Fue atacado tras denunciar al exlíder de La Luz del Mundo y consiguió asilo en EEUU: el periplo de Moisés Padilla

Se conocen pocos detalles sobre la vida del hombre que presentó la primera denuncia de abuso sexual contra un dirigente de la congregación en 1997. Documentos obtenidos por Univision Noticias revelan que se fue a Estados Unidos y ganó su caso de asilo alegando que su vida corría peligro en México.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
En febrero de 1998, Moisés Padilla denunció haber sido secuestrado y atacado por un grupo de desconocidos en Jalisco, México. Él afirmó que el motivo fue haber acusado de abuso sexual al entonces líder de la iglesia La Luz del Mundo, Samuel Joaquín Flores.
En febrero de 1998, Moisés Padilla denunció haber sido secuestrado y atacado por un grupo de desconocidos en Jalisco, México. Él afirmó que el motivo fue haber acusado de abuso sexual al entonces líder de la iglesia La Luz del Mundo, Samuel Joaquín Flores.
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Un vuelo de una aerolínea norteamericana trajo en 1998 a Moisés Padilla a Estados Unidos. Unos meses antes lo habían secuestrado y atacado brutalmente en Jalisco tras denunciar que el entonces dirigente de la iglesia La Luz del Mundo, Samuel Joaquín Flores, lo abusó sexualmente siendo un menor de edad. Hubo varios acusadores, pero el caso jamás prosperó en las fiscalías mexicanas.

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Padilla, quien tenía entonces 34 años, se fue de su país y buscó refugio en Estados Unidos. Vivió los primeros años en barrios hispanos de este lado de la frontera, mientras la Oficina de Inmigración evaluaba su solicitud de asilo. El trámite alegaba que su vida corría peligro en México por una “persecución” por parte de dicha iglesia.

En Hermosa Provincia, la colonia de Guadalajara donde está la sede de La Luz del Mundo, él se volvió un fantasma. Para la cúpula de esa congregación es un difamador “con oscuros intereses”; pero otros lo consideran “un héroe” que se atrevió a destapar el abuso sexual que ocurría en el interior de los templos, aunque el precio que pagó fue muy alto.

Heridas en la espalda y cuello que mostró Moisés Padilla en febrero de 1998.
Heridas en la espalda y cuello que mostró Moisés Padilla en febrero de 1998.
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La vida de Padilla ha sido un misterio desde que habló por última vez con los medios de comunicación en febrero de 1998, cuando se recuperaba del ataque en un hospital público de Guadalajara. En esa época contó que lo raptaron frente a su casa y que lo apuñalaron varias veces hasta darlo por muerto. Su cuerpo ensangrentado quedó tirado en un paraje solitario y éste se arrastró hasta una carretera.

“Sentí como que algo me tronaba”, describió el primer piquetazo que recibió cerca de la nuca, en una entrevista que entonces concedió a Noticias Univision. “Sentí otros impactos en la parte de la espalda y de los costados (…) Cuando aflojé el cuerpo ellos pensaron que yo ya estaba muerto”, continuó.

“En este caso no descarto la posibilidad de que el atentado contra mi vida hubiera sido una ofrenda o un regalo de cumpleaños para Samuel Joaquín Flores”, acusó Padilla.

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Los reportes médicos señalan que él resultó con más de 60 heridas provocadas con un objeto filoso.

Un año antes de la agresión, Padilla acudió a la televisora más importante de México para hablar sobre lo que le había pasado durante un viaje con Joaquín Flores a finales de 1981, cuando era un adolescente.

"Se acercó, metió su mano en el frente del cierre de mi pantalón y comenzó a estimular mi pene", relató al programa Detrás de la Noticia de Televisa. "Yo me sentí confundido (…) Pero como siempre en la iglesia nos han dicho que no debemos juzgar a un ‘varón de Dios’, yo callé", continuó.


Hasta la fecha, La Luz del Mundo ha rechazado esta denuncia y subraya que su exdirigente, quien falleció en 2014, jamás fue llevado ante los tribunales por nada.

