ORLANDO, Florida.- El sueño de muchas familias cubanas de reunirse con sus seres queridos en Estados Unidos ha quedado en pausa debido a las nuevas restricciones de viaje implementadas por la administración de Donald Trump, efectivas desde el pasado 9 de junio de 2025.
“Por no ser ciudadana no puedo traer a mi hija”: el drama de familias cubanas ante las nuevas restricciones de viaje
Las nuevas restricciones migratorias afectan principalmente a familias cubanas cuyos patrocinadores son residentes permanentes, no ciudadanos. Solo familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses pueden obtener visas si presentan pruebas sólidas.
Estas medidas, justificadas por motivos de seguridad nacional, han generado una nueva barrera para cientos de familias que anhelan ese abrazo tan esperado, especialmente para aquellos cuyos patrocinadores son residentes permanentes y no ciudadanos estadounidenses.
La proclamación presidencial, firmada el 4 de junio, suspende la emisión de visas no inmigrantes como B2 (turismo) y F (estudiante) para nacionales cubanos, además de impactar los procesos de reunificación familiar.
Según expertos, los casos iniciados por residentes permanentes enfrentan demoras indefinidas, afectando especialmente a padres e hijos separados.
“ Conozco a mi niña en Cuba y ya la reclamación de mi hija fue aprobada. Ahora, porque mi hija es hija de una residente, no es considerada familia inmediata”, lamenta una madre cubana, en entrevista con Noticias Univision.
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¿A quiénes afectan las nuevas restricciones?
Las restricciones, que afectan a 19 países, incluyendo Cuba, citan altas tasas de permanencia ilegal y el estatus de Cuba como “patrocinador estatal del terrorismo”. Solo los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, como cónyuges e hijos menores de 21 años, están exceptuados, siempre que presenten pruebas sólidas, como ADN.
Sin embargo para los familiares de residentes permanentes, las visas de preferencia familiar (F1, F2A, F2B, F3, F4) no tienen excepciones claras, lo que ha dejado a muchas familias en un limbo migratorio.
“Yo soy una niña que, como muchas, estamos esperando entrevistas para reunirnos con nuestros padres y poder crecer en ese hermoso país”, expresó una niña cubana, cuya voz refleja la esperanza truncada de muchos menores.
Las opciones legales para los cubanos en estos casos son limitadas. La única alternativa viable es que el residente permanente se convierta en ciudadano estadounidense, un proceso que puede tomar años.
“Durante todo el tiempo que esta administración decida mantener estas restricciones, las familias seguirán separadas”, advierte la abogada de inmigración Sheila Rodríguez.
A medida que las familias cubanas navegan este complejo escenario, la esperanza de reunificación sigue viva, pero ahora depende de cambios en la política migratoria o de largos procesos de naturalización.
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