La promesa de los talibanes de no tomar represalias contra el otro bando de la lucha de los últimos 20 años se va cayendo: sus integrantes están buscando puerta a puerta, en las calles, a personas que han colaborado con Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Los talibanes rompen su promesa: buscan puerta por puerta a los colaboradores de EEUU
El miedo se extiende en Afganistán, especialmente entre los soldados, policías, traductores y otras personas que lucharon o trabajaron con Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Los talibanes los buscan, los persiguen y los matan o asesinan a sus familiares, según un informe al que tuvo acceso The New York Times.
Los quieren interrogar y castigar, y han amenazado con matar o arrestar a sus familiares si no los localizan, según reveló el diario The New York Times. Hay reportes de prensa de personas a las que han golpeado, matado o asesinado a sus familiares al no encontrarlos a ellos.
EL diario conoció esa información en un reporte confidencial de Naciones Unidas compartido de manera interna en la organización, con fecha del miércoles y que fue proporcionado por el Norwegian Center of Global Analyses, un grupo asesor de amenazas que provee información de inteligencia a agencias de la ONU.
De acuerdo con el documento, hay varios reportes de que los talibanes tienen una lista de personas y localizaciones, y que han ido puerta por puerta "arrestando y/o amenazando con matar o arrestar a miembros de la familia de las personas objetivo a menos de que ellos mismos se entreguen a los talibanes".
Sus principales objetivos son los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía afgana, así como personas que trabajaron para unidades de investigación del Gobierno derrocado de Ashraf Ghani. Como ejemplo se incluye una carta enviada esta semana por los talibanes a un oficial de contraterrorismo.
Al oficial, no identificado y que trabajó con las fuerzas estadounidenses y británicas, se le instruía a presentarse ante la Comisión de las Fuerzas Armadas e Inteligencia del Emirato Islámico de Afganistán en Kabul o de lo contrario sus familiares "serán tratados de acuerdo a la ley de la sharía", la ley islámica, recoge el diario.
La información revelada por el documento de la ONU, al que el diario ha tenido acceso, contradice las recientes declaraciones de los talibanes, que han asegurado que no buscarían venganza en sus opositores.
Periodistas, activistas, mujeres en el punto de mira
Periodistas que han trabajado en Afganistán y expertos en este conflicto alertaron desde el principio de que las palabras de los talibanes se debían tomar como propaganda política para mostrar una imagen mejorada ante el mundo respecto a la brutalidad y el absoluto irrespeto a los derechos humanos, sobre todo de las mujeres, en su anterior gobierno (1996-2001).
El informe de la ONU confirma esas sospechas: "Toman por objetivo a las familias de quienes se niegan a entregarse y las castigan basándose en la sharía" o ley islámica, dijo a la agencia AFP Christian Nellemann, director del Centro Noruego de Análisis Globales, el grupo de expertos que elaboró el documento.
"Tememos que las personas que han trabajado para las fuerzas estadounidenses, la OTAN y sus aliados, así como sus familias, sean torturadas o ejecutadas", agregó.
El exministro afgano de Interior, Masud Andarabi, dijo a la radio británica Times que "en las últimas 24 horas han extendido y acentuado sus búsquedas". Él está escondido y su propia casa fue registrada tres veces desde hace cuatro días.
Este viernes, la cadena pública alemana Deutsche Welle informó de que el familiar de un periodista que trabajaba para ellos en Afganistán —y que ya se encuentra en Alemania— fue asesinado por los talibanes.
Los periodistas están en el punto de mira, junto con los activistas y especialmente si son mujeres. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) denunció que los fundamentalistas han registrado esta semana los domicilios de al menos "cuatro periodistas y trabajadores" de medios de comunicación y que hubo reporteros agredidos.
Mujeres escondidas, civiles desesperados por huir
Al mismo tiempo, las mujeres han casi desaparecido de las calles por temor a sufrir represalias, pero también violadas, forzadas a casarse, arrancadas de sus escuelas y trabajos, como era su realidad cuando gobernaban los talibanes. También han buscado protección cubriéndose con el burka, el velo integral que los fundamentalistas impusieron como obligatorio y que solo tiene una malla a la altura de los ojos para ver mínimamente.
Además, miles de civiles acuden a los alrededores del aeropuerto o batallan para obtener la documentación que les permita aspirar a ser evacuados por Estados Unidos o por alguno de los otros gobiernos aliados con los que trabajaron durante todos estos años.
A pesar de sus palabras, los talibanes están bloqueando a afganos que llegan a los puestos de control que tienen en los accesos al aeropuerto y que se están exponiendo cada día al mostrarse frente a los fundamentalistas como personas que trabajaron con EEUU y la OTAN o que quieren irse. A su ansiedad por salir, se suman el miedo a las represalias por intentarlo.













Las angustiantes escenas se han visto después de que los talibanes entraron en la ciudad culminando su victoria final tras dos décadas de guerra.