“Fueron igualmente acusaciones falsas, ninguna de ellas procedió y constan en documentos oficiales que fueron simplemente calumnias”, dijo en junio pasado Adrián Calvillo, vocero de esta iglesia, a la periodista Ahtziri Cárdenas, corresponsal de Univision en Jalisco.

Ahora es Naasón Joaquín García, hijo de Samuel Joaquín Flores y actual líder de la congregación, quien enfrenta señalamientos de abuso sexual de menores y otros delitos en la Corte Superior de Los Ángeles. La Fiscalía de California lo acusó de nuevo después de que un panel de jueces desestimó el primer caso por una falla técnica. Esta vez le impusieron 23 cargos. Él se ha declarado inocente.

Las denuncias que nadie escuchó

Dentro del expediente que Padilla entregó al gobierno estadounidense solicitando asilo están las denuncias que él y otros feligreses interpusieron en 1997 y 1998 contra Samuel Joaquín Flores ante la Procuraduría General de la República de México (PGR), la Secretaría de Gobernación de ese país (SEGOB) y la Fiscalía del estado de Jalisco. Ninguna de esas quejas prosperó.

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En la primera acusación, sometida el 16 de julio de 1997 en la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Asociaciones Religiosas de la SEGOB, Padilla expone que su propio padre, Primitivo Padilla Haro, quien tuvo varios cargos dentro de la iglesia, incluyendo ser juez del registro civil de Hermosa Provincia, “llegó al extremo de poner a disposición del servicio de Samuel Joaquín Flores a mi hermana Magdalena Padilla Íñiguez, quien ha vivido desde su infancia bajo la servidumbre” de éste.

La denuncia también alega que en 1982, cuando tenía 16 años, fue invitado a un viaje a Puerto Vallarta con Joaquín Flores. “A base de engaños abusó (de mí) sexualmente al llevar acabo conmigo un acto erótico sexual, incluyendo una cópula, que me provocó un grave trastorno emocional y espiritual”, cita.

En su declaración señaló que el llamado ‘Apóstol’ le dijo que era un “ángel” que no tenía sexo y le pidió que no hablara nunca más sobre lo ocurrido. “Posteriormente me enteré que otra de mis hermanas era seducida por Samuel Joaquín y que Magdalena se encontraba sufriendo vejaciones”, agrega.

Denuncia que Moisés Padilla presentó ante la Secretaría de Gobernación de México en julio de 1997.
Denuncia que Moisés Padilla presentó ante la Secretaría de Gobernación de México en julio de 1997.
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Para sustentar el caso, los abogados de Padilla enviaron a la Oficina de Migración recortes de diarios mexicanos que informaron sobre las denuncias que hizo Padilla, las protestas realizadas para que los escucharan los fiscales, cómo las autoridades de Jalisco negaron protegerlo tras una serie de ataques contra otros fieles y también sobre el secuestro y la agresión que sufrió su cliente en 1998.

Padilla declaró el 10 de febrero de 1998 ante la Fiscalía de Jalisco, que ya lo protegía, que un hombre se acercó y tras insultarle le encajó "algo puntiagudo".

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Nadie fue a la cárcel por este incidente y en aquella época los voceros de La Luz del Mundo incluso alegaron que era parte de una “campaña difamatoria que bajo diversos pretextos se ha venido sustentando sin más pruebas que las declaraciones calumniosas de un grupúsculo de disidentes con oscuros intereses”.

José González, quien fue el fiscal a cargo del caso, explicó a Noticias Univision en junio de 2019 que las averiguaciones no avanzaron por falta de cooperación. “La familia (de Moisés Padilla) se alejó, no sé si se asustaron. Pero ya fue muy difícil localizarlos y aportar algún otro medio de prueba para esclarecer e identificar” a los sospechosos, afirmó.

En febrero de 1998, nuestra corrresponsal Ahtziri Cárdenas presentó las declaraciones de un hombre que, desde la cama de un hospital y víctima de 69 puñaladas, hizo graves acusaciones contra el entonces líder de esa iglesia.
Video Tras 21 años de un escándalo de La Luz del Mundo, Univision conversó con personas relacionadas

Su camino para alcanzar el asilo

El 13 de mayo de 1999, la Oficina de Inmigración de Estados Unidos le notificó a Moisés Padilla que había recibido sus huellas digitales, eran los primeros pasos de su solicitud de asilo, según documentos que integran su expediente migratorio, los cuales fueron obtenidos por Univision Noticias.

