"Chile despertó": miles protestan en la manifestación más masiva desde el retorno a la democracia en ese país

Cerca de un millón de personas se congregaban este viernes en la Plaza Italia de la capital chilena, de acuerdo con una estimación de la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar. Mejores pensiones, sueldos "dignos" y "educación de calidad" son las demandas de larga data de la sociedad chilena que comenzaron a sumarse al reclamo inicial de la protesta por un aumento del pasaje del transporte público.

Por:
Univision y Agencias
La masiva concentración en la Plaza Italia, punto neurálgico de esta ola de protestas que abarca a todo el país, fue inédita en la historia democrática de Chile. Se estima que más de un millón de personas se congregaron este viernes en ese lugar de la capital.
Video Al grito de "Chile despertó", miles protestaron en las calles en una histórica manifestación

Al grito de "Chile despertó" y "el pueblo unido jamás será vencido", miles de chilenos salieron a las calles este viernes en la manifestación más masiva desde el retorno a la democracia para protestar en contra de la desigualdad en el país y el alza en el costo de vida.

Solo en la popular Plaza Italia de Santiago, la capital, casi un millón de personas se congregaban de forma pacífica, de acuerdo con estimaciones de la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar. Imágenes mostraban calles atestadas a ambos lados del Río Mapocho, cerca del centro capitalino. Otros miles se sumaban en protestas en otras ciudades de la nación minera.

"Esto me recuerda a la Marcha del No antes del plebiscito del 88", dijo a la agencia Reuters la profesora jubilada Clotilde Soto, de 82 años, recordando la consulta que el 5 de octubre de 1988 que sacó al dictador Augusto Pinochet del poder.

"Y hoy estoy marchando para ver si por fin las cosas cambian realmente en mi país. No me quiero morir sin ver un cambio", dijo con entusiasmo mientras avanzaba por el centro de Santiago.

Mejores pensiones, sueldos "dignos", "educación de calidad": esas son las demandas de larga data de la sociedad chilena que comenzaron a sumarse al reclamo inicial de la protesta, por un aumento del pasaje del transporte público. El estallido social arrancó hace una semana y, hasta el momento, ha dejado 17 personas fallecidas y millonarios daños.

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Las movilizaciones, inicialmente pacíficas, de la última semana han derivado también en saqueos y violencia, especialmente en los barrios más pobres en las afueras de Santiago. Las protestas han dejado más de 6.000 detenidos, según la fiscalía.

El gobierno del presidente Sebastián Piñera ha intentado infructuosamente apaciguarlas. Primero, Piñera retrocedió en el alza en el precio del metro y luego anunció una serie de medidas para contener el descontento.

Sin embargo, aún enfrenta un camino de negociaciones con el Congreso, donde la centroderecha es minoría, para avanzar en la agenda social. El mandatario envió precisamente este viernes al Congreso un proyecto para aumentar en 30 dólares las pensiones de los más pobres.

En la mañana, la jornada comenzó en Santiago con caravanas de camiones interrumpiendo el flujo en las principales autopistas hacia la capital, en una protesta de los transportistas por los altos cobros por el uso de las carreteras, que en su mayoría administran privados.

En el puerto de Valparaíso, centenares de manifestantes intentaron sobrepasar la sede del Congreso y fueron violentamente dispersados con profusos gases lacrimógenos, mientras camiones complicaban el tránsito entre la ciudad costera y Santiago. Allí, los congresistas y personal administrativo fueron evacuados, mientras grupos de encapuchados levantaron barricadas y lanzaron piedra contra la policía antimotines e intentaban acercarse de nuevo a la sede legislativa.

"Se necesita una agenda distinta"

Marta Lagos, analista política y directora de Latinobarómetro, dijo en entrevista con The Associated Press que “esta crisis se soluciona con política, no con una lista de supermercado de políticas sociales”.

