Migrantes retornados a México: aportan a dos países y exigen apoyo al nuevo presidente

Las familias divididas entre México y Estados Unidos piden a quien resulte electo presidente el 1 de julio que haga valer el esfuerzo de sus remesas, la tercera fuente de divisas del país, y que se plante a negociar con Donald Trump mejores condiciones de vida para la diáspora indocumentada y a construir un mejor país al que los expatriados puedan volver.

Maye Primera
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Maye Primera.
Las remesas son la tercera fuente de divisas para México y algunos temen que las políticas de Trump puedan amenazar ese flujo.
Las remesas son la tercera fuente de divisas para México y algunos temen que las políticas de Trump puedan amenazar ese flujo.
Imagen Luis Sinco/Los Angeles Times via Getty Images

CIUDAD DE MÉXICO.- Seis meses al año Javier Martínez carga costales y vende tamales en Estados Unidos y los otros seis, trabaja como abogado y activista en una joven y pequeña organización de ayuda a los migrantes retornados en México, que él mismo fundó.

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“Me quedo por temporadas de dos a tres meses. Trato de no exceder los seis meses para no violentar mi estatus migratorio y que me permita seguir visitando a mi familia, que es la que no puede regresar a México”.

Los familiares de Montiel tienen más de 20 años viviendo y trabajando sin documentos en Estados Unidos, pagando las facturas con dificultad y reuniendo dinero para enviar a su país de origen.

“Se dan dobles esfuerzos, aquí y allá, sin que las familias se unan. Somos trabajadores, no somos criminales. Y aportamos a la economía de un país y de otro país. (...) A nosotros de cierta forma nos encomiendan que, si regresamos a México, hagamos algo también por ellos y por las familias que se quedan, que son las principales receptoras de las remesas, que es dinero que no genera el Estado”.

Las remesas son la tercera de fuente de divisas para México, después de las exportaciones del sector automotriz y del agroalimentario. La mayor parte viene de Estados Unidos, y han ido en aumento desde el triunfo de Donald Trump, que amenazó con imponer controles a las transferencias para financiar de allí su idea del muro fronterizo.

“Los migrantes están enviando sus ahorros de vuelta a casa en caso de que tengan que regresar”, fue una de las causas a las que el Banco Mundial atribuyó el aumento en el monto de las remesas en un reporte publicado en octubre de 2017.

Solo en abril de 2018, México recibió 2,71 millones de dólares en remesas, la cifra más alta que se ha registrado en los últimos dos años el Banco de México.

Las familias mexicanas como la de Martínez, divididas entre dos territorios, piden al que salga elegido presidente de México el 1 de julio que haga valer ese esfuerzo, que negocie con el gobierno de Trump mejores condiciones de vida para los 5,6 millones de migrantes mexicanos indocumentados en Estados Unidos —lo más urgente sería una solución migratoria que permita a las familias volver a reunirse— y que construya un mejor país al que los expatriados puedan regresar.

Luego de pasar más de una década en Estados Unidos indocumentado, Alejandro Navarro decidió firmar su salida voluntaria del país. Tras fracasar en varios intentos para volver a cruzar la frontera decidió probar suerte en la ciudad fronteriza de Mexicali, donde montó un pequeño negocio de comida. “Pensé que ya no podía perder más y que solo me quedaba echarle ganas”, cuenta.
Video Tras 12 años en EEUU, este mexicano se autodeportó y montó un negocio en la frontera


Unos, como Javier, vuelven por propia voluntad y miles son deportados cada mes. En lo que va de 2018 más de 74,000 mexicanos han sido detenidos y repatriados desde Estados Unidos, según datos de la Secretaría de Gobernación.

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Tres de los cuatro candidatos —Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Antonio Meade— han prometido asesoría legal para los mexicanos con problemas migratorios en Estados Unidos y programas de reinserción a la sociedad en México para los que decidan o se vean obligados a volver. Los tres también han prometido “defender a los dreamers” sin presentar una propuesta concreta sobre cómo hacerlo.


