¿Papanicolau o prueba del VPH? Emiten directrices actualizadas para el despistaje de cáncer cervical

Un grupo de expertos determinó que no es necesario hacerse ambos exámenes, sino más bien uno de ellos cada tres o cinco años, respectivamente. Explicamos sus razones.

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Por:
Michelle Andrews.
Se determinó que hacerse las dos pruebas simultáneamente no mejoró la detección de células anormales.
Se determinó que hacerse las dos pruebas simultáneamente no mejoró la detección de células anormales.
Imagen Victor R. Caivano/AP

Un panel de expertos en prevención plantea nuevas recomendaciones para detectar el cáncer de cuello uterino (también conocido como cáncer cervical). En una propuesta reciente, sugieren que en vez de que las mujeres se hagan a la vez la prueba del Papanicolau y la del VPH, bastará solamente con una de las dos a intervalos regulares.

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Ambos exámenes, que se realizan con una muestra de células del cuello uterino, son eficaces en la detección de este cáncer. La prueba de Papanicolau examina las células para observar si hay algún crecimiento anormal; mientras que la prueba del VPH busca cepas del virus del papiloma humano que causan la enfermedad.

Desde 2012, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos, un equipo no partidista de expertos médicos, ha recomendado que las mujeres entre los 30 y 65 años se hagan un Papanicolau cada tres años o ambas pruebas cada cinco años. En este nuevo proyecto de recomendación, se desaconseja la segunda opción. En cambio, el panel propone que las mujeres se sometan a una prueba de Papanicolaou cada tres años (como antes), o se hagan una prueba de VPH cada cinco años. No ambas.


People exercise in the late afternoon around Lake Harlingen in Harlingen, Texas Wednesday, Aug. 25, 2004, by walking around the lake. The four-county Rio Grande Valley region may be one of the unhealthiest areas in America, with the nation's highest rates for cervical cancer and overweight children, according to a study released Wednesday. (AP Photo/Joe Hermosa)
People exercise in the late afternoon around Lake Harlingen in Harlingen, Texas Wednesday, Aug. 25, 2004, by walking around the lake. The four-county Rio Grande Valley region may be one of the unhealthiest areas in America, with the nation's highest rates for cervical cancer and overweight children, according to a study released Wednesday. (AP Photo/Joe Hermosa)
Imagen JOE HERMOSA/ASSOCIATED PRESS

El grupo de trabajo continúa recomendando que las mujeres entre los 21 y 29 años se hagan un Papanicolau cada tres años. También dice que las menores de 21 años y las mayores de 65 que han tenido un cribado adecuado antes (resultados normales) y no están en riesgo de cáncer de cuello uterino, no necesitan las pruebas.

Se revisaron los ensayos clínicos y modelos informáticos de diagnóstico. Se determinó que hacerse las dos pruebas simultáneamente aumentó al doble el número de tests de seguimiento, sin mejorar la detección de células anormales que son más propensas a causar cáncer.

Estos análisis de seguimiento pueden ser problemáticos, causar sangrado vaginal e infecciones o problemas de fertilidad en el futuro, explica la doctora Carol Mangione, médico de atención primaria y profesora de salud pública en la Universidad de California-Los Angeles, y miembro del grupo de trabajo que elaboró la nueva recomendación.

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El grupo está recibiendo comentarios públicos sobre estas recomendaciones hasta el 9 de octubre y hará un anuncio final más tarde.

Test que salva vidas


La adopción generalizada de la prueba de Papanicolau desde la década de los sesenta ha reducido notablemente las tasas de cáncer cervical. En 2013, más del 79% de las mujeres de entre 21 y 64 años informaron que se habían realizado un Pap en los tres años anteriores.

En 2014, 12,578 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer cervical en los Estados Unidos; y 4,115 murieron a causa de esta enfermedad. Las hispanas tienen la tasa más alta de incidencia de este tipo de cáncer, según cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).


Las mujeres deben discutir con su médico qué prueba es mejor para ellas, aclara Mangione. Por ejemplo, una de 30 años que quiera quedar embarazada podría optar por una prueba de Papanicolau. Esta decisión evitaría las altas tasas de falsos positivos de la prueba de VPH, que la ponen en riesgo de procedimientos adicionales que podrían afectar su cuello uterino. Una mujer mayor podría preferir la conveniencia de no tener que hacerse la prueba tan a menudo, agregó Mangione.

La clave es hacerse la prueba. "Más de la mitad de los casos de cáncer de cuello uterino se diagnostican en mujeres que no han sido examinadas adecuadamente", dijo. "No queremos que los proveedores se enreden tanto en la elección que olviden la importancia de la detección".

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Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.

