La 'oveja negra' de la familia que fundó El Pollo Loco: traficó droga para el Cartel de Sinaloa y ahora se arrepiente

Carlos Ochoa, mejor conocido como ‘Camilo Ochoa’, habló con Univision Noticias sobre sus orígenes en el seno de una familia de empresarios reconocidos y por qué dejó todo para volverse narco. En 2014 se unió al Cartel de Sinaloa, lo arrestaron y pasó siete años en la cárcel. Al salir, dice, se alejó del crimen organizado.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Carlos Ochoa, mejor conocido como ‘Camilo Ochoa’, es familiar del fundador de la cadena de restaurantes de comida rápida El Pollo Loco. Él cuenta que en su juventud se alejó de su familia para dedicarse al tráfico de cocaína desde Sudamérica y pasó siete años en una cárcel mexicana. Al salir dejó el crimen organizado. Más información en Univision.
Video Familiar del fundador de restaurantes El Pollo Loco cuenta cómo llegó a ser parte del Cartel de Sinaloa

Carlos Ochoa Delgado nació en Sinaloa en marzo de 1982. En esa época, su padre y su tío ya habían hecho un imperio con una cadena de restaurantes llamada El Pollo Loco. Tenían 85 sucursales en México y habían inaugurado una más en la calle Alvarado de Los Ángeles, California. Las interminables filas de clientes confirmaban que también al otro lado de la frontera les gustaba su característico marinado.

Ochoa era el nuevo integrante de una familia de origen humilde que hizo una fortuna vendiendo pollos asados a la parrilla. “Tuve una infancia de lujos, de viajes, de abundancia; en los mejores colegios, las mejores ropas, vacaciones, los mejores viajes”, cuenta en una entrevista con Univision Noticias.

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“Mi tío Pancho es el fundador de la compañía de El Pollo Loco. Él fue el primero que puso El Pollo Loco en Guasave, Sinaloa, en 1975; y de ahí mi papá se une en 1976. Pero mi padre fue el visionario que la llevó a grandes escalas”, describe lo que lograron, prácticamente de la nada, su tío Francisco ‘Pancho’ Ochoa y su padre Jaime Ochoa.

“Vengo de una familia de empresarios muy exitosos, de mucho renombre", dice orgulloso.

Jaime Ochoa (izquierda), uno de los fundadores de la cadena El Pollo Loco, y su hijo Carlos Ochoa en la década de 1980.
Jaime Ochoa (izquierda), uno de los fundadores de la cadena El Pollo Loco, y su hijo Carlos Ochoa en la década de 1980.
Imagen Cortesía Carlos Ochoa


Desde que tenía ocho años él visitaba la oficina de su padre y se ponía a cobrar en la caja. Aprendió a partir pollos, marinarlos y asarlos. En su adolescencia tuvo un puesto formal, pero su primer cheque fue de solo 300 pesos (17 dólares), porque le restaron los platillos que se comió y el uniforme. Fue una lección que le dio su padre para que aprendiera a valorar y manejar cada aspecto del negocio.

Jaime Ochoa, quien abrió el segundo restaurante El Pollo Loco en San Luis Potosí en 1976, soltó su participación en la compañía de su familia en la década de 1990 y fundó otras empresas que a la fecha siguen manejando sus herederos. Falleció hace unos meses .

Su hijo Carlos Ochoa, ‘Carlangas’, como le decía de cariño, administraba en 2004 los negocios de la familia en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando sucedió un traumático incidente que le cambió la vida. Al volver a su casa de una fiesta, decenas de hombres con uniformes policiales irrumpieron en la residencia, según su relato. “Somos Los Zetas, ya te llevó la chingada”, le gritaron empuñando sus armas. “Me esposan y empiezan las negociaciones con mi papá”, cuenta.

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Estuvo siete días en cautiverio, hasta que pagaron un rescate. “Me torturaron el primer día... Para intimidar, para meter miedo y la desesperación de mi padre... Siempre pensé que me iban a matar”.

