Cuando el racismo patrulla tu barrio: neonazis, antiinmigrantes y el KKK infiltrados en la Policía

Desde 2006, el FBI ha emitido alertas sobre cómo simpatizantes de la extrema derecha, grupos antigubernamentales y de ideologías nacionalistas, penetran a policías locales y las Fuerzas Armadas. Dos posibles casos fueron detectados en las protestas contra el racismo por la muerte del afroestadounidense George Floyd.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Miembros del 
<i>National Socialist Movement</i>, un grupo neonazi considerado como promotor del racismo, en una manifestación de la organización supremacista Ku Klux Klan en South Carolina en 2015.
Miembros del <i>National Socialist Movement</i>, un grupo neonazi considerado como promotor del racismo, en una manifestación de la organización supremacista Ku Klux Klan en South Carolina en 2015.
Imagen John Moore/Getty Images

“Estoy soñando con una forma de matar a casi todas las personas de la tierra”, advertía un correo electrónico pleno de expresiones de racismo describiendo un plan que contemplaba lanzar una plaga biológica, usando ántrax y toxinas para crear botulismo o gripe mortal.

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El Buró Federal de Investigaciones (FBI) asegura que el autor de la misiva es Christopher Paul Hasson, un teniente de la Guardia Costera de Estados Unidos al que considera un “terrorista nacional” con una remarcada ideología supremacista blanca.

Hasson fue detenido en febrero de 2019 y al registrar su vivienda encontraron un peligroso armamento y una lista con los nombres de sus objetivos: líderes demócratas, candidatos presidenciales y periodistas. En sus perturbadores mensajes pedía usar la “violencia” para “establecer una patria blanca”, de acuerdo con documentos judiciales presentados en una corte federal en Maryland.

No es caso aislado. En los últimos años, el FBI ha emitido advertencias sobre policías y militares con ideología supremacista, ya sea que son miembros de grupos de odio o que simpatizan con su forma de pensar.

Al tiempo que departamentos policiales han despedido a uniformados que eran parte del Ku Klux Klan (KKK), castigaron a los que realizaron comentarios ofensivos hacia las minorías e incluso terminaron tras las rejas algunos oficiales que cometieron actos ilícitos por motivaciones racistas.

La preocupación sobre la infiltración de estas organizaciones en las agencias del orden han revivido, tanto por las acusaciones de que ese era el caso del policía blanco Derek Chauvin, quien enfrenta cargos de asesinato en segundo grado por supuestamente asfixiar con su rodilla al afroestadounidense George Floyd, como por dos incidentes en que oficiales mostraron su aparente vínculo con la extrema derecha en las protestas que se realizaron en California y Nueva York por la muerte de Floyd.

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Sigue aquí minuto a minuto la información relacionada con la muerte de George Floyd.

“Si tienes a policías con una mentalidad supremacista, entonces habrá violencia cuando éstos patrullen comunidades de negros y latinos, porque los tratarán como ellos los consideran: subhumanos”, advierte el autor y activista afroestadounidense Earl Ofari Hutchinson, en una entrevista con Univision Noticias.

“No dudo de que esa ideología esté detrás de tiroteos, golpizas y brutalidad policial que han ocurrido en vecindarios habitados mayormente por minorías”, alertó Hutchinson.

Un par de incidentes registrados en las manifestaciones por la muerte de Floyd encendieron las alertas de las autoridades.

El primero sucedió en Nueva York, donde un policía blanco hizo una seña con la mano que significa ‘White Power’. “Por favor, denuncia esto”, pidió la Fiscal estatal Letitia James a quien compartió el video en Twitter.


Otra grabación que se difundió en Reddit originó una investigación interna en el Departamento del Sheriff del condado de Orange (OCSD), en California. En las imágenes se observa a uno de sus agentes que porta un parche con símbolos relacionados con milicianos de la extrema derecha. Ocurrió el lunes en una manifestación contra la brutalidad policial en Costa Mesa.

