De la sierra al laboratorio: por qué las drogas sintéticas están desplazando a la cocaína, marihuana y heroína

Los decomisos en las garitas fronterizas son el termómetro del viraje en la distribución de narcóticos que están dando los carteles mexicanos. Mientras están detectando más cargamentos de fentanilo, opioides y metanfetamina, bajaron las incautaciones de drogas tradicionales, principalmente la marihuana.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
David López Jiménez, conocido con el alias de 'El Cabo 20', fue arrestado este miércoles en el estado de Nuevo León en relación con el asesinato del fotoperiodista mexicano Margarito Martínez Esquivel, ocurrido en enero pasado en la ciudad fronteriza de Tijuana. En los primeros ocho meses de este año, al menos 15 reporteros han perdido la vida en México. Puedes ver en ViX más noticias gratis.
Video Detienen a 'El Cabo 20', acusado del asesinato del fotoperiodista mexicano Margarito Martínez

Desde una visión empresarial, considerando los márgenes de ganancias y pérdidas, las drogas sintéticas resultan más rentables para los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), que llevan varios años fabricándolas a granel en cientos laboratorios clandestinos difíciles de detectar.

Para producir narcóticos de origen vegetal (marihuana, cocaína y heroína), los narcos dependen de un 'ejército' de agricultores y de los tiempos de cosecha. Además, esos sembradíos quedan expuestos a los operativos de las fuerzas de seguridad, deben hacer acuerdos con grupos criminales de otros países para transportar cargamentos a sus territorios y, por su volumen, es más complicado cruzarlos a Estados Unidos.

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En la sierra mexicana, donde crece la mayor parte de los plantíos de marihuana y amapola (de la cual se obtiene la goma de opio), y en los decomisos que se realizan en la frontera ya es notorio que las drogas tradicionales empiezan a ser desplazadas por las sintéticas: fentanilo, opioides y metanfetamina.

Un campesino en un plantío de amapola en la sierra de Guerrero.
Un campesino en un plantío de amapola en la sierra de Guerrero.
Imagen Getty Images


En los registros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el descenso en incautaciones es más notorio en la marihuana. En 2021 confiscaron 319,000 libras de la hierba, mientras en los primeros diez meses del 2022 habían detectado 120,000 libras, que es menos de la mitad.

Expertos atribuyen este cambio en particular a la despenalización de los productos de cannabis, ya sea con fines médicos o recreativos, en distintos estados del país. A ello se suma que los carteles siguen sembrando marihuana de manera clandestina en bosques y desiertos de California.

También bajaron los decomisos de cocaína y heroína este año, en comparación con el anterior.

“Se está produciendo un cambio en la oferta de drogas, especialmente en términos de drogas sintéticas que desplazan a la heroína y la cocaína, pero sus implicaciones aún no están claras”, señala un reporte sobre el narco en México que en junio publicó el Servicio de Investigaciones del Congreso de Estados Unidos.

“Las autoridades proyectan una disminución continua en la demanda de marihuana mexicana en Estados Unidos porque es probable que las drogas distintas a la marihuana dominen el tráfico transfronterizo. Esto se debe en parte a la legalización del cannabis médico y recreativo en muchos estados de Estados Unidos y Canadá, lo que reduce su valor como parte de la cartera de los carteles mexicanos”, explica el análisis.

Decomisos históricos en California

Ha sido constante desde 2017 el incremento de cargamentos de drogas sintéticas que llegan a las bodegas del gobierno en las garitas. Los narcos usan el típico método de esconderlos en camiones y autos, pero incluso los pueden traficar quienes cruzan a pie hacia Estados Unidos.

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En la última semana de agosto, oficiales aduanales en El Paso, Texas, detuvieron a varios jóvenes que sirvieron de 'mulas' para pasar bolsas hasta con media libra de fentanilo y metanfetamina en su ropa interior, atada con cinta adhesiva a su cuerpo, incluso dentro de sus cavidades.

San Diego, la frontera más activa del mundo, se ha vuelto un caso particular, pues en Tijuana (México) han echado raíces operadores de los carteles de Sinaloa y Jalisco.

