El gobierno de Donald Trump puso fin a los Estatutos de Protección Temporal (TPS) para Honduras y Nicaragua, que amparaba de la deportación a más 76,000 personas de ambos países.
El gobierno de Trump pone fin al TPS para unos 76,000 inmigrantes de Honduras y Nicaragua
El TPS protege contra la deportación y confiere el derecho a trabajar a los inmigrantes. Se otorga a personas que no pueden regresar a salvo a sus países por motivos de guerra, desastre natural u otra condición "extraordinaria". Cerca de 72,000 hondureños y 4,000 nicaragüenses están acogidos al TPS, según el DHS.
Estados Unidos concedió a estos dos países centroamericanos el TPS en 1999 tras los estragos causados en octubre del año anterior por el huracán Mitch, uno de los más devastadores de la historia en la región, que provocó una profunda crisis humanitaria y económica así como 7,000 muertos en Honduras y 4,000 en Nicaragua.
"El Estatus de Protección Temporal fue diseñado para ser solo eso: temporal", dijo la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem en un comunicado.
"Está claro que el gobierno de Honduras ha tomado todas las medidas necesarias para superar los impactos del huracán Mitch, hace casi 27 años. Los ciudadanos hondureños pueden regresar a casa con seguridad, y el DHS está aquí para ayudar a facilitar su retorno voluntario", dice el documento.
Renovado por última vez durante el gobierno de Joe Biden por 18 meses, el TPS para estos dos países venció el pasado 5 de julio.
Cerca de 72,000 hondureños y 4,000 nicaragüenses están acogidos al TPS, según el Departamento de Seguridad Nacional, (DHS, por sus siglas en inglés).
La supresión entrará en vigor el 6 de septiembre, 60 días después de que la orden sea publicada en el Registro Federal, señala el DHS en un comunicado.
El TPS es una protección temporal que puede conceder el DHS a personas de diversas nacionalidades que se encuentran en Estados Unidos, lo que impide que sean deportadas y les permite trabajar. El gobierno de Trump ha estado buscando agresivamente eliminar la protección, haciendo así que más personas sean elegibles para la deportación.
Las reacciones ante el anuncio del DHS de poner fin al TPS a inmigrantes de Nicaragua y Honduras
El canciller hondureño, Javier Bu, "lamentó" en su cuenta de X la decisión del gobierno estadounidense de cancelar el TPS. "Desde el gobierno (de Honduras) reiteramos nuestro compromiso de velar por los derechos de nuestros compatriotas en el exterior, acompañarlos en este proceso y continuar abogando por soluciones permanentes que reconozcan su invaluable aporte", agregó.
La senadora Jacky Rosen, de Nevada, dijo en redes sociales que "los beneficiarios del TPS de Nicaragua y Honduras huyeron de la devastación hace más de 20 años, y desde entonces han construido sus vidas en Estados Unidos: criando hijos, contribuyendo a nuestra economía y enriqueciendo nuestras comunidades".
"Eliminar estas protecciones es cruel e imprudente. Muestra hasta qué punto Donald Trump está dispuesto a llegar para impulsar su extrema agenda antiinmigrante y separar a las familias", dijo la senadora en X.
Durante una reciente visita de Noem a Tegucigalpa, el gobierno de Xiomara Castro le había pedido una extensión de este programa, pero no lo consiguieron.
"Hicimos todo lo que pudimos para lograr la extensión. El gobierno de Trump ya le ha cancelado el TPS a otros países y hoy Honduras lastimosamente se suma a esta lista", dijo en redes sociales, Gerardo Torres, vicecanciller Política Exterior de Honduras.
"Esas familias ya hicieron su vida en Estados Unidos, y poco les impactan las condiciones actuales de Honduras. Hace mucho tiempo debieron pasar a un estatus permanente pero nunca se les quiso dar. Hoy sufren las consecuencias de una política migratoria inclemente", agregó.
En su comunicado Noem lanzó elogios a Honduras, diciendo que "ha sido un socio maravilloso del gobierno de Trump, ayudándonos a cumplir promesas clave al pueblo estadounidense. Esperamos continuar nuestro trabajo con ellos", dijo.
Tanto en el caso de Honduras como de Nicaragua, el DHS está dispuesto a "ayudar para facilitar el retorno voluntario" de los beneficiados de esta protección migratoria y les ofrece la autodeportación que conlleva una ayuda de 1,000 dólares.
Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, Trump ordenó una revisión del programa y ha eliminado la protección para haitianos, venezolanos y afganos como parte de su campaña para expulsar a los inmigrantes en situación irregular en Estados Unidos.
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