CONDADO DE COCONINO, Arizona.- Una persona residente del condado de Coconino, en Arizona, falleció tras contraer peste neumónica, una forma severa de peste bubónica que afecta los pulmones y es provocada por la bacteria Yersinia pestis.
Peste bubónica en Arizona: qué significa la confirmación de una primera muerte
Las autoridades mantienen vigilancia activa y recomiendan medidas preventivas para evitar más contagios de la enfermedad que mató a millones de personas en la Edad Media.

La muerte fue confirmada el 11 de julio de 2025 por el Departamento de Salud y Servicios Humanos del condado (CCHHS, por sus siglas en inglés), tras obtener los resultados de laboratorio.
Se trata de la primera muerte registrada por esta enfermedad en esa región desde 2007, cuando una persona murió tras entrar en contacto con un animal infectado. Las autoridades informaron que, por respeto a la familia, no se revelarán más detalles sobre la identidad ni las circunstancias del fallecimiento.
La peste bubónica, también conocida como peste negra, fue una pandemia devastadora que azotó Europa durante la Edad Media, especialmente entre 1347 y 1353. Se calcula que causó la muerte de entre 75 y 200 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población europea de la época, según Wikipedia.
Riesgo bajo, pero vigilancia activa
Aunque la peste bubónica es una enfermedad poco común en humanos, el suroeste de Estados Unidos es una región donde el patógeno es endémico. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cada año se reportan en promedio siete casos humanos en todo el país.
El CCHHS aclaró que este nuevo caso no está relacionado con una reciente mortandad masiva de perros de las praderas en la zona de Townsend Winona, al noreste de Flagstaff, otro fenómeno que encendió alertas sanitarias locales.
Debido a la presencia histórica de Yersinia pestis en esta parte del país, el condado mantiene un sistema de vigilancia epidemiológica permanente para la peste, así como para otras enfermedades zoonóticas como el virus del Nilo Occidental, hantavirus y rabia.
Transmisión y síntomas
La peste bubónica se transmite principalmente a través de pulgas infectadas que parasitan a roedores. El contagio a humanos puede ocurrir mediante picaduras o al manipular animales enfermos o muertos. La forma neumónica, más grave, afecta los pulmones y puede, en casos excepcionales, transmitirse de persona a persona mediante gotas respiratorias.
La transmisión entre humanos es extremadamente rara: la última documentada ocurrió en 1924, según el Instituto Nacional de Salud de EE.UU.
Los síntomas suelen aparecer entre uno y ocho días después de la exposición. Incluyen:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolor de cabeza
- Debilidad
- Dolores musculares
- En ocasiones, inflamación de ganglios linfáticos (bubones)
Si no se diagnostica y trata a tiempo, la peste bubónica puede avanzar y convertirse en una forma más grave: septicémica, es decir, cuando la infección se propaga por el torrente sanguíneo, o neumónica, cuando afecta los pulmones.
Ambas pueden ser mortales si no se atienden con rapidez. Sin embargo, si se detecta en etapas tempranas, la enfermedad puede curarse eficazmente con tratamiento antibiótico.
Recomendaciones para prevenir contagios
Ante la confirmación del caso, las autoridades emitieron una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de exposición:
- Evitar contacto con animales silvestres: no alimentar ni manipular roedores salvajes ni tocar animales enfermos o muertos.
- Prevenir picaduras de pulgas: usar repelente con 20-30% de DEET y meter el pantalón dentro de los calcetines.
- Proteger a las mascotas: aplicar tratamientos antipulgas aprobados, mantenerlas con correa y alejadas de zonas con roedores.
- No acampar junto a madrigueras ni dormir directamente sobre el suelo.
- Reportar muertes repentinas de perros de las praderas o conejos al CCHHS: Servicios Animales (928-679-8756) o Salud Ambiental (928-679-8760).
- Eliminar zonas de refugio de roedores alrededor del hogar: limpiar maleza, madera, rocas y basura.
- Buscar atención veterinaria inmediata si las mascotas presentan fiebre, letargo, inflamación de ganglios, tos o pérdida de apetito. Los gatos son especialmente susceptibles a la peste.
Quienes presenten síntomas compatibles y hayan tenido contacto reciente con pulgas o roedores deben acudir al médico sin demora. Se recomienda llamar antes de asistir al centro de salud para reducir el riesgo de contagio a otras personas.
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