El presidente Donald Trump expresó certeza en su enorme apuesta de ayudar a los israelíes a asestar un feroz golpe al programa nuclear de Irán. Esto pese a que tanto partidarios como críticos suyos advirtieron que una acción militar puede arrastrar a Estados Unidos al creciente conflicto en esa región.
La gran apuesta de Trump en Irán supone un riesgo para su promesa de mantener a EEUU fuera de "guerras estúpidas"
Este supone un momento riesgoso para Donald Trump, quien en en pasado arremetió en contra de sus antecesores por enredar a Estados Unidos en "guerras estúpidas". El mandatario también dijo varias veces que mantendría al país al margen del creciente conflicto en Oriente Medio.
Trump, en breves declaraciones en la noche del sábado desde la Casa Blanca, afirmó que el bombardeo de Estados Unidos "devastó" tres instalaciones clave de enriquecimiento de uranio en Irán y que Teherán, entonces, "debe buscar la paz".
Pero este supone un momento riesgoso para Trump, quien en el pasado arremetió contra algunos antecesores por enredar a Estados Unidos en "guerras estúpidas". El mandatario también dijo varias veces que mantendría al país al margen del creciente conflicto en Oriente Medio.
"Habrá paz o tragedia para Irán", dijo Trump. "Si no se llega a la paz rápidamente, iremos en contra de esos otros objetivos con precisión, rapidez y pericia", agregó.
Estados Unidos ha luchado por décadas con la amenaza que representan Irán y sus 'proxies' o grupos aliados. Grupos apoyados por Irán perpetraron en 1983 un ataque contra la embajada de Estados Unidos en Beirut, un bombardeo contra una instalación con tropas estadounidenses en esa misma ciudad y ese mismo año, y el atentado contra las Khobar Towers en 1996. Milicias respaldadas por Irán también fueron responsables de la muerte de cientos de estadounidenses durante la guerra de Estados Unidos en Irak.

Trump tomó nota de la larga historia de enfrentamientos y se dio el crédito por haber actuado.
"Durante 40 años, Irán ha estado diciendo 'muerte a Estados Unidos. Muerte a Israel'. Han matado a nuestra gente, explotándoles los brazos y piernas con bombas al costado de carreteras. Esa era su especialidad", dijo Trump. "Hace tiempo tomé la decisión de no permitirlo. Eso no continuará", agregó.
La posibilidad de que Estados Unidos se involucrara en el conflicto había crecido en los últimos días. Pese a ello, los bombardeos de la mañana de este domingo en Irán, tuvieron un elemento sorpresa.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, había leído el jueves una declaración de parte de Trump que aseguraba que lo pensaría durante dos semanas antes de decidir un ataque. Eso fue interpretado por algunos como que el presidente se tomaría algo más de tiempo para evaluar y proceder.
Pero en la tarde del sábado, personas que monitorean vuelos comerciales identificaron varios tanqueros de abastecimiento de combustible de Estados Unidos en un trayecto que sugería que estaban acompañando naves desde el Medio Oeste hasta el Pacífico, lo que elevó la especulación de que había ya algo en marcha. Esos aviones, se supo luego, eran una maniobra de distracción y no parte de la misión.
Trump regresó de su club de golf en Nueva Jersey poco antes de las 6:00 de la tarde y participó en una reunión previamente programada con su equipo de seguridad nacional. Menos de dos horas después, el presidente anunció que los bombardeos habían culminado. La Casa Blanca publicó fotos del mandatario en el Situation Room junto con sus principales asesores mientras seguían los ataques.
"Esto es inconstitucional": legisladores cuestionan la acción liderada por Trump
La acción de Trump inmediatamente levantó banderas de legisladores que consideran que el mandatario se excedió en su autoridad. El representante Thomas Massie de Kentucky rápidamente publicó en su cuenta en la red X: "Esto es inconstitucional".
Su par demócrata de California Ro Khanna dijo también en redes sociales que Trump atacó a Irán sin la autorización del Congreso y que los legisladores deben votar una resolución que él patrocina para "evitar que Estados Unidos sea arrastrado a otra guerra eterna en Oriente Medio".
La decisión de involucrar directamente a Estados Unidos se dio tras una semana de ataques de Israel en Irán que han golpeado las capacidades aéreas iraníes y sus instalaciones nucleares.
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos usaron bombas 'destructoras de búnkeres' de 30,000 libras en Fordo. En los ataques también participaron submarinos que lanzaron misiles Tomahawk, de acuerdo con funcionarios estadounidenses.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, había advertido a Estados Unidos que un ataque contra la República Islámica resultaría en "un daño irreparable".
Trump esperaba inicialmente que la amenaza del uso de la fuerza llevara a los líderes iraníes a acabar con su programa nuclear. Posteriormente consideró que los ataques israelíes habían allanado el terreno y abierto una ventana de oportunidad sin precedente para golpear el programa nuclear de Irán. Los bombardeos israelíes aplacaron las defensas aéreas iraníes y ello dio paso a atacar varios lugares nucleares.
Trump sigue adelante pese a las evaluaciones contradictorias de inteligencia
El presidente estadounidense siguió adelante con los bombardeos pese a que había evaluaciones contradictoras de inteligencia sobre cuán cerca estaba realmente Irán de fabricar una bomba nuclear. En marzo, Tulsi Gabbard, la directora de inteligencia, dijo a legisladores que el líder supremo de Irán no había autorizado nuevamente el programa nuclear pese a que ese país sí había enriquecido iranio a niveles más altos.
Se desconoce si Estados Unidos recogió informes de inteligencia posteriormente, con evaluaciones distintas a las que Gabbard mencionó en el Congreso. En una situación incómoda, la funcionaria intentó asegurar que no hubo discrepancias entre ella y Trump y que ambos estaban en la misma página.
La decisión de Trump de aprobar una intervención militar, que parece haber sido puntual por ahora, se dio después de que su gobierno trató sin éxito de negociar directamente con los iraníes. Durante meses, Trump dijo que buscaba un esfuerzo diplomático para persuadir a Irán y que cediera a sus ambiciones nucleares. Y en dos ocasiones, en abril y mayo, pidió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, frenar acciones militares para darle una oportunidad a la diplomacia.
Los ataques se dieron años después de que Trump sacó a Estados Unidos de un acuerdo logrado en el gobierno de Barack Obama, que según él fue "el peor acuerdo que haya habido jamás". Ese pacto de 2015, firmado por Irán y otras potencias, creó un acuerdo nuclear amplio y de largo plazo que limitaba el enriquecimiento de uranio por parte de Irán a cambio de suavizar sanciones económicas.
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