Vergüenza: “Mi marido jamás me hizo sentir que estar sin pelo o sin un pecho era una traba. Era yo la que me juzgaba, pero al final entendí que mi cuerpo es como es. Yo no dejo de ser Viviana, con todo lo que eso significa, por no tener un pecho”. Viviana Veiga. Tiene 38 años y en 2010 le detectaron cáncer de mama. En 2011 tuvo cáncer en la glándula tiroides y a fines de 2014 el de mama hizo metástasis en huesos y ganglios.
Felicidad: “Sentir el viento en el pelo cuando me volvió a crecer”. Adriana Costa Feijóo. Tiene 50 años y en mayo de 2014 le detectaron cáncer de mama con metástasis hepática. El año pasado tuvo metástasis cerebral. ”¡Amo desayunar al aire libre un día de sol!”, agrega.
Información: “Viene bien que den información sobre el cáncer para que la gente se saque ciertos fantasmas: la quimio no te mata, te da vida. El rayo no te quema, te sella todas las células que puedan llegar a tener cáncer. Las cauteriza para que no contaminen a otras células”. Silvina Romera. Tiene 53 años y en 2009 le detectaron cáncer de mama con metástasis en los ganglios. A principios de 2016 le encontraron focos en la médula ósea.
Ausencia: “Amo la vida a pesar de todas las cosas que me pasan. A mi hija ya le avisé, el día que ya no esté, en mi epitafio quiero que diga: ‘contra mi voluntad’”. Beatriz Monje. Tiene 77 años y en el año 1990 le detectaron cáncer de mama. Desde hace dos años, además, convive con un tumor orbitario.
Belleza: “Antes usaba malla enteriza (traje de baño completo). Me daba vergüenza que me vieran el cuerpo. Estaba pendiente de la mirada ajena. Pero el cuerpo no es la persona. El cuerpo se puede deteriorar y la persona no. Mantenés tu esencia, eso que te hace único y valioso. Ahora uso bikini”. Ana María Swistara.Tiene 52 años y su cáncer de mama apareció cuando tenía 45 años. En el 2014 le detectaron metástasis en el hígado.
Dolor: “Al dolor físico posterior a cada quimioterapia, intenté mucho tiempo doblegarlo con más esfuerzo. Hace poco me di cuenta de que era mejor ir más lento, escuchar a mi cuerpo e ir más lento de lo que iba; entonces no lo sobre exijo, por el contrario, soy yo con mi voluntad la que pongo los tiempos y el ritmo, y no la enfermedad a través del dolor”. Sofía Garavaglia. Tiene 39 años. En 2011 le diagnosticaron un cáncer de mama.
Dueño: “El cáncer me hizo tomar las riendas de mi vida. A partir del cáncer me liberé. Antes estaba limitada, impedida, ciega y no veía tantas cosas... pero ahora las veo y no pienso volver atrás. Ahora yo decido”. Cecilia Rogow. Tiene 44 años y hace 4 años le descubrieron cáncer de mama. Al mes de iniciar el tratamiento el cáncer hizo metástasis en huesos, hígado y pulmón.
Urgente: “Si sentís que tenés algo raro, que te molesta, un bultito, no dejés pasar tiempo. Puede ser una pavada pero también puede ser algo malo y lo podés agarrar a tiempo. La salud de uno es prioridad. Y no hay reunión, trabajo o compromiso que sea más urgente que vos”. Ethel Tonello. Tiene 72 años y descubrió su cáncer de mama en diciembre de 2013.
“Cuando me dijeron que tenía cáncer no entendía nada. Salí del consultorio y no paré de llorar. Porque claro, yo en esa época confundía cáncer con muerte”. Francesca Campolo. Tiene 63 años y le detectaron cáncer de mama a los 48 años.
“Vocablos como vida, cielo (...) no significan para ellas lo mismo que para quienes todavía nos desesperamos porque llegaremos quince minutos tarde a una reunión”, explica la introducción de Palabra de mujer. La iniciativa está encabezada por las organizaciones argentinas: Movimiento Ayuda Cáncer de Mama, Atención Comunitario Integral al Paciente Oncológico, Asociación Civil de Lucha contra el Cáncer de Ovario y la Asociación Civil Sostén.
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Vergüenza: “Mi marido jamás me hizo sentir que estar sin pelo o sin un pecho era una traba. Era yo la que me juzgaba, pero al final entendí que mi cuerpo es como es. Yo no dejo de ser Viviana, con todo lo que eso significa, por no tener un pecho”. Viviana Veiga. Tiene 38 años y en 2010 le detectaron cáncer de mama. En 2011 tuvo cáncer en la glándula tiroides y a fines de 2014 el de mama hizo metástasis en huesos y ganglios.
Imagen Cortesía "Palabra de mujer"
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