FRESNO, California.- El programa de Acción Diferida, conocido como DACA protege a unos 800 mil jóvenes de la deportación. Muchos de ellos nunca han salido del país, ya que su estatus legal los restringe de ello. Un permiso especial, que es reservado para emergencias, es el único que autoriza a los jóvenes DACA viajar al extranjero.
Jóvenes DACA podrían entrar y salir del país con mayor facilidad con el nuevo gobierno
A pesar de su estatus migratorio y de las restricciones bajo el gobierno de Donald Trump, dos beneficiarios de DACA pudieron viajar al extranjero haciendo valer una excepción del programa. Esperan que estas restricciones se relajen en el próximo gobierno.
Es posible mediante el programa Advance Parole, dice un abogado de inmigración, quien además anticipa más posibilidades de viaje para beneficiarios de la Acción Diferida una vez que Joe Biden inicie su mandato en enero próximo.
“Me fui de Estados Unidos el 11 de octubre", cuenta Pablo Gutiérrez, quien viajó a México por primera vez desde su llegada a Los Ángeles en el 2005. Mientras Pablo volaba a Michoacán, Erika Hernández se preparaba para volver a Carolina del Sur desde Hidalgo, México.
"Tenía 17 años que yo no iba a mi país", comenta Erika.
Erika y Pablo no se conocen, pero tienen dos cosas en común: ambos son beneficiarios de DACA, y el mes pasado, ambos viajaron a México por primera vez en casi dos décadas.
“No puedo ni explicar el sentimiento que uno siente al mirar a su familia de nuevo" relata Erika, quien además es madre de cuatro.
Los soñadores tramitaron un permiso de viaje al extranjero mediante el programa "Advance Parole". Cuando el Tribunal Supremo falló a favor de mantener DACA vigente en junio, Advance Parole también revivió, pero con más restricciones.
El documento es ahora únicamente otorgado bajo una emergencia, como visitar a un ser querido enfermo en el extranjero. “La condición del familiar tiene que ser una condición seria", explica el abogado de inmigración Jeremy Clason.
“Si su familiar en su país sufre de asma, el abogado debiera decir 'Esta aplicación será negada, no malgaste su dinero. Asma no es suficientemente grave'”.
Erika solicitó visitar a su abuela de 82 años, quien sufrió complicaciones por diabetes y alta presión. “Estaba muy enferma, hospitalizada, y decían que de pronto ya no iba a poder aguantar, que le daban un par de semanas de vida". Le dieron permiso por 30 días, pero sólo pudo ir por una semana en octubre.
Pablo fue a ayudar a su papá, pero su proceso en la oficina de inmigracion no fue fácil.




“Me arriesgué —fui tres veces, me rechazaron tres veces". Pablo dice que empezó el proceso en septiembre y tuvo que insistir para ser aprobado. Su padre necesitaba un transplante de riñón y no quería quedarse de brazos cruzados.
"Yo le iba a donar mi riñón, solo que llegué muy tarde. Yo desde septiembre tenía que haberme ido y no pude, fui casi mediados de octubre". Agrega que felizmente su padre encontró otro donante, lo que terminó con algunos percances cuando intentó visitarlo en el hospital.
“Con trabajo me dejaron entrar a verlo, ya que yo no fui quien le donó el riñón y por las restricciones del COVID. Fue muy poquito lo que lo vi ya hasta que salió de cuidado intensivo", narra Pablo.
El soñador recibió permiso de salir del país por 45 días, pero estuvo en Michoacán dos semanas por razones de trabajo. Para comprobar las enfermedades de sus seres queridos, Erika y Pablo debieron presentar cartas certificadas de los doctores mexicanos a la Oficina de Inmigración.
Abogados explican que con las nuevas restricciones implementadas bajo la administración Trump, dreamers enfrentan retrasos como los que experimentó Pablo.
“Mi clienta, su papá está en México, tiene stage (etapa) 4 cancer," dice Clason.
El abogado de inmigración explica que mandó la solicitud de su clienta hace dos meses. La semana pasada, el gobierno finalmente les notificó que habían recibido el trámite. Explica que con el recibo en mano, pudo solicitar una cita de emergencia en persona en la Oficina de Inmigración en Fresno, “Diciéndoles, ‘No tenemos tiempo! Tiene que darme una decisión, porque si no, ella ya no tendrá papa'”.
Clason agrega que los agentes interrogaron a su clienta por 45 minutos.
“Le preguntaron que tan grave estaba su papá, cuáles son las habilidades que usted tiene para cuidarlo. La nueva regla dice que el propósito de su salida no es visitar a su papá, es salir para cuidarlo”.
Su clienta finalmente recibió el permiso y partió a México la semana pasada.
Por su parte, Erika y Pablo recuerdan su felicidad al ser aprobados también, pero admiten que hubo mucha incertidumbre cuando llegó el momento de regresar.
“Me asusté mucho cuando me mandaron a una segunda revisión", dice Pablo, quien llegó a Virginia. "Estaba en una sala de espera como por una hora, super nervioso porque como dice el papel, el oficial te puede negar”.
Dice que cuando fue su turno, le hicieron cuatro preguntas: "Por qué fui a México, a qué me dedico, si estoy ajustando mi estatus. Les dije que no. Mi dirección está en Estados Unidos".
Erika aterrizó en Atlanta y confiesa que también estuvo nerviosa. “Me dijo el señor, ‘Sabes que con esto no tienes garantizado tu regreso a los Estados Unidos.’ Me estaban intimidando la mayoría de las veces, diciéndome que más probable iba a ser que no entrara al país", relata.
El permiso Advance Parole especifica que la entrada es a la discreción de los agentes de inmigración, pero Clason asegura que el retorno es prácticamente garantizado a menos que la persona haya sobrepasado su estadía en el extranjero, o tenga algún historial criminal.
Por eso recalca la importancia de informarse bien antes de salir de los Estados Unidos. “Es importante ser totalmente transparente y honesto con su abogado desde el principio. Estamos para protegerles, jamas les mandaríamos fuera del país sin garantía que usted va a regresar".
Felizmente, al aterrizar, ambos soñadores recibieron la respuesta que estaban buscando: “Bienvenida a Estados Unidos,” recuerda Erika.
Ahora, bajo la administración Biden, jovenes bajo Acción Diferida esperan más oportunidades de viaje al extranjero. “Tenemos muchísimas esperanzas que el programa va a volver a como estaba en el 2012," dice Clason.
Esto significaría opciones de viaje no solo por emergencias, si no también por motivos de estudio, o trabajo. “Me gustaría ir a visitar a mi familia no solo cuando es un caso de vida o muerte," confiesa Pablo.
Por ahora, el abogado Jeremy Clason recomienda lo siguiente a aquellos interesados en comenzar el proceso: “Deben de tener el pasaporte vigente de su país, y empezar a hablar con los familiares para que ellos mismos hablen con los doctores.”
Juntar dinero porque "los abogados cobran entre $750 a $1,500, más la tarifa de Inmigración que es de $660". El abogado agrega que el permiso es generalmente otorgado por 30 días.