“La decisión de este agente de usar estos parches y la implicación de su asociación con un grupo extremista, es inaceptable y profundamente preocupante para mí", dijo el sheriff de Orange, Don Barnes, en un comunicado difundido en Twitter.

El oficial, que se encuentra en permiso administrativo, mostraba símbolos de Oath Keepers, que es catalogado como un grupo de odio que tiene “doctrinas antigubernamentales extremas” y que defiende el derecho a la portación civil de armas.

Un reportero local captó el momento en que la policía derribaba al hombre, que cayó de espaldas y empezó a sangrar por la oreja, mientras el resto de policías caminaban por su lado en Buffalo, Nueva York, durante la décima noche de protestas por la muerte de George Floyd. Dos agentes fueron suspendidos sin paga por la agresión.
Video El violento empujón de un policía que dejó a este manifestante de 75 años en estado grave

Los “patriotas” contra un “gobierno tirano”

“El grupo Oath Keepers se enfoca en reclutar policías y militares, en funciones y retirados”, dijo a este medio Joanna Mendelson, subdirectora del Centro sobre Extremistas de la Liga Antidifamación (ADL).

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“Se ven a sí mismos como guardianes de la república, pero esencialmente son una organización en contra del gobierno y de extrema derecha que es parte de los milicianos, un movimiento extremo y violento”, describe Mendelson.

“Creen en una conspiración de un mundo bajo un gobierno tirano llamado ‘Nuevo Orden Mundial’, el cual priva a los estadounidenses de sus derechos”, agrega.

Al menos 576 grupos antigubernamentales estaban activos en este país en 2019, 36 menos comparado con las 612 organizaciones de ese tipo que operaban un año anterior, de acuerdo con el más reciente informe sobre grupos de odio del Southern Poverty Law Center (SPLC).

Los miembros de estas agrupaciones que usan nombres como American Guard, 111% Defense Militia y Three Percent suelen tener más actividad durante las administraciones demócratas. El año pasado había 181 milicias, esto es 35 menos que en 2018, según el análisis del SPLC.

Aunque no tienen una ideología puramente racista, no se descarta que algunos integrantes simpaticen con nacionalistas y neonazis.

El líder de Oath Keepers, Stewart Rhodes, se jactó en 2009 que entre los 6,000 miembros que asegura que tiene su organización había policías y soldados activos y retirados, y advirtió que jamás entregarían sus armas, aunque fuese ilegal en EEUU.

En medio de las revueltas en varias ciudades, Oath Keepers hizo “un llamado” en Twitter para que veteranos y “patriotas” salieran a defender sus comunidades “de la insurrección de la izquierda”.

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Este jueves, el grupo aseguró que algunos de sus miembros montaron guardia afuera de una armería de Elgin, Texas, para alejar a los saqueadores. “Es nuestro deber evitarlo como sea posible”, señala en otro tuit.

Los policías del Ku Klux Klan

En un informe de inteligencia elaborado en 2008, el FBI advierte sobre la “amenaza” por los nacionalistas blancos que se infiltran en las fuerzas del orden buscando interrumpir investigaciones contra sus miembros, reclutar a otros agentes, ganar influencia y tener acceso a políticos y personas protegidas “que puedan ver como objetivos potenciales para ataques violentos”.

El Ku Klux Klan (KKK), la organización supremacista blanca más antigua del país, es citada en dicho memorando como la que más tiene “lazos con policías locales”. Por eso el reporte del FBI, que oculta dos casos de agentes que eran miembros del KKK, pide mayores escrutinios en las contrataciones.

El FBI detectó que una organización nacionalista les pidió a sus miembros ‘ghost skins’, como les dicen a los que no expresan abiertamente sus opiniones racistas, que se volvieran policías.

Ese esfuerzo, indica el memorando, "puede conducir a fallas en una investigación y puede poner en peligro la seguridad de las fuentes o del personal de las fuerzas del orden".

