Cómo la Policía salvó a la novena víctima del 'jardinero asesino' que enterraba los cadáveres en macetas

Bruce McArthur, de 67 años, se declaró culpable de ocho muertes en una corte de Toronto, Canadá. Durante el primer día del juicio, la evidencia presentada era tan fuerte que el fiscal advirtió a los presentes que consideraran que estando ahí se podría ver afectada su salud mental por los escabrosos detalles del caso.

Por:
Univision
Dibujo de Bruce McArthur en la corte, donde se declaró cupable del asesinato de ocho hombres que desaparecieron desde hace años.
Dibujo de Bruce McArthur en la corte, donde se declaró cupable del asesinato de ocho hombres que desaparecieron desde hace años.
Imagen Reuters/ /John Mantha

Bruce McArthur, conocido como el 'jardinero asesino' de Toronto, enfrenta a la justicia en una corte de Canadá donde este lunes inició la presentación de evidencia en un juicio en el que se le acusa de asesinato en primer grado de ocho hombres gay entre 2010 y 2017. La semana pasada el acusado se declaró culpable de estos cargos.

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Las ocho víctimas de McArthur, cuyos nombres fueron leídos en el tribunal mientras él reconocía ser su asesino, eran de la comunidad gay y, en muchos casos, pertenecían a minorías étnicas.

Los restos de estos hombres fueron encontrados en grandes macetas que McArthur, de 67 años, guardaba en la propiedad de unos ancianos a los que él ofrecía sus servicios de jardinería a cambio de que ellos le dejaran almacenar todas sus herramientas de trabajo allí.

La evidencia presentada durante el primer día del juicio fue tan fuerte que el fiscal Michael Cantlon advirtió a los presentes en la corte –de manera inusual– que cada uno se preguntara si era necesario estar allí, pues los detalles que presentarían serían muy pertubadores y podrían afectar su salud mental.

Uno de ellos fue la prueba que encontraron en una memoria USB de McArthur donde había nueve carpetas con el nombre de cada una de sus víctimas, que contenían archivos como fotos de los hombres desde que empezaba a estudiarlos hasta que los mataba y luego los fotografiaba desnudos con abrigos de piel y sombreros.

Al menos a uno de los cadáveres le pegó con cinta los parpados para mantener sus ojos abiertos y a otros les puso cigarrillos sin encender en la boca.

El acusado le rasuró la cabeza a algunas de sus víctimas y también sus barbas luego de estrangularlos, luego guardaba ese cabello en bolsas Ziploc que tenía escondidas en una caseta cerca del cementerio de Toronto, según describieron los fiscales en la corte.

La Fiscalía reveló que este asesino en serie también guardó "recuerdos" de sus víctimas, como joyería y determinó que los crímenes tuvieron una razón sexual, que implicaron cierto nivel de escenificación.

Durante meses, tras su arresto, los investigadores buscaron restos humanos de posibles víctimas en más de 100 propiedades en las que trabajó como jardinero.

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Las víctimas que se conocen hasta ahora fueron identificadas como Andrew Kinsman, de 49 años; Selim Esen, de 44; Majeed Kayhan, de 58; Soroush Mahmudi, de 50; Dean Lisowick, de 47; Skandaraj Navaratnam, de 40; Abdulbasir Faizi, de 42, y Kirushnakumar Kanagaratnam, de 37.

Por cada asesinato, McArthur enfrenta una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 25 años. La sentencia será dictada este miércoles.

Su última víctima, la única que sobrevivió

McArthur fue arrestado en enero de 2018 tras años de rumores en el barrio gay de Toronto sobre la presencia de un asesino en serie responsable de la desaparición de varios hombres.

La víctima que llevó a las autoridades a detener al acusado fue identificado en corte solo como 'John', un hombre casado que su familia desconocía que fuera gay y que conoció a McArthur por una aplicación de citas. Encajaba perfecto en el perfil de las víctimas anteriores del sospechoso.

McArthur llevó a su apartamento a este hombre, que había llegado hacía cinco años a Canadá desde el Medio Oriente. Los mensajes de texto entre ambos revelaban que habían decidido mantener su relación en secreto.

Cuando 'John' llegó a la residencia, el supuesto asesino le dijo que "quería intentar algo diferente" y sacó unas esposas. Lo encadenó al marco de la cama y le puso una bolsa negra en la cabeza, que no tenía agujeros para ver o respirar. Cuando el hombre trató de quitarse la bolsa, McArthur intentó taparle la boca con cinta.