Un psicólogo especializado en atender a inmigrantes que han sido víctimas de tortura evaluó a Padilla a lo largo de cinco sesiones y en abril de 1999 le diagnosticó trastorno de ansiedad con características de Estrés Postraumático (que en ingles se conoce con las siglas de PTSD).

“Él está claramente convencido de que si es deportado su vida correrá peligro (…) Aunque no estoy en una posición para objetivamente verificar las circunstancias de ese miedo, puedo afirmar que ese miedo es auténtico y creíble”, se lee en una carta del experto.

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“En mi opinión profesional, una deportación a México afectaría claramente el bienestar psicológico del señor Padilla, ya que lo expondría a la situación en la que fue secuestrado y donde ocurrieron sus lesiones casi fatales”, concluye el análisis.

Por su parte, un médico que fue uno de los fundadores del Grupo Médico de Amnistía Internacional en Los Ángeles que atendía a refugiados torturados, le realizó una evaluación física y le encontró al menos 53 cicatrices en su cuerpo, incluyendo 2 en la nuca, 14 en el cuello, 20 en el pecho y 10 en los costados.

“La examinación del señor Padilla es similar, en mi experiencia, a la de sobrevivientes de tortura que he revisado tras años de sus episodios traumáticos”, indicó el doctor. “Esas heridas fueron intencionalmente infligidas y son consistentes con la historia traumática del señor Padilla”, agregó.

Para agosto de 1999, un funcionario estadounidense redactó una carta respaldando el trámite del exmiembro de La Luz del Mundo. Ya el 28 de enero de 2000, el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), que años después se convirtió en la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), aprobó el caso.

Copia de la aprobación del caso de asilo de Moisés Padilla.
Copia de la aprobación del caso de asilo de Moisés Padilla.
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Padilla se enteró hasta febrero, cuando su abogada, quien trabajaba para el Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), le envió una carta que decía: “Estamos cerrando su caso ya que usted ha ganado asilo”. También le avisó que el año siguiente calificaría para una residencia permanente. “Ha sido un gran placer trabajar con usted y conocerle”, se despidió.

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Tras obtener el estatus de refugiado se le perdió el rastro a Padilla. Un vocero del USCIS dijo que no podía proporcionar información sobre él ya que los trámites de asilo son privados. Quien fue su abogada indicó asimismo que una política de confidencialidad le impide hablar sobre su cliente.

Tampoco fue posible localizar a Padilla para una entrevista. No está claro si obtuvo algún otro estatus migratorio, se quedó a vivir en Estados Unidos o decidió regresar a México. Actualmente tiene 56 años. La foto más reciente que se conoce de él es la que se tomó para la Oficina de Migración hace 20 años.

“Moisés es un héroe. Él y la gente que lo acompañó estuvieron solos. Lo hizo por él, por sus hermanas y por su madre, quienes también fueron víctimas. Hizo lo que nadie quiso por miedo”, lo describe Sochil Martin, la primera mujer que denunció a Naasón Joaquín García ante las autoridades de California.

“Él ha dejado una huella muy muy importante en la historia de los exmiembros de La Luz del Mundo. De que, aunque tengas un mundo de mentiras en tu contra, esa verdad tarde o temprano va a salir”, dice.