Un caso relacionado es el de Joe Burge, un detective de la Policía de Chicago que fue despedido y enjuiciado en 2008 al confirmarse que torturó a por lo menos 120 hombres negros utilizando un dispositivo de descarga eléctrica que él llamada la “caja negra”. Simpatizaba con el KKK.

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También echaron al veterano policía estatal de Nebraska, Robert Henderson, cuando se descubrió que era miembro activo del Klan.

En 2009, poco después de que Barack Obama llegó a la Casa Blanca, un reporte de inteligencia que elaboraron el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advertía sobre el “resurgimiento de la extrema derecha” y un posible reclutamiento de “veteranos descontentos” para echar mano de su entrenamiento militar.

Durante el segundo mandato de Obama, en abril de 2015, un informe clasificado del FBI sobre antiterrorismo aseguraba que supremacistas, milicianos y personas con ideologías extremas a menudo “han identificado enlaces activos con agencias del orden”, de acuerdo con The Intercept.


El reporte más reciente del SPLC señala que el movimiento nacionalista blanco, "envalentonado por la elección de Donald Trump", creció por segundo año consecutivo en 2019, ya que el número de grupos de ese tipo aumentó a 155, un incremento del 55% desde 2017.

"Tenemos una crisis de odio y extremismo en nuestro país, y las ideas tóxicas propagadas por estos grupos de odio no solo conducen a la violencia, sino que erosionan los cimientos de nuestra democracia", dijo Lecia Brooks, portavoz de SPLC, en un comunicado.

Los neonazis del Sheriff de Los Ángeles

A lo largo de los años han salido a la luz acusaciones contra policías que simpatizan con grupos de odio.

Los departamentos locales han registrado varios incidentes. El Sheriff del condado de Los Ángeles, que patrulla varias comunidades hispanas del sur de California, ha detectado bandas secretas formadas por alguaciles blancos, incluyendo los llamados Little Devils o los Lynwood Vikings, que operó hace casi 30 años y fue considerada “una pandilla supremacista blanca y neonazi” que participó en acciones ilícitas por motivos raciales.

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Durante el juicio por la muerte a tiros del afroestadounidense Donta Taylor, en el verano de 2018, se ventiló que entre 10 y 20 alguaciles en la estación de Compton tenían el tatuaje de una calavera con un casto militar, un rifle, llamas y las iniciales ‘CPT’. Se trata de una cofradía que, según los abogados de la familia de Taylor, atacaba a las minorías. El caso sigue bajo investigación.

El activista Earl Ofari Hutchinson cree que algunos policías no están afiliados con grupos neonazis o nacionalistas, pero sí tienen creencias racistas. “Una señal es que constantemente detienen a jóvenes negros o hispanos para acosarlos, preguntarles si son pandilleros, tienen una actitud de confrontación”.

A Hutchinson le preocupan los uniformados de alto rango que pueden influir en los novatos. “Chauvin (el policía implicado en la muerte de George Floyd) tenía una actitud racista y daba entrenamientos. No creo que sea una excepción, estoy seguro de que hay sargentos, comandantes y otros oficiales con la misma mentalidad supremacista y neonazi, y que están en una posición de influenciar a otros”, señaló.

Publicaciones racistas en Facebook

Catorce agentes de la Policía de San Francisco fueron descubiertos en 2016 intercambiando mensajes racistas que ofendían a hispanos, negros, asiáticos y homosexuales. Pero ellos solo fueron obligados por el departamento a tomar un entrenamiento.

Algunos de los textos que se mandaron decían “poder blanco” y “todos los negros deben ser colgados”. Fracasó el intento por despedirlos, luego que un juez determinara que el caso ya había expirado.

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“Estas son personas que tienen el poder de arrestar y matar a alguien”, dijo entonces el defensor público Jeff Adachi al diario The New York Times. “Si estás pensando: ‘este es un animal salvaje’ o ‘este es un negro enloquecido que me va a lastimar’, es cuando pueden jalar el gatillo”, alertó.

