Un joven hispano que trabajó para una organización de traficantes de personas podría pasar el resto de su vida en prisión por haber causado la muerte de una inmigrante en un accidente automovilístico.
Lo reclutaron en Snapchat para transportar migrantes, provocó una muerte y ahora enfrenta cadena perpetua
Matthew Dylan Ramírez conducía a más de 100 millas por hora para escapar de la policía y perdió el control del vehículo. Al volcar varias veces, tres migrantes salieron expulsados. Una mexicana de 36 años perdió la vida en el lugar y su esposo resultó lesionado.

Matthew Dylan Ramírez, de 20 años, era el conductor de un sedán BMW que el 22 de mayo de 2021 volcó varias veces en una carretera cerca de Quijotoa, Arizona, mientras huía de una patrulla policial.
Transportaba a tres indocumentados en la parte trasera del vehículo. Al perder el control por el exceso de velocidad, los migrantes salieron expulsados del coche, pues ninguno tenía puesto el cinturón de seguridad.
Una mujer identificada como María González Núñez, una mexicana de 36 años, perdió la vida.
Iban tan rápido por la ruta federal 15, que en un momento una patrulla de la Policía de Tohono O’odham se quedó atrás y dejó de ver el BWM en la carretera, según describe la acusación criminal.
“El agente Degrazia trató de detener el vehículo. No pudo hacerlo porque el coche viajaba a exceso de velocidad y eventualmente perdió de vista el vehículo”, describe un documento judicial con fecha del 25 de mayo de 2021, que la Fiscalía federal sometió en una corte federal de Tucson.
Más adelante, el policía observó el auto accidentando, a un costado del camino. Adentro estaba Ramírez, lesionado y aún sujeto por el cinturón de seguridad. Nadie más estaba con él.
Al registrar la zona, policías municipales y elementos de la Patrulla Fronteriza localizaron a tres inmigrantes lesionados: Jared de Jesús Vázquez Ortega, Adrián Sánchez Mota y Jesús Madrid Varela. Todos son de origen mexicano. “La mujer fue declarada muerta en la escena”, señala la acusación.
Sánchez Mota declaró ante oficiales federales que era esposo de la fallecida.
Ramírez y los migrantes fueron transportados al hospital Banner University Medical Center de Tucson. Ninguno resultó con lesiones que no pusieron en peligro sus vidas.
La Fiscalía indica que los cuatro migrantes, incluyendo la mujer fallecida, ya habían sido deportados.
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Al ser interrogado por agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), Ramírez declaró que un coyote lo reclutó por la red social Snapchat y le ofreció un pago de 1,000 dólares por transportar a inmigrantes indocumentados de la frontera a la ciudad de Phoenix.
Contó que observó a una patrulla estacionada a un costado de la carretera y que “la gente en el carro le dijo que acelerara”. Según su relato, manejó a “por lo menos 75 millas por hora” y perdió el control del vehículo.
Pero las autoridades creen que el coche era conducido a más de 100 millas por hora, por lo que rodó varias veces hasta terminar prácticamente deshecho.
La investigación determinó que uno de los migrantes lesionados, Jesús Madrid Varela, era el coyote que los guio a pie por el desierto hasta un lugar cerca de Quijotoa, donde los esperaba Ramírez en su BMW.
Ramírez se declaró culpable de los cargos de conspiración y transporte de indocumentados con fines de lucro y con resultado de muerte. Ahora enfrenta una condena de hasta cadena perpetua y una multa de 250,000 dólares.
Este joven fue liberado en diciembre de 2021 tras pagar una fianza de 3,000 dólares. Un juez le ordenó quedarse en Arizona, entregar su pasaporte, buscar un empleo formal o tomar clases, y someterse a pruebas de consumo de alcohol y drogas.
Mientras que Madrid Varela firmó un acuerdo de culpabilidad y enfrenta de 36 a 57 meses de prisión.
Ambos serán sentenciados el próximo 1 de noviembre.
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