“Somos una nación en decadencia”, exclamó Trump, enumerando las que considera son las principales crisis que enfrenta este país por culpa, a su parecer, del actual gobierno: la inflación, la inmigración ilegal y los conflictos internacionales.
A decir del exmandatario, la administración Biden es responsable, en primer lugar, de la inflación que golpea los bolsillos de los estadounidenses.
“Tenemos una crisis de inflación que está haciendo la vida inasequible, devastando los ingresos de las familias trabajadoras y de bajos ingresos, y aplastando a nuestra gente”, expresó.
Luego abordó el tema migratorio: “También tenemos una crisis de inmigrantes indocumentados: una invasión masiva en nuestra frontera sur que ha extendido la miseria, el crimen, la pobreza, las enfermedades y la destrucción a comunidades de todo nuestro territorio”.
El tono de Trump, en este asunto, ha sido el mismo desde que se postuló a la presidencia en junio de 2015, cuando llamó “violadores” y “criminales” a los inmigrantes mexicanos.
Pese a la afirmación de Trump, diversas investigaciones han demostrado que los inmigrantes indocumentados no cometen más delitos que los ciudadanos estadounidenses. El Centro para la Justicia Brennan, un instituto no partidista que investiga temas de política y derechos, asegura en uno de sus boletines que es posible que los inmigrantes incluso tengan menos interacción con la policía que las personas no migrantes.
Hay otro problema más allá de las fronteras generado, según Trump, por el gobierno de Biden, como las guerras de Ucrania e Israel. Pero no ofreció evidencias que sustentaran sus palabras.
“Luego hay una crisis internacional que el mundo rara vez ha visto. La guerra hace estragos en Europa y Medio Oriente, un creciente espectro de conflicto se cierne sobre Taiwán, Corea, Filipinas y toda Asia, y nuestro planeta se tambalea al borde de la ‘Tercera Guerra Mundial’, y ésta será una guerra como ninguna otra”, concluyó.