Otras agentes han expresado sus opiniones racistas públicamente en las redes sociales.

El año pasado, The Plain View Project, una base de datos que colectó conversaciones, memes y publicaciones compartidas en Facebook por policías en funciones y retirados de varias ciudades de EEUU, reveló que el 20% y 25% de éstos hicieron comentarios despectivos sobre los inmigrantes hispanos, los negros y los musulmanes, celebraron la bandera confederada y pusieron en sus perfiles fotos con símbolos de las milicias.

Una bandera confederada publicada por un policía en su página de Facebook.
Una bandera confederada publicada por un policía en su página de Facebook.
Imagen The Plain View Project


La investigación se enfocó en cientos de oficiales en Filadelfia, York (Pennsylvania), Dallas, Denison (Texas), St. Louis (Missouri), Phoenix (Arizona), Twin Falls (Idaho) y Lake County (Florida).

Según The Plain View Project, dos policías de Dallas hicieron en junio de 2017 comentarios preocupantes sobre el arresto de dos hispanos acusados de atacar a un agente de la Patrulla Fronteriza. Uno de los detenidos aparecía con un golpe en el rostro en la foto que le tomaron tras su detención.

“Castigo que merecen: varios golpes en público, diez años de prisión con trabajo diario y libertad condicional de por vida”, expresó un agente. “Un pasaje de ida con el Todopoderoso”, agregó otro.

En medio de las multitudinarias protestas por la muerte de George Floyd, Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional del presidente Trump, le dijo a CNN que no hay racismo sistémico en las corporaciones policiales.

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"Creo que el 99.9% de nuestros agentes de la ley son buenos estadounidenses y muchos son afroestadounidenses, latinos y asiáticos que trabajan en vecindarios más peligrosos. Hacen el trabajo más difícil (...) Son mis héroes", dijo O'Brien.

Uno de esos oficiales de minorías, Alfonso Alfaro, de la Policía de Los Ángeles (LAPD), le dijo a Univision 34: “No solamente somos policías, sino esposos y humanos. Entiendo que hay personas que son malas, pero la mayoría somos buenos”.

Joanna Mendelson, de la Liga Antidifamación, dice que si bien “hay manzanas podridas” en las policías, recomienda no generalizar estos casos. “La gente tiene la percepción de un racismo sistemático, pero no solo está en las agencias del orden, sino en muchos aspectos de nuestra sociedad”, reflexionó.