Una agente aduanal busca droga en una camioneta SUV.
Una agente aduanal busca droga en una camioneta SUV.
Imagen Getty Images


Del 1 de octubre de 2021 al pasado 30 de junio, agentes aduanales en las garitas de San Ysidro y otros cruces del mismo sector, así como oficiales de la Patrulla Fronteriza, decomisaron 5,091 libras de fentanilo, que es alrededor del 60% de toda la droga de ese tipo que se detectó en los más de 300 puertos de entrada de este país.

“Hace una década ni siquiera sabíamos sobre el fentanilo y ahora es una crisis nacional”, dijo Randy Grossman, fiscal federal de San Diego, en un comunicado.

La influencia criminal en Tijuana llega hasta el área metropolitana de Los Ángeles, donde en julio decomisaron alrededor de un millón de píldoras de fentanilo que se habrían vendido hasta por 20 millones de dólares. Se trata de la mayor confiscación en su tipo en California.

170 muertes cada día

El fentanilo es un creciente dolor de cabeza. En México, una sola persona puede producir cientos de miles de dosis en una semana usando una fórmula química económica y fácil de replicar. Una casa, una bodega, un lote baldío o un sitio en el cerro cubierto por una lona se vuelven laboratorios clandestinos. Ya no hace falta sembrar miles de plantas de marihuana y de amapola para obtener un narcótico que deja grandes ganancias.

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Además, en comparación con las drogas tradicionales, la potencia del fentanilo permite a los narcotraficantes transportar cantidades más pequeñas, que son fáciles de ocultar y difíciles de detectar.

Por esa potencia, los carteles agregan fentanilo a otras sustancias para reducir costos de producción. Pero esa mezcla está elevando los casos de sobredosis fatales: bastan dos miligramos, una pequeña cantidad que se puede tomar con la punta de un lápiz, para matar a un adulto.


En un período de doce meses, de junio de 2020 a mayo de 2021, más de 100,000 estadounidenses murieron por sobredosis de droga y el 66% de esos casos estuvieron vinculados a los opioides. Eso significó 170 fallecimientos cada día, la mayoría eran personas de entre 18 y 45 años. Hay más familias de luto por esa causa que por accidentes de tránsito y la violencia con armas de fuego. En 2018, según el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, el costo de las muertes por sobredosis fue de 696,000 millones de dólares y se cree que ahora es de 1 billón de dólares ($1 trillion, en inglés).

“Los opioides sintéticos han invadido la oferta de drogas ilícitas del país y se encuentran en todo el país, impulsados por una fuerte demanda interna y el aumento del uso de múltiples sustancias. Se usan como drogas independientes, los mezclan con otras drogas… o son comprados y consumidos como tabletas”, advierte un informe publicado en febrero por RAND Corporation a solicitud del gobierno estadounidense.

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“Los cárteles y las organizaciones criminales transnacionales son las principales fuentes de opioides sintéticos y sus precursores”, agrega el análisis. “El tráfico de drogas sintéticas altamente lucrativo no solo mata a decenas de miles de estadounidenses cada año, sino que en México, donde se produce o transita la gran mayoría de estas drogas, el narcotráfico también contribuye a la corrupción, desafía la seguridad del Estado y alimenta la violencia extrema”.

El “arcoíris de fentanilo”

La novedad en ese mercado ilícito, que usa a las redes sociales como principal herramienta para vender, son píldoras de colores brillantes, es decir, ya ni siquiera tratan de imitar a los medicamentos legítimos. La Administración para el Control de Drogas (DEA) decomisó ese tipo de pastillas en 18 estados. Los distribuidores le llaman “arcoíris de fentanilo”, pero es igual de peligroso para quien las ingiere.

Al emitir una alerta nacional esta semana, la DEA catalogó el “arcoíris de fentanilo” como una nueva estrategia de los carteles para fingir que vende un “caramelo” y hacer clientes desde una edad corta. “Es un esfuerzo deliberado de los traficantes de drogas para generar adicción entre los niños y jóvenes”, señaló la administradora de dicha agencia, Anne Milgram, en un comunicado.

