La coronación del rey Carlos III tendrá lugar el próximo 6 de mayo en la Abadía de Westminster, según anunció este martes el Palacio de Buckingham.
El rey Carlos III será coronado en mayo
El rey británico será “ungido, bendecido y consagrado” por el arzobispo de Canterbury el próximo 6 de mayo, un rol que ha llevado a cabo el máximo representante de la iglesia anglicana en la mayoría de las coronaciones reales desde 1066.
La ceremonia, una de las más icónicas de la iglesia anglicana, será un evento más moderno que las coronaciones reales anteriores y según dijo el palacio en su comunicado, "mirará hacia el futuro".
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dirigirá la ceremonia, en la que Carlos será coronado junto a su esposa Camila, la reina consorte en el marco de una ocasión “arraigada en tradiciones y pompa de larga data”.
El rey será “ungido, bendecido y consagrado” por el arzobispo Welby, un rol que ha llevado a cabo el máximo representante de la iglesia anglicana en la mayoría de las coronaciones reales desde 1066.
“La ceremonia ha conservado una estructura similar durante más de mil años y se espera que la coronación del próximo año incluya los mismos elementos centrales al tiempo que reconoce el espíritu de nuestro tiempo”.
El anuncio se da a conocer semanas después del fallecimiento de su madre, la reina Isabel II de Inglaterra, quien a los 96 años murió de "vejez", según indicó el registro civil de Escocia sobre la causa.
La soberana británica murió en Escocia en su residencia del castillo de Balmoral rodeada de familiares cercanos en sus últimas horas, sin que el Palacio de Buckingham —su domicilio oficial en Londres— revelara entonces el motivo del deceso.
La monarca llevaba unos días siendo atendida en su domicilio por los médicos, que horas antes de su muerte informaron de que su estado de salud había empeorado.
Meses antes de morir, Isabel II había reducido notablemente sus compromisos públicos y Palacio había admitido que sufría de problemas de movilidad.
Isabel II fue enterrada en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, el pasado día 19 de septiembre.
La reina Isabel gobernó durante más tiempo que cualquier otro monarca de la historia de Reino Unido. Dio el visto bueno a 15 nuevos primeros ministros y tras 70 años de reinado se convirtió en una figura muy querida y respetada en todo el mundo.
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La mayor joya de la corona sobre el féretro de la reina Isabel II
La corona reposó durante el funeral de Estado sobre el ataúd de la reina Isabel. Con ella fue coronada la monarca en 1953 y es la pieza más importante de las joyas reales. Entre sus numerosas gemas destaca, en la parte delantera, un gigantesco diamante de 317 kilates. En la parte de atrás de la corona se encuentra el ‘zafiro de Estuardo’. Tras la ceremonia final en Windsor, fue retirada del féretro.
Está montada sobre un marco en oro, en terciopelo púrpura. Pesa 2.3 libras (1.06 kg) y lleva casi 3,000 piedras, incluidos 2,868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y cinco rubíes. La corona, que inicialmente fue fabricada en 1937, retoma el modelo de la que llevaba la reina Victoria. Se la llama "corona imperial de Estado", nombre que se remonta al siglo XV.