Carlos Ochoa dice que se unió al Cartel de Sinaloa en 2014.
Carlos Ochoa dice que se unió al Cartel de Sinaloa en 2014.
Imagen Cortesía Carlos Ochoa


Durante un año, Carlos Ochoa, su esposa y sus hijos se refugiaron en Guasave, Sinaloa. Una vez que se repuso de las secuelas físicas y psicológicas volvió a lo suyo y abrió una sucursal de El Pollo Loco en Ciudad Obregón, Sonora. Sin embargo, poco después dejó su vida como empresario para volverse la oveja negra de su familia. Terminaría en la cúpula del sanginario Cartel de Sinaloa y luego en una lúgubre cárcel mexicana.

“Me empieza a ir muy bien en el negocio, pero yo ya traía la inquietud de meterme a lo chueco. Le vendo el negocio a un hermano y de ahí me voy a Guadalajara. Ahí empieza mi carrera delictiva”, relata.

“No me metí al narcotráfico orillado porque estaba pasando hambre. No, nada de eso... Yo me meto al crimen organizado por adrenalina, después de un secuestro”.

El 30 de mayo concluyó el traslado de Emma Coronel Aispuro, de una prisión federal en Texas a una “casa de transición” en Los Ángeles, California. Allí cumplirá lo que resta de su condena por narcotráfico y lavado de dinero. Será liberada el próximo 13 de septiembre. Más noticias en Univision.
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El Pollo Loco no ha sido vinculado a ninguna actividad criminal

Todos los hermanos Ochoa, incluso amigos y compadres, abrieron restaurantes El Pollo Loco por todo México en la década de 1970. Algunos, con el tiempo, le cambiaron el nombre, para dar inicio a otras cadenas exitosas.

La expansión hacia Estados Unidos comenzó con el pie de derecho en los ochenta. “Si el coronel supiera la receta de El Pollo Loco ya fuera general”, era una de sus frases publicitarias al llegar a Los Ángeles en los ochenta. Se referían al coronel Sanders de Kentucky Fried Chicken (KFC), que veían como principal competidor.

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“En tres años teníamos 14 (locales) Pollo Loco abiertos y tres en construcción”, relató Francisco Ochoa, el fundador de la cadena, en una entrevista en el canal de YouTube de Nayo Escobar.

Esa aventura empresarial tuvo un tropiezo por supuestos malos manejos de quien llevaba las finanzas y en agosto de 1983 tuvieron que vender los restaurantes de Estados Unidos para salir de una deuda millonaria.

Jaime Ochoa.
Jaime Ochoa.
Imagen Cortesía Carlos Ochoa


Desde entonces los Ochoa solo administran las sucursales de México y una corporación separada se encarga de los establecimientos de EEUU. Hay un acuerdo para que cada quien explote la imagen en su respectivo territorio. La familia Ochoa tiene locales en Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa.

Mientras que El Pollo Loco Holdings Inc. emprendió un proyecto más ambicioso y ahora posee 490 restaurantes en California, Arizona, Nevada, Texas, Utah y otros 10 estados. El corporativo estadounidense facturó 114.5 millones de dólares en el primer trimestre del año, un ligero aumento comparado al mismo período de 2022, según informó la empresa en su página de internet.

Es importante subrayar que las empresas El Pollo Loco, tanto la de México como la de EEUU, no han sido vinculadas a ninguna actividad criminal. Carlos Ochoa afirma que jamás involucró a sus familiares en sus negocios ilícitos.

No fue posible contactar a Francisco Ochoa y a sus hermanos, dueños de El Pollo Loco en México. Univision Noticias pudo enviarle a la compañía un correo electrónico explicando el ángulo de esta historia y solicitando un comentario de su parte. Pero hasta la publicación de este artículo no hubo una respuesta. Al momento, ningún miembro de esta familia ha salido a desmentir lo que ha dicho Carlos Ochoa en las redes sociales.