“Espero que el próximo presidente pueda tomar una posición firme y digna y que represente a todos los mexicanos y a sus familias que están en Estados Unidos. No nada más ver cómo proteger a nuestras familias allá, sino cómo sostenemos aquí mediante trabajo, educación. Es un trauma regresar y no encontrar las mismas condiciones en las que estuviste por muchos años en Estados Unidos. Y ahora tienes que buscar la opción: o te metes a trabajar en un call center o te metes de maestro de inglés o no haces nada”, dice Javier.

La ruta violenta de México

Rubén Figueroa regresó en 2005 a su pueblo, San Manuel de Huimanguillo, en Tabasco, en el sur de México, después de vivir cinco años entre Virginia y Carolina del Norte, después de haberse ido solo, a los 16 años, a trabajar a una fábrica de almohadas con migrantes de todos los continentes.

“Por mi pueblo pasa el tren cargado de migrantes centroamericanos. Regresé a las vías y vi el tren pasar y ya no fue lo mismo de antes. Antes pasaban y para mí era indiferente, pero al volver vi reflejados a mis amigos. En ese tiempo que yo regresé mi madre me apoyó y abría las puertas de su casa para recibir a migrantes y darles algo”, recuerda Rubén, que desde entonces brinda apoyo de los centroamericanos que tratan de llegar a Estados Unidos, a través de una de las rutas migratorias más violentas del mundo, por culpa del crimen organizado de la autoridad.


Las ONGs mexicanas calculan que, durante la última década, más de 70,000 salvadoreños, hondureños y guatemaltecos han desaparecido a su paso por México; y entre 2014 y 2016, han documentado 530 crímenes contra migrantes —asesinatos, secuestros, violaciones— que no han sido juzgados.

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“Los migrantes en tránsito por México sufren cualquier tipo de vejaciones y crímenes. Esto no puede continuar, son miles de vidas las que se pierden, son cientos los desaparecidos. A lo largo de muchos años hemos denunciado esta terrible situación y no ha cambiado en nada, al contrario, lo que vemos es cada día más el involucramiento de las autoridades con el crimen organizado para delinquir contra ellos”.

Figueroa fue uno de los activistas mexicanos que entre marzo y mayo de este año apoyó el paso de la caravana migrante a través de México y hacia Estados Unidos, desde Tapachula hasta Tijuana. Él cree que el gobierno mexicano nunca tendrá moral para defender los derechos migratorios de los suyos en Estados Unidos si sigue tratando a los centroamericanos como Estados Unidos trata a los mexicanos, especialmente en lo que tiene que ver con la política de deportaciones.


En los últimos dos años, miles de migrantes centroamericanos han sido detenidos en México y enviados de regreso al lugar de donde huyeron, en la mayoría de los casos por miedo a las pandillas. De los 10,500 extranjeros que México deportó en 2017, casi el 80% eran centroamericanos y fueron detenidos en el sur del país, en el marco de un programa financiado con fondos estadounidenses, el Plan Frontera Sur, para que toda esta gente no llegue a la frontera norte.

“La maquinaria de deportación mexicana llamada Plan Frontera Sur ha estado activa desde la administración de Barack Obama. Ahora, con Donald Trump esa maquinaria fue ofrecida al gobierno de Trump y nuevamente se reactivó (...) Ya no se puede seguir contribuyendo con esa política de terror del gobierno de Estados Unidos, cuando quienes transitan por nuestro país son personas que hablan nuestro mismo idioma, tienen el mismo color de nuestra piel y vienen sufriendo lo que nosotros mismos sufrimos en México: esa violencia, esa pobreza”.

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La esperanza de que el próximo presidente mexicano actúe contra la crisis de la migración dentro y fuera del país no ha tenido mayor reflejo en los programas de gobierno propuestos por los aspirantes a ganar el 1 de julio, y mucho menos en el segundo debate presidencial del 20 de mayo, que se celebró en la ciudad fronteriza de Tijuana con la participación de un público de decenas de electores que hicieron preguntas.