A finales de la década de 1990, Samuel Joaquín Flores, entonces líder de la iglesia La Luz del Mundo, adquirió una propiedad de 343 acres al este de San Antonio, Texas.
En el corazón de la finca se construyó una lujosa mansión al pie de un lago artificial: su extensión total es de 7.9 acres y su costo actual en el mercado inmobiliario es de 1.84 millones de dólares.
Samuel Joaquín Flores, quien falleció a finales de 2014, aún aparece en los títulos de propiedad de dicha propiedad como único dueño, según este documento del condado de Guadalupe, Texas.
El costo de la vivienda que tiene dos imponentes cúpulas blancas que se ven desde lejos se ha incrementado un 240% desde el inicio de su construcción en 2006.
"Es un rancho enorme, enorme; tiene varios acres", describe Todd Bensman, quien siendo periodista del diario San Antonio Express-News descubrió en 2008 esta millonaria inversión de Samuel Joaquín Flores.
Antes de que se supiera que la finca era de los dirigentes de la iglesia La Luz del Mundo, los rancheros vecinos creían que era de un narco mexicano, que ahí ocurría tráfico de migrantes y hasta el Sheriff local estuvo vigilando el lugar, dijo Bensman. Pero no se ha encontrado que el lugar tenga relación con ninguna actividad ilícita.
Antes de que la mayor parte del 'Silver Wolf Ranch' abriera sus puertas al público, los Joaquín la usaban como su hacienda privada, donde disfrutaban entre tigres, leones, búfalos, venados, osos y caballos.
La finca también tiene un parque temático que emula al Viejo Oeste, el cual tiene una falsa cárcel, un salón y un área para fiestas. Detrás de algunas fachadas hay condominios para invitados. Ese lote está valorado en casi 270,000 dólares.
En la parte oeste del rancho se encuentra un garaje que exhibe autos que coleccionó esta familia. Dicha parcela vale más de 720,000 dólares, de acuerdo con documentos públicos.
El dueño de la sección donde se muestran los vehículos es Benjamín Joaquín, hijo de Samuel Joaquín Flores y quien ha sido pastor de La Luz del Mundo en Texas durante varios años. Así lo indica este documento en la base de datos del condado de Guadalupe, Texas.
Benjamín Joaquín también está registrado como el propietario o albacea del resto del rancho en Seguin, excepto de la lujosa mansión junto al lago artificial.
En la base de datos del condado de Guadalupe, el pastor Benjamín Joaquín aparece como el dueño de distintas parcelas del rancho que suman 335 acres, es decir, casi toda la propiedad.
Su hermano menor, Naasón Joaquín García, actual líder de la congregación, se encuentra preso desde el 3 de junio por una acusación de abuso sexual de cuatro mujeres (tres de ellas menores de edad), pornografía infantil, tráfico de personas y otros delitos.
Antes de su apertura al público, el 'Silver Wolf Ranch' estuvo rodeado de misterios y poco ha cambiado desde entonces. Aunque lleva varios años operando, no tiene ni siquiera una página de Facebook que le ayude a promoverse sin costo como un atractivo para los texanos.
La organización Wildlife Refuge and Sanctuary Silver Wolf, la cual administra el espacio público del rancho, reportó al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) que tuvo un ingreso anual de alrededor de 350,000 dólares entre 2015 y 2017. Su costo de operación superó en 2017 los 416,000 dólares.
Esos documentos fiscales también señalan que solo en 2017 le pagaron a los Joaquín un alquiler de 112,000 dólares por utilizar el rancho, esto es más del doble comparado con la tarifa del año anterior.
Poco se sabe sobre el origen y tamaño de la fortuna que amasó Samuel Joaquín Flores, quien fue el máximo líder de La Luz del Mundo durante 50 años. Sus críticos alegan que sus ingresos provienen del diezmo de sus fieles y su cercanía con el poder en México.
Para algunos, Samuel Joaquín Flores adquiró ese lugar de descanso entre Houston y San Antonio como parte de su estrategia de extender la presencia de su congregación en Texas. Pero también se cree que buscaba alejarse de las graves acusaciones de abuso sexual de menores que entonces él también enfrentaba en México.
Eliezer Gutiérrez, vocero de La Luz del Mundo, reconoció que la finca es de la familia Joaquín, pero afirmó que está separada totalmente de la institución evangélica y sus finanzas.
"El rancho no tiene nada que ver con la iglesia, entiendo que es una propiedad privada; la iglesia en Texas no tiene vínculos con ese rancho", señaló Gutiérrez. "Cómo se administra su legado (lo que heredó Samuel Joaquín García) es una cuestión privada de la familia", agregó.
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A finales de la década de 1990, Samuel Joaquín Flores, entonces líder de la iglesia La Luz del Mundo, adquirió una propiedad de 343 acres al este de San Antonio, Texas.
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