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Por su parte, El Pollo Loco Holdings Inc. declinó comentar para esta nota. “En respuesta a la solicitud que nos envió, El Pollo Loco no tiene nada que compartir públicamente”, dijo una vocera, quien aclaró que la de EEUU es, desde la década de 1980, una organización separada a la de México.

El Pollo Loco Holdings Inc., que actualmente es la principal cadena de restaurantes de pollos a la parrilla de EEUU, sigue usando la imagen de Francisco Ochoa para destacar sus orígenes. “De Sinaloa a la calle Alvarado”, se lee en su portal de internet, que incluye fotografías en blanco y negro de los primeros locales en México. “Pancho Ochoa vendió todo y abrió el primer El Pollo Loco en su antigua zapatería”, dice un pie de foto.

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Trabajando para el Cartel de Sinaloa

Por recomendación de otros narcotraficantes Carlos Ochoa dejó de usar su nombre real y se presentaba ante sus proveedores colombianos como ‘Camilo Ochoa’. Dice que lo hizo para que no lo identificaran plenamente y para deslindar por completo a su familia de lo que él estaba haciendo.

Ochoa trabajó varios años como distribuidor independiente. Compraba cocaína en Sudamérica y los cargamentos pasaban por Colombia, Venezuela y Guatemala. Su principal centro de operaciones estaba en la Ciudad de México. No revela más. “Yo hacía lo mío, yo traficaba por lo mío, yo hacía mis propios negocios”.

En 2014, un conocido suyo lo llevó a Culiacán, Sinaloa, para que se reuniera con Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’, mano derecha de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, cofundador del Cartel de Sinaloa.

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"Estando en la plática con Dámaso me dice: Quédate aquí en Culiacán, vamos a trabajar, vamos a hacer todo esto, vamos a poner un laboratorio. Empiezo yo nada más en cuestión de logística, en cuestión de negocios", cuenta en la entrevista con Univision Noticias.

Ochoa afirma que un tiempo fue “jefe de plaza” en Mazatlán de la facción de López Núñez, conocida como 'Los Damasos'. La otra parte de la ciudad estaba en manos de los hijos de ‘El Chapo’.

En un condominio de esa ciudad costera, en la madrugada del 22 de febrero de 2014, un comando de marinos mexicanos y elementos de la agencia antinarcóticos DEA capturaron a Guzmán. Un año después el capo se fugó de una prisión de máxima seguridad, en 2016 lo recapturaron en Los Mochis (Sinaloa) y en enero de 2017 lo extraditaron a EEUU.

Tras la caída de ‘El Chapo’, López Núñez les declaró la guerra a los cuatro hijos de su compadre.

Ochoa cuenta que 'El Licenciado' le pidió que comenzara a “levantar” (secuestrar) a los aliados de ‘Los Chapitos’. “Es cuando entro a Mazatlán a sacar a esa gente que supuestamente se le había volteado, pero ya después me entero cómo estaba trabajando Dámaso… Yo sabía quiénes eran los dueños del cartel”, dice refiriéndose a la familia Guzmán.

Ochoa fue arrestado en Mazatlán el 7 de agosto de 2015 y fue sentenciado por posesión ilegal de un arma de uso exclusivo del ejército (un rifle AR-15) y cartuchos. Él dice que los barrotes de la prisión no detuvieron sus actividades. “En la cárcel yo seguía operando”, revela. En un video que publicó en una red social se observa que habría vivido con ciertos privilegios tras las rejas. Su celda tenía un armario, una televisión y una cama. Con un celular (cuya posesión en un penal está prohibida) grabó las bolsas con platillos de El Pollo Loco que le mandó su madre.

