Una redada de ICE en una granja en Camarillo, en el condado Ventura, que culminó con un violento enfrentamiento entre agentes federales y manifestantes arreció los cuestionamientos de autoridades locales por los operativos migratorios en California.
Arrecian los cuestionamientos contra ICE tras la agresiva redada en Ventura, California
El gobierno de Donald Trump ha intensificado las redadas migratorias en lugares de trabajo y controles de tráfico en California. Ello ha desatado protestas y pánico entre las comunidades latinas del estado.
Balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de humo y granadas aturdidoras cayeron sobre la multitud que protestaba por las acciones de los agentes federales. Tras el operativo falleció el inmigrante mexicano Jaime García, confirmó este sábado la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
"Es muy difícil distinguir entre las agencias aquí. ¿Son ICE, la policía, la DEA, el Ejército, los contratistas? ¿Quiénes son estos tipos?", dijo un testigo al medio local Edhat Santa Barbara.
En declaraciones a Coastal View News, la vicealcaldesa de la cercana ciudad de Carpintería, Mónica Solórzano, se preguntaba por qué "los agentes consideraron necesario lanzar granadas aturdidoras y de humo contra la multitud, a pesar de que nuestros residentes no estaban causando disturbios ni comportándose de manera violenta".
Según el gobernador de California, Gavin Newsom, el caótico evento fue el resultado de la implementación de políticas del gobierno de Donald Trump diseñadas para aterrorizar a las personas. La oficina de Newsom emitió un comunicado el pasado jueves señalando directamente al subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, por lo ocurrido.
“Las tácticas de Stephen Miller incitan caos, miedo y terror en nuestras comunidades constantemente”, dice el comunicado. “Bajo la dirección de Miller, los agentes de Trump continúan deteniendo a ciudadanos estadounidenses y discriminando racialmente a los estadounidenses, separando familias y desapareciendo a padres y trabajadores en crueles centros de detención federales para cumplir con sus cuotas de arrestos autoimpuestas”.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha defendido el actuar de sus agentes y dicho que algunos de ellos deben ir enmascarados para evitar posibles represalias.
California, un epicentro de los operativos de ICE en busca de inmigrantes indocumentados
La tensión entre California y el gobierno de Trump comenzó prácticamente desde el momento de la investidura del presidente en enero. Trump ha sido un crítico constante la ley de 'estado santuario' de California y las políticas que limitan la cooperación entre las fuerzas del orden locales y las agencias federales de inmigración.
Según el presidente, estas políticas obstaculizan las labores federales de control migratorio por lo que ha amenazado con recortar la financiación federal al estado, mencionando incluso la posibilidad de arrestar a Newsom por su oposición a las medidas federales de inmigración y su respuesta a las protestas.
A pesar de las leyes y políticas del estado, después del despliegue de miembros de la Guardia Nacional de California y de cientos de infantes de marina y del incremento de las actividades de ICE, California se ha convertido en un lugar más vulnerable para los inmigrantes indocumentados. En los últimos meses, el gobierno federal ha intensificado las redadas migratorias en lugares de trabajo, controles de tráfico e incluso tribunales, desatando protestas y pánico en las comunidades latinas de California.
Los datos de principios de junio indican un aumento significativo en los arrestos de ICE, siendo más de la mitad de los arrestados en el área de Los Ángeles personas sin antecedentes penales. Según el Cato Institute, el número de arrestos no penales ha aumentado 1,100% desde 2017, lo que ha hecho que grupos de defensores de los inmigrantes y organizaciones comunitarias argumenten que las redadas no se centran en la seguridad pública.
Varios informes han señalado que el aumento de la actividad del ICE está vinculado a una directiva de Miller y la de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, de arrestar hasta 3,000 inmigrantes al día en todo el país, un notable aumento con respecto a los promedios anteriores. Se espera que los fondos recientes asignados al ICE en la ley presupuestaria y fiscal promulgada por Trump se reflejen en un potencial aumento de esta actividad.
Las tensiones en los gobiernos estatal de California y federal han llegado hasta la Corte Suprema de Justicia en Washington, que recientemente determinó que la Casa Blanca podía desplegar la Guardia Nacional en el estado sin coordinar con las autoridades regionales.
Pero el viernes pasado, un tribunal federal ordenó al gobierno detener detenciones y arrestos indiscriminados en siete condados de California, incluyendo Los Ángeles. Esto luego de que grupos de defensa de los inmigrantes demandaron al Ejecutivo alegando que "ataca sistemáticamente" a personas dejándose llevar por su color de piel en el sur de California.
Tricia McLaughlin, subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, declaró en un correo electrónico que “cualquier afirmación de que las fuerzas del orden hayan 'apuntado' a las personas debido a su color de piel es repugnante y categóricamente FALSA”. McLaughlin afirmó que “los operativos policiales son altamente selectivos y los agentes actúan con la debida diligencia” antes de realizar arrestos.
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