Un hombre es acusado de violar a varias mujeres en Filadelfia y es sospechoso de más violaciones en otros 8 estados

El imputado frecuentaba clubes nocturnos de Filadelfia en los que identificaba mujeres a las que acosaba cuando iban de regreso a sus hogares y después abusaba sexualmente de ellas. El hombre fue detenido en Indiana, de donde es oriundo y est´a a la espera de ser extraditado.

Por:
Univision

Kevin Bennett, de 28 años, fue arrestado el pasado sábado al ser acusado de violar a múltiples mujeres en Filadelfia, y las autoridades creen que pueda ser responsable de más abusos en ocho estados.

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El hombre oriundo de Indiana -ciudad en la que fue arrestado- frecuentaba clubes nocturnos en los que identificaba mujeres vulnerables a las que acosaba cuando iban de regreso a sus hogares para después abusar sexualmente de ellas, según contó NBC News.


En tres días, entre el 15 y 18 de mayo, Bennett -quien será extraditado a Filadelfia- asaltó y violó a tres mujeres, quienes trabajaban en dichos clubes, sobre todo al sur de la ciudad.

"Espero que los residentes de Filadelfia se unan a nosotros para expresar nuestra gratitud a los sobrevivientes que decidieron hablar para evitar más traumas a otros y ayudar a llevar a Bennett ante la justicia", dijo el fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner.

La policía pudo capturar a Bennett luego de identificarlo usando el mismo vehículo, un Dodge Charger gris 2010 que estaba a su nombre, en varios incidentes separados.

Tras identificarlo, Bennett pudo ser arrestado gracias a la ayuda del FBI. “Después de 36 horas de vigilancia de nuestro grupo de trabajo de crímenes violentos de Indianápolis, pudo ser detenido", le dijo Mike Breslin, del FBI, a la cadena CBS.


Si bien Bennett solo está siendo requerido por la justicia de Filadelfia, las autoridades aseguran que puede ser culpable de otros delitos sexuales en ocho estados, debido a que el modus operandi es el mismo.

El acusado está bajo custodia en la Oficina del Sheriff del condado de Marion en Indiana, y se espera que enfrente múltiples cargos de violación, relaciones sexuales involuntarias, robo y acecho en Filadelfia, una vez que sea extraditado.

Gigi Lucero ingresó al Ejército de Estados Unidos cuando tenía 18 años y su primera asignación fue en Fort Hood, Texas, donde le tocó enfrentar lo que ella califica como discriminación. “Me hacían muchos piropos de latina, me decían que si iba a cocinar, que si yo hablaba spanglish, que si en México se habla mexicano”, recuerda Gigi. En el Ejército ser mujer y latina puede significar una mayor vulnerabilidad al acoso y al abuso sexual.
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Lucero asegura que fue agredida sexualmente mientras servía en Irak. Su unidad estaba conformada por 250 hombres y solo seis mujeres. Un día mientras descansaba, relata que alguien le cubrió la cabeza con una bolsa de dormir. “Me sofocaron y me besaron, no sé quién me besó y me tocaron las partes privadas”, recuerda. Ella reportó el abuso a sus superiores: “Me quejé, pero no dije que alguien me violó. Yo dije que alguien me estaba molestando”. Asegura que lo hizo por temor a represalias y también por falta de confianza en el sistema. Gigi Lucero se acaba de retirar tras 20 años de servicio activo, pero el trauma por el abuso del que dice que fue víctima, no la abandona: “Es muy difícil, aún estoy en terapia y uso medicamentos. Esto fue en 2003 y hasta el día de hoy no puedo respirar el olor de un taller mecánico, mi vida sexual no existe con mi esposo porque me asusto”.
La discriminación por concepto de raza y género es un patrón que reconoce la veterana e investigadora Pamela Campos-Palma. “Y no debería suceder ya que los hispanos son el grupo que más crece dentro del Ejército. Hoy representan el 16 por ciento del servicio activo”.
Según la investigadora “el sistema de justicia del Ejército no es real, no hay justicia. En 2018, 43% de las personas que dijeron que reportaron (abusos), también dijeron que había represalias, los castigaron”.
Dentro de los latinos en las fuerzas armadas, el porcentaje de mujeres ha aumentado con fuerza: de 1.6% en 1973 a 17.8% en la actualidad, según cifras del Departamento de Defensa. Sin embargo, esto no se ha traducido en una mayor seguridad para ellas. Nancy Rodríguez cuenta su propia experiencia: “Fui a la oficina de mi supervisor a ayudarle y cuando fui a recoger las cosas de su escritorio, se arrimó y me dio un beso”.
Perla González explica cómo fue que abusaron de ella: "Se esperó hasta que yo me había quedado dormida y sintió que era el momento para él". La soldado también dice por qué no lo reportó: "Nos meten en la mente que tu carrera es más importante que nada (...) te dices: 'Pues no quiero reportarlo porque me voy a meter en problemas'".
Tristeza Ordex, veterana de la Marina, se cuestiona la realidad que viven las mujeres en la vida militar: “Dicen que si eres una mujer tienes que pagar un precio para ser parte de este club. ¿Pero cuál precio tenemos que pagar si ya estamos pagando, entregándoles nuestras vidas? Teniendo que ir para Irak, para Afganistán, donde nos llamen, ese es el precio que yo quería pagar”.
La exmarine Nathalie Ocampo asegura: "Yo no conozco a ninguna amiga que estuvo en el Marine Corp conmigo que no ha sido discriminada, abusada, asaltada, violada". Según un informe del Departamento de Asuntos de Veteranos, 20% de las mujeres que solicitaron asistencia padecían de estrés postraumático relacionado con algún incidente sexual, aunque expertos sospechan que la cifra es más elevada, ya que sólo 1 de cada 3 miembros, reporta la agresión.
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Gigi Lucero ingresó al Ejército de Estados Unidos cuando tenía 18 años y su primera asignación fue en Fort Hood, Texas, donde le tocó enfrentar lo que ella califica como discriminación. “Me hacían muchos piropos de latina, me decían que si iba a cocinar, que si yo hablaba spanglish, que si en México se habla mexicano”, recuerda Gigi. En el Ejército ser mujer y latina puede significar una mayor vulnerabilidad al acoso y al abuso sexual.
Imagen Cortesía: Gigi Lucero
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