Camiones de la Fuerza Conjunta de la Guardia Nacional se deplazan por la capital de EEUU, Washington DC, este 2 de junio de 2020. Es para contener a las protestas contra la brutalidad policial contra los negros tras 
<a href="https://www.univision.com/noticias/estados-unidos/brutalidad-policial-contra-afroestadounidenses-de-la-paliza-a-rodney-king-al-no-puedo-respirar-de-george-floyd" target="_blank">la muerte de George Floyd en Minneapolis</a> a manos de un policía blanco. Las escenas de la capital llena de militares no es corriente en este país que orgullosamente se describe como la mayor democracia del mundo. 
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Tropas de la Guardia Nacional en DC. Los militares salieron a la calle luego de la escena de este lunes en las inmediaciones de la 
<a href="https://www.univision.com/temas/casa-blanca">Casa Blanca</a>, cuando agentes de policía y el Servicio Secreto dispersaron usando 
<b>balas de goma y gases lacrimógenos a manifestantes congregados pacíficamente </b>para protestar la muerte de Floyd.
La represión del lunes solo buscaba 
<b>permitir que el presidente <a href="https://www.univision.com/temas/donald-trump">Donald Trump</a> caminara hasta una iglesia para tomarse una foto con una Biblia en la mano, tras dar un incendiario discurso en el que advirtió que militarizaría las calles contra los manifestantes a los que llamó "terroristas". </b>
En lugar de llamar a la unidad y tratar de calmar los ánimos, 
<a href="https://www.univision.com/noticias/elecciones-en-eeuu-2020/trump-lanza-amenazas-imprecisas-de-militarizar-al-pais-en-un-incendiario-mensaje-desde-la-casa-blanca" target="_blank">Trump dio un discurso incendiario</a> de unos ocho minutos en los que acusó de los desmanes a una supuesta "izquierda radical" y 'Antifa' (etiqueta con la que se llama a ciertos manifestantes antifascistas de extrema izquierda).
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Este miércoles, 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/esper-el-secretario-de-defensa-opuesto-a-militarizar-la-respuesta-a-las-protestas?12345dd" target="_blank">el mismo secretario de Defensa, Mark Esper, contradijo públicamente al presidente Trump</a> diciendo que está en contra de desplegar efectivos militares para responder a las protestas.
<b> "La opción de usar soldados activos (en apoyo a la policía) solo debe usarse como último recurso y solo en las situaciones más urgentes y apremiantes. No estamos actualmente en una situación como esa", dijo.</b>
Esper ha autorizado el desplazamiento de varias unidades activas del Ejército a bases militares ubicadas en la periferia de la capital estadounidense, las cuales no han sido activadas en labores de patrullaje callejero.
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Otra imagen de cómo lucen las calles de Washington DC. 
<b><i><a href="https://www.nytimes.com/2020/06/02/us/politics/military-national-guard-trump-protests.html" target="_blank">The New York Times </a></i></b>s eñaló que líderes militares retirados condenaron a sus sucesores en la administración Trump por ordenar a las unidades militares arremeter contra una protesta pacífica frente a la Casa Blanca.
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Gases lacrimógenos y balas de goma mientras helicópteros sobrevolaban la capital: tras esas 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/cuan-bajo-puede-llegar-el-presidente-criticas-tras-la-represion-a-una-protesta-pacifica-para-que-trump-se-tomara-fotos" target="_blank">escenas del lunes se desataron críticas a Trump</a> de líderes religiosos, demócratas y algunos republicanos, incluso de algunos que comentan cuando el presidente comete exabruptos.
Trump, lejos de llamar a la calma en tiempos de crisis y enojo social por lo que llaman la brutalidad policial sistémica contra los afroestadounidenses, redobló la apuesta convocando la Guardia Nacional a las calles.
El martes, la respuesta a la diatriba de Trump fueron convocatorias masivas nuevamente en decenas de ciudaddes y, claro, también en Washington DC.
El general Martin Dempsey, exjefe del Estado Mayor Conjunto, 
<a href="https://twitter.com/Martin_Dempsey/status/1267591325354012672" target="_blank">escribió en Twitter</a>: "Los militares estadounidenses...su trabajo es inimaginablemente duro en el extranjero; más duro en casa. Respétalos, porque ellos te respetan. Estados Unidos no es un campo de batalla. Nuestros conciudadanos no son el enemigo".
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Así lucía el Parque Lafayette Park frente a la Casa Blanca este martes por la tarde, al día siguiente del discurso incendiario del presidente y la represión del lunes.
El general Tony Thomas, el exjefe del Comando de Operaciones Especiales, 
<a href="https://twitter.com/TonyT2Thomas/status/1267558773599744019" target="_blank">tuiteó</a>: "¿El "espacio de batalla" de Estados Unidos? No es lo que Estados Unidos necesita escuchar... nunca, a menos que nos invada un adversario o experimentemos un fracaso constitucional ... es decir, una Guerra Civil". 
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Camiones de la Fuerza Conjunta de la Guardia Nacional se deplazan por la capital de EEUU, Washington DC, este 2 de junio de 2020. Es para contener a las protestas contra la brutalidad policial contra los negros tras la muerte de George Floyd en Minneapolis a manos de un policía blanco. Las escenas de la capital llena de militares no es corriente en este país que orgullosamente se describe como la mayor democracia del mundo.
Imagen Drew Angerer/Getty Images
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