Acusan de asesinato a un adolescente que vendió la pastilla con fentanilo que mató a una niña de 12 años

La Fiscalía del condado de Santa Clara, California, decidió fincarle cargos criminales a un adolescente de 16 años que le dio a la menor Dalilah Julianna la píldora que provocó su fallecimiento.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Dalilah Guerrero, de 12 años, murió por una sobredosis de fentanilo en California, pero su madre afirma que hubiera podido recibir atención de emergencia. Asegura que otro adolescente es el responsable de darle la droga y que los jóvenes que estaban con ella en un vehículo no pidieron ayuda, sino que grabaron el momento en que estaba muriendo, para luego publicar el video en la red social Snapchat. Ver más noticias aquí.
Video Madre hispana denuncia que su hija murió por sobredosis y los jóvenes que la acompañaban grabaron el suceso

Frente a sus amigos que la grababan con sus celulares, Dalilah Julianna Mederos Guerrero, de 12 años, formó una línea con una pastilla molida que contenía fentanilo, la potente droga que es responsable de que las morgues estadounidenses tengan cada vez más casos de sobredosis.

La niña inhaló el equivalente a tres cuartas partes de la píldora, suficiente para que se desmayara y comenzara a experimentar los efectos de una sobredosis del narcótico. La trasladaron a un hospital en el norte de California y allí fue declarada muerta.

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Dalilah Julianna es la persona más joven que perdió la vida por fentanilo en el condado de Santa Clara en 2020. El hecho ocurrió el 14 de noviembre de ese año.

La investigación llevó a las autoridades hasta el narcomenudista que le vendió a la menor una pastilla que también llaman “M-30”: un adolescente de 16 años que vive en San José, California. El martes, la Policía lo arrestó y ese mismo día la Fiscalía del condado de Santa Clara le impuso cargos de asesinato.

Entre la evidencia que presentaron en su contra están capturas de pantallas de advertencias sobre sobredosis de fentanilo que él guardaba en una cuenta de Google Photos. Las tenía desde antes de la muerte de Dalilah Julianna.

El acusado, cuyo nombre no ha sido publicado por tratarse de un menor, podría pasar un tiempo en prisión si es declarado culpable, advirtió la fiscalía.


“Después de miles de muertes, todos deben saber que el fentanilo es un veneno mortal”, dijo el fiscal de distrito Jeff Rosen en un comunicado.

"Gracias a la Policía de San José, al equipo de policial especializado del condado de Santa Clara y a nuestros investigadores, la vida trágicamente corta de esta niña puede ayudar a salvar a otros", agregó.

Esta es la segunda vez que esta fiscalía acusa a un traficante de asesinato por una sobredosis fatal. El otro caso señala a un hombre de San José que le vendió un peligroso opioide por la red social Snapchat a un adolescente de 18 años en Santa Clara en 2020.

María Guerrero, madre de Dalilah Julianna, dijo a Univision 14 que había perdido la esperanza de que detuvieran a la persona vinculada a la muerte de su hija. “Yo quiero justicia, lo más que se pueda”, expresó. “Por ingerir esa pastilla, mi hija ya no está y es un dolor muy feo como madre, perder un hijo de un día para otro”, agregó.

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Varios fiscales estadounidenses están utilizando una estrategia legal llamada ‘Watson Waiver’, que permite interponer cargos de asesinato en segundo grado contra traficantes de fentanilo cuyos clientes murieron por sobredosis. Incluso padres han sido señalados por los fallecimientos de sus hijos.

Dicho recurso jurídico se había usado primordialmente para enjuiciar a conductores ebrios involucrados en un accidente mortal.

"Si proporciona una sustancia que contiene fentanilo a alguien y esa persona muere como resultado, puede ser acusado de asesinato", advirtió la Fiscalía de Santa Clara.

El fentanilo es un opioide sintético que se usa típicamente para tratar a pacientes con dolor severo crónico o dolencias tras una cirugía. Es hasta 100 veces más potente que la morfina tradicional y eso lo vuelve especialmente peligroso. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC en inglés), las muertes asociadas con esa sustancia ilegal fueron doce veces más altas en 2019 que en 2013.

Sus fabricantes, narcos mexicanos que operan laboratorios clandestinos instalados en bodegas, casas de seguridad y en la sierra mexicana, lo mezclan para incrementar la potencia de otras drogas, como éxtasis, metanfetamina, heroína, cocaína y píldoras de oxicodona falsas.

Tres cocineros preparan fentanilo en un laboratorio clandestino del cartel de Sinaloa.
Los cocineros aseguran que trabajan al aire libre para evitar que las sustancias tóxicas los contaminen.
Los cocineros usan máscaras especiales para protegerse durante la elaboración del fentanilo, que dura entre seis y ocho horas.
La base de la mezcla que preparan en el laboratorio está en este paquete y le llaman 'precursor de fentanilo'.
En esta olla preparan la mezcla con el precursor de fentanilo y otros químicos, como cloro y acetato.
En el laboratorio hay también una prensa para filtrar el residuo, una vez cocinado.
Después de dejarlo reposar seis horas para que seque, los cocineros empacan el fentanilo para su viaje a EEUU.
Los cocineros afirman que cada semana, en promedio, preparan dos kilos de fentanilo, unas 20,000 dosis.
Los laboratorios están ubicados en parajes rurales de Sinaloa, donde trabajan en condiciones rudimentarias.
En este lugar, las balas en las señales de tránsito indican que uno se adentra en territorio del cartel de Sinaloa.
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Tres cocineros preparan fentanilo en un laboratorio clandestino del cartel de Sinaloa.
Imagen Peniley Ramírez / Univision Investiga
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