el cargo menor de homicidio voluntario.
La pena máxima por homicidio es de 11 años. En caso de que se apruebe, Erik y Lyle Menéndez podrían ser elegibles para la libertad condicional y de esa manera recuperar su libertad, con menos condiciones.
El crimen que los llevó a prisión
Los hermanos Menéndez están en prisión por haber asesinado con escopetas a sus padres, José y Kitty Menéndez, en agosto de 1989, dentro de su residencia en Beverly Hills. El parricidio cobró relevancia debido a que el padre era un reconocido ejecutivo del entretenimiento.
Los gastos excesivos tras cobrar la herencia se hicieron notorios y fueron señalados por la fiscalia como el móvil del crimen, codicia pura. En el primer juicio de los hermanos Menéndez, se revelaron terribles detalles en los que Lyle y Erik aseguraban haber sido víctimas de abuso sexual, así como emocional y físico por parte de su padre.
El jurado no llegó a un acuerdo, por lo que tuvieron que ir a un segundo juicio, donde solo Erik pudo testificar, ante las acciones inmaduras de su hermano mayor en prisión. De ese segundo juicio, ambos salieron condenados por asesinato.
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