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‘El Licenciado’ ordenó que lo mataran en la prisión, pero el intento falló, dice Ochoa. López Núñez fue arrestado en la Ciudad de México en mayo de 2017. Lo extraditaron y en enero de 2019 fue testigo estrella en el juicio de ‘El Chapo’ en Brooklyn. Su declaración contribuyó a que lo sentenciaran a cadena perpetua. Fue la misma condena que recibió ‘El Licenciado’, pero después le rebajaron el castigo y ahora su información no aparece en sistema de prisiones de EEUU. Es posible que sea un testigo protegido.

La influencia criminal de los hijos de ‘El Chapo’ tuvo un ascenso meteórico desde 2019 y ahora gobiernan la facción más poderosa del cartel y encabezan el tráfico del mortal fentanilo en México, según la DEA.

Carlos Ochoa asegura que dejó el crimen organziado tras salir de la cárcel en 2022.
Carlos Ochoa asegura que dejó el crimen organziado tras salir de la cárcel en 2022.
Imagen Cortesía Carlos Ochoa

La salida de ‘Camilo Ochoa’ del narcotráfico

Estando en prisión, Jaime Ochoa enfermó de gravedad por complicaciones cardiacas y su hijo le pidió un insólito favor al director del penal: que le permitiera salir un día para visitarlo. "Cuando voy de regreso a la cárcel es cuando yo decido dejar eso. Al ver a mi padre fue un dolor muy grande. Y aparte que mis hijas también me lo reclamaron. Muchísimas cosas. Fue lo que hizo que ya de plano dejara el narcotráfico".

Salió del penal el 23 de abril de 2022. Al mes siguiente, Ochoa narraba por primera vez su historia en el canal del youtuber conocido como ‘Gusgri’. "Yo la cuento para que, si a mí me vieran en Mazatlán, no fueran a pensar: Aquí anda 'Camilo' otra vez, a lo mejor viene a querer pelear o algo. Que supieran cuál fue la realidad, cuál fue el pleito que yo tuve, contra quién fue. Que fue contra Dámaso y nunca contra los hijos de 'El Chapo'".

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Según él, pudo salir del cartel porque comenzó distribuyendo droga por su cuenta y por haberse revelado contra una facción que ya no opera. “Cuando trabajas independientemente eres libre de hacer lo que tú quieras, siempre y cuando no pongas (delates) gente”, explica.

Hace unas semanas Ochoa reveló la parte de su vida que había mantenido oculta: que su familia había fundado El Pollo Loco. “Al sol no lo puedes tapar con un dedo. La gente empieza a rascar y la gente fue la que se empezó a dar cuenta de quién soy... Mi padre nunca me negó, yo no voy a negar quién es mi padre... Pero siempre deslindado completamente a mi familia de lo que yo he hecho, de lo que han hecho ellos. Yo no tengo la culpa de haber nacido en la familia que nací”.

Jaime Ochoa le ofrecía toda su fortuna a su hijo a cambio de que se saliera del narco, pero nunca aceptó. Ahora él se arrepiente de haberse perdido los últimos años de la vida de su padre, quien falleció poco después de su salida de la cárcel.

Ahora él comparte su vida para que otros no sigan sus pasos. “Yo lo que le digo a la gente es: (el narco) no es como lo ven en la tele, no es como lo ven en las series… No te va a dejar nada bueno… Estando en la cárcel me doy cuenta del dolor, del daño que les haces a los padres, que les haces a los hijos, que les haces a todo mundo. Entonces, no vale la pena”, asegura.

“Mi padre siempre estuvo conmigo cuando yo más lo necesité. Pero yo no pude estar con él cuando más me necesitó”.

Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
<b>En video: Departamento de Estado ofrece recompensa de $5 millones por información que permita el arresto de los hijos de 'El Chapo'</b>
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Con esa cifra, que fue establecida el 15 de diciembre de 2021 por el Departamento de Estado, ellos alcanzan el nivel de relevancia en el mundo del tráfico de drogas que una vez ocupó su padre, quien durante tres décadas fue uno de los jefes del también llamado Cartel del Pacífico.
‘Los Chapitos’, como les dicen, crecieron entre rifles, fajos de dinero ilícito y tabiques de droga. Tres de ellos nacieron en Sinaloa, la cuna del narcotráfico mexicano; y uno más en Jalisco.
Ovidio Guzmán López, el menor de la dinastía, dio sus primeros pasos en el crimen organizado a la edad de 18 años, tras el asesinato de su hermano mayor Edgar, quien fue abatido en un fuerte tiroteo en el estacionamiento de un centro comercial de Culiacán en 2008, según el Departamento de Estado.
Una versión no confirmada es que Edgar Guzmán fue confundido por los propios pistoleros del cartel. Se dice que ‘El Chapo’ compró miles de rosas, todas las que se vendían en esa ciudad, para adornar su funeral. Un altar en honor a su hijo se erigió en el sitio donde lo acribillaron.
Este hecho marcó las vidas de Ovidio Guzmán, entonces un adolescente, y su hermano mayor Joaquín, quien tenía 22 años. El gobierno estadounidense señala que en esa época ellos "heredaron gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”.
Ahora son los líderes de un grupo dentro del cartel y supervisan alrededor de 11 laboratorios en Sinaloa que producen entre tres y cinco toneladas de metanfetamina cada mes, que distribuyen en Estados Unidos con la colaboración de traficantes de ese país y Canadá.
La influencia de Ovidio Guzmán subió después de que sus pistoleros lograron rescatarlo de un operativo militar que lo detuvo brevemente en Culiacán en octubre de 2019. Quemaron vehículos, secuestraron efectivos del Ejército y se apostaron afuera de una unidad habitacional de familiares de soldados.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la liberación de Ovidio Guzman para, según dijo, “no poner en riesgo a la población, para que no se afectara civiles, porque iban a perder la vida -si no suspendíamos ese operativo- más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa”.
El menor de ‘Los Chapitos’ no aprendió la lección y aprovechó el llamado ‘Culiacanazo’ para subir de nivel en el cartel. Una fuente de Univision Noticias dijo que él y su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar estuvieron a finales de 2021 en una propiedad de Mazatlán protegidos por unos 50 pistoleros.
EEUU afirma que Ovidio Guzmán ordenó el asesinato de un “popular cantante mexicano” que no quiso ir a su boda, así como informantes del gobierno y un narcotraficante no identificado.
En esta foto inédita proporcionada por el Departamento de Justicia (DOJ) aparecen Joaquín Guzmán López, identificado allí con el apodo de ‘El Güero’; sus hermanos Edgar, sobre la frase “Tu ángel” por su muerte; Alejandrina Guzmán Salazar; la madre de ella Alejandrina Salazar; otro hijo de ‘El Chapo’ que no se alcanza a distinguir y tres niñas pequeñas.
De esa postal, que fue encontrada en febrero de 2014 por marinos mexicanos y agentes de la DEA en una casa de seguridad de ‘El Chapo’ en Culiacán, se tomó el retrato de Joaquín Guzmán López que ahora difunden las autoridades de EEUU ofreciendo una recompensa de $5 millones.
En la parte superior aparece otra fotografía difuminada de ‘El Chapo’ con sus hijos y la frase: “Para el hombre más importante de nuestras vidas en este día tan especial. Feliz día del esposo, padre y abuelo. TE AMAMOS!! Que dios te bendiga. 16 junio 2013”.
Además de ese recuerdo familiar, los militares encontraron un arsenal, incluyendo un lanzagranadas, y droga, según relató el agente antinarcóticos Víctor Vázquez en el juicio de Guzmán en una corte de Brooklyn.