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Añadió que “los fondos no están, por eso no se puede hacer sino que política, aquí tiene que haber un liderazgo que entregue una agenda distinta, con caras distintas, que sean creíbles (...) y que sean capaces de interpretar y conducir a la población”.

Por otro lado, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, anunció la víspera que enviará a Chile una comisión para examinar las denuncias de violaciones a los derechos humanos después que Piñera la invitó a visitar el país.

En tanto, Amnistía Internacional anunció el viernes el envío de un equipo para documentar “las graves violaciones a los derechos humanos y posibles crímenes de derecho internacional que se están cometiendo por agentes del Estado”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de esa organización.

<b>Un grupo de soldados resguarda las ruinas de un supermercado</b> en Valparaiso, puerto a unas 80 millas al noreste de Santiago, que fue quemado la madrugada del domingo. En esta ciudad no había sido establecido que de queda impuesto como sucedió en la capital desde la noche del sábado.
<b>En otro supermercado que fue devorado por las llama</b>s en Santiago tres personas murieron quemadas, informaron los servicios de emergencia. Otros establecimientos han sido saqueados por turbas que han desbordado a las fuerzas policiales.
<b>Los autos de una agencia de alquiler completamente consumidos</b> por el fuego. Las protestas empezaron el lunes, días despúes de que el gobierno anunciara un aumento del precio de las tarifas dle metro y el transporte público en general.
<b>La sedel del tradicional diario El Mercurio, en Valparaiso,</b> también fue atacada con bombas incendiarias la madrugada del domingo. Horas antes el presidente Piñera había anunciado la anulación del aumento de los pasajes. Sin embargo, eso no parece haber ayudado a calmar la ira popular.
En Santiago, durante la madrugada del domingo 
<b>se desplegaron 1,500 militares más, hasta un total de 9,441</b>, destinados en su mayor parte a controlar puntos estratégicos como el suministro de agua, luz, y cada una de las 136 estaciones de metro, que han sido el principal objetivo de grupos violentos.
<b>La catedral de Valparaiso también sufrió destrozos</b> la noche del sábado. El toque de queda ha sido extendido a la ciudad portuaria y otras regiones aledañas de Santiago.
<b>Las filas también se registran en las estaciones de servicio de combustibles</b>, como esta en Santiago de Chile. La capital es el foco de las protestas, que se han ido extendiendo a regiones aledañas.
<b>Los saqueos y los destrozos </b>a negocios ha llevado a muchas personas a hacer compras en los pocos comercios que han abierto sus puertas. En ellos se pueden ver largas colas y se ejerce un control sobre la cantidad de productos que puede llevar cada cliente.
<b>Hasta la mañana del domingo se habían producido 700 arrestos</b>, de acuerdo con el ministro de interior de Chile, Andrés Chadwick. De ellos al menos 200 de personas que desafiaron el toque de queda vigente desde la noche del sábado.
<b>Ante la continuación de las manifestaciones</b> que se ha vivido todo el domingo, el gobierno informó que el toque de queda entraría en vigencia dos horas antes, a las 8:00 de la noche.
<b>Las protestas que empezaron el lunes y se hicieron violenta</b>s entre jueves y viernes tuvieron su detonante en el alza del precio del transporte público, pero reflejan un gran descontento social en uno de los países más estables y prósperos de la región, pero considerado entre los más desiguales.
<b>Santiago y otras ciudades viven una situación poco común</b> en el Chile demócratico, con soldados armados y tanquetas en las calles tratando de controlar el orden público, aunque su presencia exacerba más los ánimos entre muchos chilenos.
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Un grupo de soldados resguarda las ruinas de un supermercado en Valparaiso, puerto a unas 80 millas al noreste de Santiago, que fue quemado la madrugada del domingo. En esta ciudad no había sido establecido que de queda impuesto como sucedió en la capital desde la noche del sábado.
Imagen JAVIER TORRES/AFP via Getty Images
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