Conoce el papel de los planetas en cada etapa de nuestra vida

Conoce el papel de los astros en nuestra vida según los ciclos que estamos atravesando.

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Por:
PROFESOR ZELLAGRO.
Video Planetas directos ¿Cómo te afectan?

Resulta muy interesante conocer el papel de los astros en nuestra vida según los ciclos que estamos atravesando, y realmente sorprende su influencia dentro de cada etapa que nos toca vivir, desde el nacimiento, la infancia, niñez, adolescencia, madurez y edad adulta hasta los últimos años de la vida.

En la Astrología tradicional cuando se determinaban los ciclos del desarrollo humano se le adjudicaban un astro con sus cualidades correspondientes cada una de las diferentes etapas de la vida.

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La infancia está regida por la Luna hasta comenzar la escuela


La Luna es el cuerpo astral que rige las emociones, de ahí que los primeros meses y los primeros años antes de empezar a hablar e ir a la escuela está regido por la Luna y determina las reacciones iniciales durante ese período de la vida. Los primeros reflejos con incondicionados, o sea, nacen ya con el bebé y a partir de ellos se van creando los reflejos condicionados.

Los seres humanos pertenecemos a la orden mamíferos dentro de la escala zoológica y por tanto esos primeros momentos de vida son similares a los que experimentan el resto de las otras especies de la misma clasificación.

Por eso suele decirse de una persona adulta que sigue actuando bajo los efectos de las emociones que “no ha superado la infancia y no ha madurado”, ya que aún sigue los impulsos procedentes de la Luna, reminiscentes de su niñez.

El comienzo del aprendizaje en la infancia está regido por Mercurio


El planeta Mercurio rige las comunicaciones y la expresión en general. Cuando el bebé empieza a hablar y luego a dar sus primeros pasos dentro de la escuela su aprendizaje se encuentra bajo la égida de Mercurio y de ahí la facilidad de expresión y comunicación que le acompañará el resto de su vida.

Por lo que es vital ayudarle a desarrollar esas capacidades, responder sus preguntas, hablar con los pequeños constantemente. Ellos nos necesitan y en la medida que les hablamos y les leemos historias les estamos ayudando a desarrollar su inteligencia.

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La adolescencia está regida por Venus


Venus se considera el planeta del amor y cuando se entra en la pubertad y el período de la adolescencia empieza a sentirse la sexualidad y manifestarse en cada joven. Es el ciclo regido por Venus en que la pasión impera, se idealiza el amor, es el tiempo para vivir las fantasías tipo “Romeo y Julieta”, los llamados “sueños de juventud”, el momento en que cometemos las llamadas “locuras de amor”.

Es la estación de la vida en que todo se justifica y se entiende, se piensa en términos de intensidad afectiva, se dejan padres y amigos para seguir un sueño, estar junto a la persona amada, se desafían autoridades y circunstancias pues el amor lo puede todo.

La primera parte de la juventud por el Sol


Una vez que se avanza un poco más y se va dejando atrás la pubertad y el despertar del sexo y la entrada en la juventud primera entonces nos rige el Sol, no sentimos invencibles, dueños del mundo, centro del universo.

Es muy importante en este ciclo encontrar el justo medio puesto que de no hacerlo existe el riesgo de convertirnos en seres humanos egoístas y desconsiderados pensando que todo el mundo gira alrededor de nosotros.

Felizmente, no siempre es así y cuando se logra el equilibrio entonces en lugar de volvernos arrogantes, pretenciosos y faltos de consideración, nos valoramos mejor y valoramos mejor a los demás y a sus esfuerzos por superar sus debilidades.

La segunda parte de la juventud por Marte


Una vez que se va desarrollando la juventud y disponemos de una energía inagotable, el planeta que nos rige es Marte. Son los años en que podemos estar días y noches sin dormir y no nos cansamos, el tiempo de las grandes aventuras físicas, los excesos inclusive, el ciclo ideal para participar en competencias deportivas, correr riesgos, escalar montañas, atreverse a entrar en negocios osados.

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Marte es el planeta de la energía, la vitalidad, la acción, la temeridad, el tiempo en que los jóvenes se lanzan a las aventuras, ¡se conquista el Himalaya!

Los años de madurez están regidos por Júpiter


Una vez pasada la efervescencia de Marte entonces empieza un proceso de sedimentación, de aprovechar las experiencias y oportunidades. Es el tiempo de la expansión regido por el mayor planeta del Sistema Solar.

Es en esta fase en que debemos integrar todo lo anterior, la sensibilidad y emociones dadas por la Luna y el Sol, el carisma de Venus y la decisión y coraje de Marte para entrar en una edad adulta madura en la que todo se equilibra. Aprovechando lo mejor de lo que se haya aprendido desarrollamos nuestro potencial.

La ancianidad está regida por Saturno


La última fase de la vida, las llamadas tercera y cuarta edad, el ciclo que nos convierte en ancianos según pasan los años, está regido por el planeta Saturno, el gran maestro, el que indica el Karma, el aprendizaje que hemos logrado en la vida.

Nos prepara para la transición final en la que terminamos nuestro paso por el mundo. Cuando se llega a estos años con madurez, auto confianza y auto estima, seguridad y dignidad entonces ese período de la vida, contrario a lo que muchos podrían pensar, se vuelve muy creativo, interesante y un verdadero ejemplo para los demás.

La impulsividad de Marte junto a la elocuencia de Mercurio y la pasión de Venus se canalizan a través de la experiencia de Saturno.

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Por esa razón suele decirse que “no importa la edad”. Hay quienes a los 40 años ya asumen actitudes de personas de 80 y otros que a los 80 mantienen la misma vitalidad, alegría y optimismo, deseos de vivir, servir y ser útil a los demás con la misma intensidad que podrían haberlo hecho muchos años atrás.

El papel de Urano, Neptuno y el planetoide Plutón


Estos planetas se descubrieron después del conocimiento tradicional de los anteriores y siguen siendo punto de debate y discusión entre los astrólogos contemporáneos respecto al rol que desempeñan en los diferentes ciclos de la vida.

Se les asigna más bien un papel complementario en cada etapa. Ejemplo, Urano acentúa el sentido de independencia, la creatividad, la solidaridad y actitud comunitaria lo cual puede prevalecer durante toda la vida.

Neptuno marca esa cualidad sensible de soñar, el temperamento poético y la fantasía, otros ejemplos de lo que puede acompañarnos en todas las etapas, mientras el planetoide Plutón nos indica nuestra realidad la importancia de vivir cada día como si fuera el último de nuestras vidas, pero también como si tuviéramos toda la eternidad para vivirlo. Ese es el justo medio de las cosas.

También se está estudiando ahora el papel del planetoide Ceres dentro del sentido del ahorro y la forma en que invertimos nuestros recursos, pero aún no se les ha asociado un ciclo específico.

Como vemos, según transcurre nuestra vida, el impacto de cada astro es diferente, pero muy marcado y si logramos equilibrarlo de modo tal que seamos realistas, sin dejar de soñar, entonces habremos logrado la fórmula perfecta: “actuar con los pies sobre la tierra para resolver las cuestiones prácticas de la vida mientras la equilibramos con la cabeza en lo alto para no dejar de soñar y dirigir nuestra mirada a lo sublime y poético.