Puerto Rico está en boca de todos en la recta final de la campaña que concluirá con la elección el próximo martes de Kamala Harris o Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos.
Por qué los puertorriqueños no pueden votar por el presidente de EEUU desde su isla, pero pueden definir el resultado de las elecciones
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no pueden participar en las elecciones presidenciales de la próxima semana si viven en la isla. Sin embargo, se han convertido en un grupo clave que podría definir al ganador entre Harris y Trump. Sigue aquí nuestra cobertura en vivo de las elecciones de Estados Unidos.
El motivo es el ya conocido insulto que un comediante hizo a Puerto Rico llamándola “isla de basura” hizo en un mitin de los republicanos y que provocó un sinfín de críticas en el marco de una enorme polémica que está lejos de desaparecer.
Tanto demócratas como republicanos se están refiriendo en sus últimos eventos y entrevistas a esta controversia, conscientes del peso electoral y la diferencia que podría marcar en un momento en el que las encuestas pronostican un resultado muy ajustado.
Sin embargo, es llamativo que, pese a ser ciudadanos estadounidenses, los habitantes de la isla no pueden votar en las elecciones del próximo 5 de noviembre si residen allí.
Entonces ¿por qué se está dando tanta importancia al voto puertorriqueño? Estas son algunas claves para entender su particular estatus y trascendencia en esta campaña.
¿Por qué en Puerto Rico no pueden votar en las presidenciales si pertenece a EEUU?
En 1898, Puerto Rico fue cedido a EEUU como consecuencia de la Guerra Hispanoamericana, en la que España perdió la isla, Cuba, Filipinas y Guam.
Casi 20 años después, en 1917, la ley Jones-Shafroth declaró a los puertorriqueños como ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, pese a contar con este estatus, quienes viven en la isla no pueden participar en las elecciones presidenciales del país.
Esto se debe a que, aunque están bajo soberanía de Washington, no son estados de la Unión, sino que son entidades fuera del territorio continental de EEUU. Lo mismo le ocurre a Guam, las Islas Vírgenes de EEUU, las Islas Marianas del Norte y Samoa Americana.
La figura de Puerto Rico, en concreto, es la de Estado Libre Asociado, que le permite contar con su propia Constitución, gobernador, poderes legislativo y judicial, así como tener un autogobierno limitado.
Pero dado que la Constitución estadounidense redactada en 1787 (cuando Puerto Rico aún pertenecía a España) otorga el derecho a votar a los ciudadanos que viven en los estados del país, pero no en los territorios que no son un estado, en Puerto Rico no podrán elegir entre Donald Trump y Kamala Harris la próxima semana.
Aunque el Congreso le dio a DC el derecho a participar en el Colegio Electoral con la Enmienda 23 en 1961, no se ha otorgado medida similar a los cinco territorios estadounidenses.
Eso sí, los residentes de estos territorios pueden votar en las primarias presidenciales al estar organizadas por los partidos políticos, y no por el gobierno federal. Es decir, pueden ayudar a elegir al candidato de cada partido, pero no al presidente en las elecciones generales.
Entonces ¿ningún puertorriqueño puede votar en las elecciones presidenciales?
Sí pueden votar, aunque existe cierta confusión al respecto.
Dado que se permite el voto en los estados, pero no en los territorios, ciudadanos estadounidenses como los puertorriqueños pueden votar en las presidenciales si son residentes y están registrados en cualquiera de los 50 estados o en Washington DC.
Y no hay que infravalorar la cantidad de boricuas en EEUU continental: según un estudio del Pew Reasearch Center (PRC), residen en él cerca de seis millones de puertorriqueños con derecho al voto.
No es una cifra nada desdeñable si recordamos que en la isla de Puerto Rico viven 3,2 millones. De hecho, los boricuas son el segundo grupo hispano de votantes más numeroso en EEUU.
¿Cuál será el poder del voto puertorriqueño en las elecciones presidenciales 2024?
La polémica con los insultos en el mitin de Trump hacia los puertorriqueños los puso en el centro de atención en la recta final de esta campaña electoral y tanto demócratas como republicanos pugnan por convencerlos para lograr su voto.
Pero, considerando que quienes viven en la isla no podrán votar, muchos se cuestionan si el apoyo de esta población es realmente tan importante.
Los boricuas representan la segunda comunidad de origen latino en EEUU con cerca de 5.8 millones de personas, de acuerdo con una estimación del PRC basada en datos del censo. Ese número representa el 9% de toda la población hispana en el país.
Sin embargo, lo cierto es que en una elección tan ajustada como la que estamos viviendo en la que cada voto cuenta, los puertorriqueños -especialmente aquellos que votan en los estados clave- podrían en efecto llegar a tener la capacidad de inclinar la balanza hacia un lado u otro.
El caso más evidente es Pensilvania, donde viven unos 300,000 boricuas con derecho a voto y que suponen más de la mitad de los hispanos en este estado péndulo donde las encuestas muestran prácticamente un empate entre Harris y Trump.
Para entender la importancia de cada voto, basta con mirar los ajustados resultados en Pensilvania en las dos últimas elecciones. En 2020, Joe Biden ganó a Trump por unos 80,000 votos. Cuatro años antes, el republicano se impuso a Hillary Clinton por apenas 44,000.
No es el único caso donde los puertorriqueños podrían marcar la diferencia: miles de ellos viven en Carolina del Norte y Georgia.
"En unas elecciones muy cerradas como estas, pequeños cambios en los márgenes en los grupos clave, como los votantes latinos en Pensilvania, pueden determinar quién se convierte en presidente", escribió en The Conversation el profesor de historia A.K. Sandoval-Strausz, de la Universidad de dicho estado.
¿Podría cambiar en el futuro el estatus de los puertorriqueños en la isla y acabar votando por el presidente de EEUU?
En los últimos años, Puerto Rico ha celebrado varios referendos no vinculantes sobre si se debería modificar el tipo de relación que mantiene con EEUU, lo que traería cambios como el derecho a voto en las elecciones presidenciales.
En 2020, por ejemplo, la mayoría votó por convertirse en un estado más del país. Sin embargo, lo cierto es que el Congreso de EEUU nunca ha mostrado interés en explorar esta posibilidad, motivado en parte por los importantes cambios que ello conllevaría en el reparto del poder político.
El próximo 5 de noviembre, mientras EEUU vota por su presidente, Puerto Rico también acudirá a las urnas para elegir gobernador, comisionado residente, representantes, senadores y alcaldes.
Pero, más allá de eso, volverán a tener una papeleta simbólica para demostrar sus preferencias sobre el estatus político de la isla, eligiendo entre estadidad (convertirse en estado), su independencia o la soberanía en libre asociación.
También podrán opinar sobre el próximo presidente de EE.UU., aunque al igual que la anterior, esta consulta tampoco será vinculante.
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