El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, concedió un indulto este jueves a Julius Jones, conmutando de esta manera la sentencia a muerte apenas unas horas antes de que fuera ejecutado por un asesinato en 1999 que él dice que no cometió.
A horas de su ejecución, el gobernador de Oklahoma conmuta la pena de muerte a este reo
La sentencia del preso Julius Jones fue conmutada por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, dijo el gobernador en una orden ejecutiva emitida este jueves.
"Después de considerar y revisar los materiales presentados por todas las partes involucradas en este caso, he decidido conmutar la sentencia de Julius Jones por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional", anunció Stitt en una orden ejecutiva emitida este jueves.
Estaba previsto que Jones fuese ejecutado hoy a las 4pm, hora del Centro, a menos de que el gobernador Stitt le concediera este indulto, que llegó a última hora.

En la noche del 28 de julio de 1999, Jones dijo que estaba con su familia en la casa de sus padres, en Oklahoma City, cenando y jugando juegos de mesa. Eso es lo que afirma también el Innocence Project, una organización sin fines de lucro enfocada en buscar que personas condenadas injustamente sean exoneradas.
Pero aproximadamente a la misma hora esa noche, a menos de 20 millas de distancia, Paul Howell estaba llegando a la casa de sus propios padres. Momentos después, fue asesinado a tiros, víctima de un robo de auto. La hermana de Howell fue testigo presencial del crimen. Los fiscales habían dicho que Jones contó una historia diferente después de su arresto.
La familia de Howell testificó ante la junta de libertad condicional y dijo que está convencida de la culpabilidad de Jones. La hermana de Howell fue testigo presencial del crimen. Dicen que se sienten revictimizados por la publicidad que ha recibido el caso.
Los abogados de Jones argumentan que existen serios problemas con el caso. Chris Jordan, el coacusado y en el momento del tiroteo un amigo de Jones, supuestamente admitió ante al menos tres compañeros de celda que fue él quien mató a Howell, no Jones.
El oficial que arrestó a Jones supuestamente usó expresiones racistas e insultantes como 'nigger', lo desafió a correr y luego dio a entender que le dispararía si lo hacía. Jones repitió esa historia en su relato del caso al diario de la Universidad de Oklahoma OUDaily. En el juicio, 11 de los 12 miembros del jurado eran blancos.
Otro caso destacado
La conmutación de la pena capital de Jones ocurre semanas después de que John Henry Ramírez, de 37 años, estuviese a punto de ser ejecutado el 9 de septiembre. Pero tres horas antes la Corte Suprema detuvo el proceso.
Ramírez, condenado a pena de muerte por robo y luego asesinato del tendero Pablo Castro en 2004, había pedido a la dirección de la prisión tener a su pastora junto a él y en contacto mientras le aplicaban la inyección letal. Su solicitud fue rechazada y su abogado lo denuncia como un caso de violación del derecho a praticar libremente la religión, amparado en la Primera Enmienda.
En una breve orden, la Corte Suprema suspendió la ejecución y convocó a escuchar los argumentos orales de este caso este mes de noviembre.
Esta decisión judicial es la tercera en los últimos dos años en la que la Corte Suprema frena una ejecución en Texas en base a las reglas del sistema de prisiones del estado sobre cómo puede ser el acompañamiento de los consejeros religiosos de los reos mientras mueren.
Este caso es relevante porque pone sobre la mesa el conflicto entre las peticiones de un condenado en base a sus derechos religiosos, con la seguridad y el protocolo que los oficiales de prisiones consideran que deben haber durante una ejecución.
El último caso: Ruben Gutiérrez
Lo que decida la Corte Suprema en el caso de Ramírez será clave para otros, como el de Ruben Gutiérrez, de 44 años, el último reo al que el Alto Tribunal ha salvado —por ahora— de la ejecución por el conflicto con el acompañamiento religioso en Texas.
El miércoles un juez falló a favor del pedido de Gutiérrez, que alegó que el estado de Texas estaba violando su libertad religiosa al rechazar una solicitud para que su sacerdote le tocara el hombro, orara en voz alta y le diera la extremaunción al momento de ser ejecutado.
Gutiérrez, condenado a la pena capital por matar en 1998 a una mujer hispana de 85 años en Brownsville, Texas, ya consiguió suspender su ejecución en junio de 2020 a una hora de morir, también por una apelación para que un pastor estuviera junto a él durante el proceso.
Ahora la vista está puesta en octubre o noviembre, cuando comenzarán los argumentos orales sobre el caso de Ramírez en la Corte Suprema.