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Pero en ese momento la Policía tocó la puerta y la novena víctima de este asesino en serie salvó su vida.

La policía de Toronto ha detenido a un jardinero que presuntamente asesinaba a sus víctimas y las enterraba por partes en macetas. El caso ha puesto en alerta a las autoridades de la ciudad.
Video Los enterraba en macetas: el caso del asesino serial que estremece a Canadá

Antecedentes con la Policía

A pesar de todo, la Policía de Toronto no aceptó que se tratara de un asesino en serie sino hasta mucho después de su detención.

La respuesta de las autoridades ha sido duramente criticada por las organizaciones de defensa de los derechos de personas LGTB que han denunciado su falta de interés para resolver los delitos que afectan a comunidades marginadas.

Tras el arresto de McArthur, se supo que no era la primera vez que había tenido contacto con la Policía. Fue condenado en 2003 por atacar a una pareja sexual con un barra metálica.

Además, fue interrogado en dos ocasiones por la Policía. En la segunda ocasión, en 2016, fue entrevistado después de que un hombre denunciara que él intentó estrangularlo, pero las autoridades nunca le imputaron por ese ataque.

Las autoridades de Toronto ahora han lanzado una revisión de decenas de casos de personas desaparecidas entre 1975 y 1995 para averiguar si están relacionadas con este asesino serial.

