Las autoridades de Nuevo México arrestaron a tres mujeres por la supuesta tortura que le infligieron a Mary Melero, una persona autista de 38 años que estaba bajo su cuidado en una residencia en Rio Rancho. La víctima perdió la vida debido a múltiples heridas que tenía, describe la acusación de la Fiscalía estatal.
“Fue una tortura”: así fue la muerte de Mary Melero, una mujer autista que vivía amarrada en un baño de Nuevo México
Mary Melero, una mujer con autismo, era transportada a México para que en una clínica le brindaran atención médica, cuando la vio un agente fronterizo. Falleció once días después en un hospital de El Paso, donde se determinó que tenía múltiples lesiones graves y señales de que la mantuvieron atada mucho tiempo.

“El abuso y la negligencia que ella soportó fueron horribles y las lesiones que sufrió están entre las peores que he visto en mi carrera”, dijo Raúl Torrez, fiscal general de Nuevo México, en una conferencia de prensa. “Esto fue una tortura, realmente no hay otra palabra para eso”.
Este caso fue descubierto por un agente de la Patrulla Fronteriza en Texas que revisó una camioneta blanca que se dirigía a México el pasado 27 de febrero. Se alega que las acusadas llevaban a la víctima a una clínica en el vecino país para que le brindaran atención médica.
El oficial migratorio notó que Melero, quien viajaba en el asiento trasero del vehículo, estaba en malas condiciones y pidió apoyo para que la transportaran al Centro Médico Universitario en El Paso, donde no pudieron salvarle la vida. La mujer murió 11 días después de su ingreso, el 7 de abril.
Cuando la llevaban a México, Melero estaba “severamente deshidratada y drogada”, y tenía “numerosas heridas abiertas, incluyendo llagas crónicas con hueso expuesto, hematomas y laceraciones en varias partes de su cuerpo, y marcas” que indicaban que la tuvieron sujeta mucho tiempo, según los fiscales.
El agente fronterizo le preguntó cómo estaba, pero Melero no pudo responderle.
Documentos judiciales indican que la víctima “fue dejada en una bañera con sus propias heces durante varios días consecutivos y, según los profesionales médicos, tenía úlceras por presión infectadas que le provocaron un choque séptico”.
Los profesionales médicos explican que un choque séptimo es un estado de presión arterial baja potencialmente mortal y un fallo orgánico debidos a la septicemia, que ocurre como una respuesta del organismo ante una bacteria o infección, sumado a la insuficiencia de algún órgano esencial.
En el Centro Médico Universitario de El Paso concluyeron que recibieron a la paciente con “heridas crónicas”.

Acusadas enfrentan hasta 20 años de cárcel
Melero estaba bajo el cuidado de Angelita Rene Chacón, de 52 años y quien recibía un pago mensual de casi 5,000 dólares para tener a la víctima en su casa en Rio Rancho, al norte de Albuquerque. Era un sueldo que le daban a través de un programa de salud administrado por el gobierno de Nuevo México.
En la residencia también vivía su pareja Patricia Hurtado, de 42 años. Una tercera implicada, Luz Scott, les habría ayudado y proporcionó el vehículo para que la llevaran a México. Las tres fueron arrestadas.
Chacón enfrenta varios cargos, incluyendo abuso y negligencia contra un residente con resultado de muerte, y secuestro. Estos delitos conllevan a una pena máxima de 19 años en prisión.
Hurtado ha sido señalada por cargos similares, además de daño psicológico, por lo que enfrenta un castigo más duro: 20 años y medio tras las rejas.
Mientras que Scott podría pasar hasta tres años en la cárcel si se comprueba en un tribunal que cometió el delito de conspiración para realizar un secuestro.
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Piden reformas a programa de salud estatal
“Las personas con discapacidades corren un mayor riesgo de abuso, negligencia y explotación”, dijo en el comunicado Jeffrey R. Downey, a cargo de la oficina en El Paso del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
“Es desgarrador descubrir casos en los que la persona con discapacidad ha sufrido abuso físico y emocional por parte de un familiar o cuidador de confianza”, agregó.
Melero era beneficiaria de un programa del Departamento de Salud de Nuevo México que ofrece a personas con discapacidad la opción de que sus seres queridos y profesionales los cuiden en sus casas. La iniciativa es conocida como DD Waiver. Uno de sus contratistas es la agencia At Home Advocacy (AHA), la cual le pagaba a Chacón para que se hiciera cargo de Melero.
En los tres años previos a la muerte de Melero, AHA recibió cerca de 250,000 dólares para coordinar el apoyo que se le brindaba específicamente a esta mujer. Los registros citados por la Fiscalía de Nuevo México señalan que la última visita de representantes de AHA a la casa de Chacón ocurrió el 25 de enero, pero éstos no revisaron las condiciones en las que se encontraba la paciente.
Un supervisor de AHA declaró a los investigadores del FBI que la compañía realizaba visitas de bienestar mensuales en el domicilio de Chacón, pero que no hacían "verificaciones corporales" y por ello no detectaron el abuso, se menciona en documentos judiciales.
El fiscal Torrez pidió que se hagan reformas al programa DD Waiver para evitar que incidentes como éste se repitan.
El funcionario propuso que haya más personal para realizar inspecciones a los pacientes; que esas revisiones sean obligatorias al menos cada 90 días; que se notifique a las agencias del orden cuando haya indicios de maltrato, negligencia o explotación; pedirle al público que denuncie estos casos; y que se establezcan sanciones más severas contra empresas y cuidadores que no cumplan con la ley.
“No se puede contar con contratistas privados para vigilarse a sí mismos. El Departamento de Salud debería tener suficientes inspectores especialmente capacitados para realizar controles regulares de bienestar”, declaró el funcionario en el comunicado.
Por su parte, legisladores estatales solicitaron al gobierno federal que investigue este programa y que haya “cambios sistemáticos y efectivos” respecto a la atención a personas con discapacidad.