“No hubo ninguna participación de indocumentados o de personas que han sido recientemente deportadas. Fue totalmente sanitarizado el debate. No hubo dreamers, no hubo personas que vinieran del otro lado de la frontera a participar y a cuestionar directamente”, criticó Armando Vásquez Ramos, profesor del departamento de Estudios Chicanos y Latinos de la Universidad de California, en entrevista con Univision Noticias.

Es una opinión compartida por el profesor emérito y fundador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Jorge Bustamante, que lleva décadas trabajando por la defensa de los derechos de los migrantes y que, durante un recorrido realizado por Univision Noticias a través de la frontera, le dijo al periodista Manuel Ocaño: “Veo a los candidatos con preocupación por la ignorancia que han demostrado respecto de los problemas de la frontera y en particular de los migrantes”.

Una mujer guatemalteca es procesada por la oficina de inmigración al arribar a su país, luego de ser deportada de Estados Unidos el 9 de febrero de 2017. El Ministerio de Exteriores de Guatemala asiste a los deportados con llamadas telefónicas a sus familiares, comidas, el cambio de su dinero a moneda local y traslados en autobús. 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/inmigracion/kelly-dice-que-los-indocumentados-seran-devueltos-a-sus-paises-de-origen-aunque-un-memorando-con-su-firma-senala-lo-contrario">El secretario de Seguridad Naciona de EEUU, John F. Kelly, aseguró en una visita a Guatemala que las autoridades de su país tratarán de una manera “humana” </a></b>a los indocumentados que sean detenidos y que serán deportados hacia sus naciones de origen, en contradicción con 
<b><a href="https://assets.documentcloud.org/documents/3468386/Read-the-memos-signed-by-DHS-Secretary-Kelly-on.pdf">uno de los memorandos que firmó</a></b> hace menos de una semana y que establece que serán devueltos al país por el que entraron.
El mexicano Ricardo Ortiz Chávez a su llegada a Ciudad Juárez, luego de ser deportado el 1 de febrero de 2017. Originario de Chihuahua, tenía más de 20 años viviendo en Estados Unidos donde trabajaba en la construcción. Fue detenido cuando se dirigía a su trabajo en Alburquerque, Nuevo México, donde vivía con su madre y hermanos. “Ya no nos quieren”, comentó.
Pedro de León Caballeros termina de comer en un mercado de Almolonga, Guatemala. Dijo que fue deportado de Estados Unidos luego de trabajar durante tres años en Houston. 11 de febrero de 2017.
Erick Pérez, guatemalteco deportado de Estados Unidos, saluda a sus familiares al llegar a la Ciudad de Guatemala desde Texas. 9 de febrero de 2017. El Secretario de Seguridad Nacional de EEUU hizo un llamado a quienes pretenden emigrar sin documentos a que se abstengan y garanticen su seguridad. 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/inmigracion/kelly-dice-que-los-indocumentados-seran-devueltos-a-sus-paises-de-origen-aunque-un-memorando-con-su-firma-senala-lo-contrario">“Mi consejo es que no arriesguen su vida o la de sus apreciados hijos en este viaje tan peligroso”, porque “el terreno entre Guatemala y Estados Unidos es brutal”.</a></b>
Mexicanos recién deportados descasan cerca del río Tijuana, en Tijuana, México. 22 de febrero de 2017. 
<a href="http://www.univision.com/noticias/repatriaciones/esto-les-espera-a-los-migrantes-que-sean-deportados-a-la-frontera-norte-de-mexico"><b>México tiene un programa especial que incluye la atención a los repatriados</b> <b>desde Estados Unidos, pero los resultados no son suficientes para la atención de los cientos de miles de deportados cada año en la franja fronteriza. </b></a>
Un guatemalteco cambia sus dólares por quetzalez, la moneda local de Guatemala. Fue deportado desde Texas el 9 de febrero de 2017. En 2016 Estados Unidos deportó a Guatemala a 35,465 personas, un 13% más respecto a los 31,443 deportados en 2015. A pesar de ello, según cifras del Banco de Guatemala, las remesas enviadas por los inmigrantes a sus familiares desde Estados Unidos sumaron 7,700 millones de dólares.