Unos días después del hallazgo, ‘El Chapo’ fue capturado en un condominio de Mazatlán, aunque se escapó del penal del Altiplano, en el centro de México, un año después gracias a la ayuda de su esposa Emma Coronel Aispuro, sus hijos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar y su compadre Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’.
Alejandrina Guzmán Salazar, quien también aparece en aquella foto familiar, lanzó en el verano de 2019 una línea de ropa inspirada en su infame padre llamada ‘El Chapo 701’, por el lugar que le otorgó hace unos años la revista Forbes en la lista de las personas más ricas del mundo.
En octubre de 2012, Alejandrina Guzmán fue detenida por agentes migratorios en la garita de San Ysidro, California, porque presentó documentos migratorios falsos. Ella confesó ser la hija de ‘El Chapo’ y que su plan era reunirse con el padre de sus dos hijos en Los Ángeles y dar a luz a su tercer hijo en EEUU. Tenía siete meses de embarazo.
Esta joven le permitió a Univision Noticias publicar cuatro fotos inéditas de su padre. En dos él posa con dos niños que sostienen globos en forma de conejo durante unas vacaciones en alguna ciudad costera.
Fueron tomadas en 1989, cuando el capo recién había fundado el Cartel de Sinaloa. La pequeña con el traje de baño naranja es Alejandrina Guzmán. Su padre viste unos pantaloncillos cortos y una playera blanca.
En otra imagen, ‘El Chapo’ sonríe sin ver directamente hacia la cámara. Viste un traje oscuro y una camisa blanca desabotonada que deja ver una cadena en su pecho. “Boda”, la tituló su hija. Aparentemente son las nupcias con su madre.
En la cuarta foto, el exjefe del cartel de Sinaloa aparece sentado en una cama con tres niños. Alejandrina Guzmán posa de pie, levantando los olanes de su vestido blanco. Sus hermanos menores también aparecen en ese recuerdo. El narcotraficante lleva un pantalón gris y una camisa blanca de manga larga.
Las madres de ‘Los Chapitos’, Alejandrina Salazar y Griselda López, fueron agregadas en 2012 a la lista negra de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
La primera fue fichada junto con su hijo Jesús Alfredo en junio de ese año “por sus roles en las operaciones de la organización de narcotráfico de Guzmán Loera y el Cartel de Sinaloa”.
La segunda fue designada tres meses después por su papel en las operaciones del cartel, “incluyendo sus esfuerzos para ayudar a Guzmán Loera a evadir la justicia” y brindar “apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo”.
Son los hijos de Alejandrina, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, quienes tienen más poder en su facción del cartel. El primero lleva años en la lista de los fugitivos más buscados del FBI.
Ellos participaron en el plan que en 2015 logró liberar a su padre del penal El Altiplano, en el centro de México, construyendo un túnel que llegó hasta su celda. Desembolsaron una fortuna ilícita para sobornar oficiales y comprar un terreno adyacente a la prisión.
Después del último arresto de su padre y su extradición, 'Los Chapitos' han tenido que defender su organización delictiva a capa y espada. Primero enfrentaron una guerra interna contra 'El Licenciado' y su hijo Dámaso López Serrano, 'El Mini Lic', la cual ganaron con el respaldo de Ismael 'El Mayo' Zambada, quien era el principal socio de su padre.
En agosto de 2016, un comando del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) irrumpió en el lujoso restaurante La Leche Almacén Gourmet en la zona turística de Puerto Vallarta, en Jalisco, y secuestró a Jesús Alfredo Guzmán y a cinco asociados del cartel que lo acompañaban.
Alias 'Alfredillo' permaneció en cautiverio aproximadamente una semana y luego lo liberaron sin explicaciones. Se cree que el jefe del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, apodado 'El Mencho', cedió a las amenazas de Guzmán Loera, quien le advirtió desde su celda en El Altiplano que atacaría a las familias de los líderes de su grupo criminal.
Ahora ellos están enfrascados en un pleito contra la facción de ‘El Mayo Zambada’, algo que aún no ha minado la influencia en México y el mundo del cartel, según expertos.