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El asesino serial Ted Bundy, un día antes de ser ejecutado en la silla eléctrica en Florida, el 23 de enero de 1989. Las autoridades lograron confirmar 
<a href="https://www.univision.com/noticias/asesinatos/en-fotos-la-mirada-de-los-asesinos-mas-crueles-del-ultimo-siglo-fotos">36 asesinatos cometidos por Bundy en los estados de Washington, Utah, Colorado y Florida, entre 1974 y 1979</a>.
Las víctimas de Bundy eran mujeres universitarias y madres jóvenes. Con algunas de ellas había entrado en confianza gracias a su personalidad extrovertida. Su método de agresión casi siempre consistía en golpear a sus víctimas con objetos contundentes en la cabeza, después de agredirlas sexualmente. La fotografía es de Margaret Bowman, una estudiante de la Universidad de Florida que asesinó en 1977.
Bundy comenzó su ola de asesinatos a principios de 1974 en el estado de Washington, cuando tenía 27 años. Allí cursó estudios de Psicología y Derecho y durante mucho tiempo logró burlar a las autoridades por su capacidad para ocultar su verdadera identidad. En la imagen, el asesino sonríe con una mujer de su equipo de defensa mientras era juzgado en Miami, en 1979.
Varias mujeres desaparecieron en el año 1974 en los alrededores de la ciudad de Seattle y en julio de ese año Bundy se mudó a Midvale, Utah, a unas 700 millas al sureste, para continuar su rutina violenta. El auto donde Bundy cometió varios de sus crímenes, un Volkswagen escarabajo, fue vendido en una subasta por 925 dólares y permaneció hasta 1997 en un estacionamiento de Salt Lake City.
Una víctimas logró zafarse del ataque y describió a Bundy a las autoridades. Su auto Volkswagen fue reconocido por testigos. La policía de Utah logró las primeras conexiones entre los asesinatos en su estado y los cometidos en Washington y lograron un primer retrato hablado del asesino. La fotografía fue tomada durante la búsqueda de Sue Curtis, quien desapareció el verano de 1975 en Utah. Bundy confesó que había cometido este crimen una hora antes de su ejecución el 24 de enero de 1989.
A principios de 1975 los asesinatos de Bundy comenzaron a suceder alrededor de Aspen, Colorado, unas 500 millas al este. Cerca de una decena de mujeres jóvenes desaparecieron o fueron encontradas muertas despues de ser violadas. La fotografía muestra a Bundy dirigiéndose al jurado en una corte de Miami, en 1979.
Bundy fue por primera vez reconocido en el retrato hablado por una exnovia de sus tiempos de Seattle y por algunas de sus víctimas de Colorado que sobrevivieron o se escaparon antes de ser asesinadas. En agosto de 1975 su Volkswagen fue reconocido. En el auto hallaron algunas evidencias que lo vincularon con los crímenes: una palanca de metal, esposas y cinta adhesiva. La fotografía es de Bundy bajo arresto en Aspen, Colorado, en junio 1977.
A principios de 1976 comenzó un juicio contra Bundy en Utah, cuando él tenía 29 años. Logró escaparse de la biblioteca de la prisión y eludió a las autoridades durante seis días. El juicio continuó, una de las sobrevivientes lo identificó y fue condenado por secuestro agravado. La imagen es de un cartel del FBI que describe a Bundy como “educado universitario, entusiasta del ejercicio físico”. El criminal se escapó otra vez de la cárcel al año siguiente.
Las evidencias encontradas en su Volkswagen revelaron a los investigadores que Bundy también había asesinado a por lo menos dos mujeres y la policía de Colorado levantó contra él cargos por asesinato a finales de 1976. El segundo escape, en enero de 1977, fue por el techo de la prisión. Bundy se mudó de estado de nuevo, sus próximos crímenes los cometería en Florida. En la fotografía se observa a policías y perros seguir el rastro del criminal luego de su segundo escape en Aspen, Colorado.
Bundy atacó a varias mujeres de la fraternidad Chi Omega de la Universidad de Florida, en Tallahassee. Las víctimas sufrieron el mismo patrón de las agresiones de Colorado y Utah. Una de las jóvenes murió, pero al menos dos sobrevivientes pudieron dar pistas del atacante.
En Tallahassee Bundy agredió a otra mujer, que también sobrevivió a pesar de las fracturas que le produjo en su cráneo, y en febrero de 1978 secuestró, violó y asesinó Kimberly Leach, una niña de 12 años de Lake City, Florida (en la fotografía). Su cuerpo fue encontrado ocho semanas después.
Después de este crimen Bundy regresó a su apartamento en Tallahassee, tomó sus pertenencias y escapó en un auto robado. Fue atrapado en Pensacola, al sureste de Florida, cuando las autoridades reconocieron el auto. Esta fotografía de Bundy fue tomada en 1979.
En junio de 1979 fue juzgado por los crímenes de la Universidad de Florida en Tallahassee en un tribunal de Miami. El juicio tuvo gran impacto en la opinión pública y calificaron a Bundy como uno de los asesinos más despiadados del país. En la fotografía un experto de la policía de Florida muestra una ropa interior de mujer como evidencia en el juicio, en julio de 1979.
Bundy ejerció como su propio abogado en algunas fases del juicio. El testimonio de Nit Jane Neary (en la fotografía), sobreviviente del ataque a las universitarias de la hermandad Chi Omega en la Universidad de Florida, fue clave en la acusación.
Los odontólogos forenses demostraron que las marcas de mordidas encontradas en los cuerpos de las víctimas pertenecían a Bundy. En la imagen el Dr Lowell J Levine, uno de los expertos en odontología, explica sus hallazgos al jurado.
La madre de Bundy, Maria Luisa Bundy, también fue llamada a testificar en la corte de Miami. La mujer lloró durante su presentación ante el jurado donde pidió clemencia para su hijo.
En julio de 1979 el jurado lo declaró culpable y el juez Edward Cowart lo condenó a la silla eléctrica. Cuando ya esperaba por el cumplimiento de la sentencia, el estado de Florida decidió juzgarlo por el asesinato de Kimberly Leach, la niña de 12 años de Lake City. La imagen es una de las evidencias del juicio, el cuerpo sin vida de una de las estudiantes de la Universidad de Florida.
Como su propio abogado, Bundy trató de retrasar la ejecución lo más posible y logró dilatar la pena de muerte, incluso a minutos de su ejecución: reveló los lugares donde se encontraban algunos de los cuerpos de sus víctimas y solicitó una prórroga para confesar otros asesinatos, algunos de los cuales no eran ciertos. La imagen es de una de las entrevistas que ofreció antes de la ejecución.
Finalmente fue electrocutado el 24 de enero de 1989. En la fotografía se observa el momento en que su cuerpo sin vida es transportado por las autoridades en Gainesville, Florida.
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El asesino serial Ted Bundy, un día antes de ser ejecutado en la silla eléctrica en Florida, el 23 de enero de 1989. Las autoridades lograron confirmar 36 asesinatos cometidos por Bundy en los estados de Washington, Utah, Colorado y Florida, entre 1974 y 1979.
Imagen Mark Foley/Ap
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