Migrantes deportados por la garita de El Chaparral, en la frontera entre Tijuana, México y San Ysidro, Estados Unidos. "Hemos expresado nuestra preocupación por el respeto a los derechos de los mexicanos en Estados Unidos
<b>.</b> Hablamos de la imposibilidad jurídica de que un gobierno tome decisiones que afecten a otro de forma unilateral. Y la necesidad de que este tipo de decisiones que nos afectan a ambos sean resultado del diálogo y del acuerdo", señaló el canciller mexicano Luis Videgaray luego de reunirse con el Secretario de Seguridad nacional de EEUU, John Kelly.
Deportados mexicanos caminan cerca de la frontera en Nogales, México. 22 de febrero de 2017. El secretario de Seguridad John Kelly aseguró que no habrá deportaciones masivas, sin embargo el gobierno de Donald Trump calcula que sacará alrededor de un millón de personas este año.
El secretario de Seguridad de EEUU, John Kelly, aseguró en Guatemala que su país seguirá incrementando las medidas de seguridad en sus fronteras para evitar el ingreso de nuevos inmigrantes indocumentados. Agregó que las autoridades tienen la orden de “interceptar a las personas que traten de ingresar ilegalmente y que se les trate de la mejor manera para después ser devueltos a sus países
<b>”.</b> En la fotografía, un grupo de deportados guatemaltecos son atendidos a su llegada a Ciudad de Guatemala. 9 de febrero de 2017.
Durante su viaje a México, el Secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, aseguró que no habrá deportaciones masivas y que el Departamento de Seguridad Nacional actuará conforme a derecho, respetando los derechos humanos. En la imagen, mexicanos deportados hacia México a través de la garita El Chaparral, en Tijuana.
Migrantes deportados a sus país a través de la garita El Chaparral, en la frontera entre Tijuana, México y San Ysidro, EEUU. "Quiero dejar muy claro que no habrá deportaciones masivas. Todas las deportaciones se harán conforme a nuestro marco legal. El enfoque de las deportaciones será sobre gente con antecedentes criminales y todo esto se hará como siempre con estrecha colaboración con el gobierno de México. La amistad de nuestra frontera es importante", expresó el secretario de seguridad John Kelly en su visita a México.
Un vuelo con 135 deportados de Estados Unidos llega a Guatemala el 9 de febrero de 2017. El secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, John F. Kelly, dijo en Guatemala que las autoridades de su país tratarán de una manera “humana” a los inmigrantes indocumentados que sean detenidos y que serán deportados hacia sus naciones de origen, contradiciendo 
<b><a href="https://assets.documentcloud.org/documents/3468386/Read-the-memos-signed-by-DHS-Secretary-Kelly-on.pdf">uno de los memorandos que firmó</a></b> hace menos de una semana y que establece que serán devueltos al país por el que entraron.
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Una mujer guatemalteca es procesada por la oficina de inmigración al arribar a su país, luego de ser deportada de Estados Unidos el 9 de febrero de 2017. El Ministerio de Exteriores de Guatemala asiste a los deportados con llamadas telefónicas a sus familiares, comidas, el cambio de su dinero a moneda local y traslados en autobús. El secretario de Seguridad Naciona de EEUU, John F. Kelly, aseguró en una visita a Guatemala que las autoridades de su país tratarán de una manera “humana” a los indocumentados que sean detenidos y que serán deportados hacia sus naciones de origen, en contradicción con uno de los memorandos que firmó hace menos de una semana y que establece que serán devueltos al país por el que entraron.
Imagen John Moore/Getty Images
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