En una extraña entrevista que concedió en 2018 a la revista belga Knack, Iván Archivaldo Guzmán habló sobre una supuesta traición que el gobierno de México le hizo a su padre, se deslindó de la muerte de seis militares y aseguró que no está ávido de poder.
“Mi padre había depositado su confianza en las manos del gobierno mexicano y lo entregó a los estadounidenses como un trofeo. Nunca los perdonaré por eso”, dijo al mismo medio y calificó a los políticos como “la mafia más legítima”.
'Alfredillo', a quien también apodan 'JAGS' (por las iniciales de su nombre), ha sido mencionado en una acusación federal que en 2009 se interpuso en una corte de Chicago, en el estado de Illinois. Su padre y 'El Mayo' encabezan ese caso. Los fiscales federales alegan que entre 2005 y 2014, ellos y otros seis implicados enviaron múltiples cargamentos de droga desde Sudamérica hacia EEUU.
"El hijo de Guzmán Loera actuó como un coordinador de logística, en nombre del acusado Guzmán Loera y miembros y asociados del cartel de Sinaloa, causando que múltiples kilos de cocaína, heroína y marihuana fuesen transportados a la frontera entre México y Estados Unidos, y hacia el interior de EEUU para distribuirlos", señalan documentos judiciales.
A Guzmán Salazar, quien nació en Jalisco en 1983, también lo involucran en la compra de armamento, el pago de sobornos a funcionarios corruptos y en actos violentos contra policías, rivales y miembros de su propio cartel.
Según el testimonio de un cooperante del gobierno, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán estuvieron presentes durante la tortura y el interrogatorio en 2010 de Israel Rincón Martínez, alias 'El Guacho', quien era un lugarteniente del clan de los hermanos Beltrán Leyva. La víctima habría asesinado a tiros al hijo de un aliado de 'El Chapo' creyendo que era Iván Archivaldo y los Beltrán Leyva lo entregaron para evitar que su guerra escalara aún más. El video se mostró en el juicio de Guzmán.
Otro testigo afirmó que "trabajadores" de los hermanos Guzmán Salazar secuestraron a toda su familia porque creían que se había vuelto un informante de la DEA.
Los hijos mayores de 'El Chapo' fueron entrevistados por un "productor colombiano" que escribía un libro y el guion de una película sobre la vida de su padre. Ambos tomaron control de ese proyecto, que jamás se realizó. Así lo reveló el capo Alex Cifuentes en el juicio contra Guzmán.
<i>"Ya tengo el pie en el estribo/ ya no pueden cambiar nada/ ya no puedo renunciar/ al puesto que mi padre me ha dado/ y que con mucho empeño él todo lo ha logrado",</i> dice el corrido 'Dos Jóvenes Muchachos' del Grupo 360, que habla sobre estos capos treintañeros.
De acuerdo con EEUU, los hermanos Guzmán Salazar “han aumentado su poder dentro del Cartel de Sinaloa” desde el arresto y extradición de su padre.
“Han ampliado su empresa con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán, México, y han ampliado sus operaciones de transporte utilizando transporte marítimo y aéreo, además de túneles y cruces fronterizos”, agrega la ficha informativa que ofrece recompensas por ellos.
“Para proteger su organización, sus tácticas han incluido obtener pistolas y otras armas, sobornar a funcionarios públicos corruptos, participar en actos de violencia y amenazas de violencia, secuestrar e intimidar a miembros de las fuerzas del orden, narcotraficantes rivales y miembros de sus propias organizaciones de narcotráfico”, describe el gobierno sobre ellos.
Unos días después de que el gobierno de EEUU anunciara las recompensas para capturarlos, la prensa mexicana difundió imágenes de una narcoposada en Culiacán en la que ellos regalaron ocho autos nuevos, juguetes y electrodomésticos. Pero un funcionario de Sinaloa afirmó que ese evento se realizó en diciembre de 2020 y que fue interrumpido por un operativo militar.
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Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
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