El aumento del consumo ilícito de fentanilo y otros opioides sintéticos, y el incremento paralelo de las muertes por sobredosis, tiene su origen en la aprobación por parte de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) del analgésico recetado OxyContin en 1995. Fue entonces que los carteles vieron una oportunidad de negocio. Se dice que la venta de opioides en píldoras ha ganado popularidad porque facilita su consumo, pues muchas personas son reacias a fumar o inyectarse droga.


“En menos de una década, los mercados de drogas ilegales de EEUU, que alguna vez estuvieron dominados por los opioides recetados y la heroína, se saturaron con opioides sintéticos fabricados ilegalmente. Algunas de estas variantes sintéticas son más baratas y fáciles de producir que la heroína, lo que las convierte en alternativas atractivas para los delincuentes”, dice el reporte hecho por RAND.

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En México, donde elaboran la mayoría de los opioides consumidos en este país, incluso han encontrado la manera de sustituir los precursores químicos provenientes de China. En 2019, ese país asiático puso bajo régimen regulatorio todas las sustancias relacionadas con el fentanilo. Pero esa medida no afectó a los traficantes, pues sus químicos desarrollaron su propia fórmula y siguen recibiendo precursores en los puertos del Pacífico, que controlan a punta de balazos y sobornos.

Mucho más rentable que la heroína

Según RAND Corporation, estos son los principales retos que enfrentan los gobiernos de México y Estados Unidos:


  • La fabricación ilegal de drogas se ha vuelto más fácil de ocultar, al pasar del campo al laboratorio. La producción de opioides no comienza con la cosecha de amapolas. Los materiales necesarios para fabricarlos se pueden comprar en plataformas en línea o directamente de productores químicos autorizados en el extranjero. Pocas personas los producen en pequeños laboratorios que son más difíciles de detectar, en comparación con un campo de amapolas. “La cadena de suministro se simplifica, lo que facilita que los traficantes mexicanos mantengan el control y las ganancias”, dice RAND.
  • Graves problemas geopolíticos impiden significativamente las acciones para interrumpir el suministro. La gran mayoría del fentanilo fabricado ilegalmente ingresa a EEUU desde México, donde dominan los carteles de Sinaloa y Jalisco. “Su destreza financiera y el uso extensivo de armas, sobornos, amenazas y asesinatos de políticos y personas —muy pocos de los cuales se resuelven— obstaculizan significativamente la capacidad del Estado para controlarlos”, señala el reporte. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador debe “hacer más en los próximos meses y años para abordar de manera más directa la amenaza que representan los cárteles”, recomienda.
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  • Los opioides sintéticos son muy potentes, fáciles de fabricar y se pueden transportar pequeñas cantidades para obtener grandes ganancias. Una mayor potencia permite a los cárteles reducir el volumen y aumentar las ganancias. Solo se necesitan de 3 a 5 toneladas de fentanilo puro para satisfacer todo el consumo anual de opioides en EEUU, una fracción de las 47 toneladas de heroína y 145 toneladas de cocaína que se consumieron allí en 2016.
  • Las redes sociales y las plataformas encriptadas dificultan la interrupción de la venta de opioides. Muchos proveedores usan estas herramientas digitales para conectarse con compradores, incluidos operadores de carteles mexicanos, y luego continúan sus conversaciones en sistemas encriptados para quedar fuera del radar de las fuerzas del orden.
  • La enorme demanda en EEUU sigue impulsando la oferta de drogas sintéticas. La llegada de opioides en forma de píldoras “aprovecha la familiaridad de los estadounidenses con el consumo de pastillas y elimina el estigma social de inyectarse, inhalar y fumar”, según el reporte. Lo más preocupante es que la mayoría de los consumidores no buscaban fentanilo inicialmente, advierte.
  • Los opioides sintéticos ofrecen en general ventajas económicas y tácticas que permiten a los narcos “superar con creces los esfuerzos de la policía”. Estas ventajas de producción y distribución reducen los costos y riesgos operativos. El fentanilo es mucho más barato de suministrar y “es mucho más rentable para los carteles que la heroína”, concluye.
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Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
<b>En video: Departamento de Estado ofrece recompensa de $5 millones por información que permita el arresto de los hijos de 'El Chapo'</b>
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Con esa cifra, que fue establecida el 15 de diciembre de 2021 por el Departamento de Estado, ellos alcanzan el nivel de relevancia en el mundo del tráfico de drogas que una vez ocupó su padre, quien durante tres décadas fue uno de los jefes del también llamado Cartel del Pacífico.
‘Los Chapitos’, como les dicen, crecieron entre rifles, fajos de dinero ilícito y tabiques de droga. Tres de ellos nacieron en Sinaloa, la cuna del narcotráfico mexicano; y uno más en Jalisco.
Ovidio Guzmán López, el menor de la dinastía, dio sus primeros pasos en el crimen organizado a la edad de 18 años, tras el asesinato de su hermano mayor Edgar, quien fue abatido en un fuerte tiroteo en el estacionamiento de un centro comercial de Culiacán en 2008, según el Departamento de Estado.
Una versión no confirmada es que Edgar Guzmán fue confundido por los propios pistoleros del cartel. Se dice que ‘El Chapo’ compró miles de rosas, todas las que se vendían en esa ciudad, para adornar su funeral. Un altar en honor a su hijo se erigió en el sitio donde lo acribillaron.
Este hecho marcó las vidas de Ovidio Guzmán, entonces un adolescente, y su hermano mayor Joaquín, quien tenía 22 años. El gobierno estadounidense señala que en esa época ellos "heredaron gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”.
Ahora son los líderes de un grupo dentro del cartel y supervisan alrededor de 11 laboratorios en Sinaloa que producen entre tres y cinco toneladas de metanfetamina cada mes, que distribuyen en Estados Unidos con la colaboración de traficantes de ese país y Canadá.
La influencia de Ovidio Guzmán subió después de que sus pistoleros lograron rescatarlo de un operativo militar que lo detuvo brevemente en Culiacán en octubre de 2019. Quemaron vehículos, secuestraron efectivos del Ejército y se apostaron afuera de una unidad habitacional de familiares de soldados.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la liberación de Ovidio Guzman para, según dijo, “no poner en riesgo a la población, para que no se afectara civiles, porque iban a perder la vida -si no suspendíamos ese operativo- más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa”.
El menor de ‘Los Chapitos’ no aprendió la lección y aprovechó el llamado ‘Culiacanazo’ para subir de nivel en el cartel. Una fuente de Univision Noticias dijo que él y su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar estuvieron a finales de 2021 en una propiedad de Mazatlán protegidos por unos 50 pistoleros.
EEUU afirma que Ovidio Guzmán ordenó el asesinato de un “popular cantante mexicano” que no quiso ir a su boda, así como informantes del gobierno y un narcotraficante no identificado.
En esta foto inédita proporcionada por el Departamento de Justicia (DOJ) aparecen Joaquín Guzmán López, identificado allí con el apodo de ‘El Güero’; sus hermanos Edgar, sobre la frase “Tu ángel” por su muerte; Alejandrina Guzmán Salazar; la madre de ella Alejandrina Salazar; otro hijo de ‘El Chapo’ que no se alcanza a distinguir y tres niñas pequeñas.
De esa postal, que fue encontrada en febrero de 2014 por marinos mexicanos y agentes de la DEA en una casa de seguridad de ‘El Chapo’ en Culiacán, se tomó el retrato de Joaquín Guzmán López que ahora difunden las autoridades de EEUU ofreciendo una recompensa de $5 millones.
En la parte superior aparece otra fotografía difuminada de ‘El Chapo’ con sus hijos y la frase: “Para el hombre más importante de nuestras vidas en este día tan especial. Feliz día del esposo, padre y abuelo. TE AMAMOS!! Que dios te bendiga. 16 junio 2013”.
Además de ese recuerdo familiar, los militares encontraron un arsenal, incluyendo un lanzagranadas, y droga, según relató el agente antinarcóticos Víctor Vázquez en el juicio de Guzmán en una corte de Brooklyn.
Unos días después del hallazgo, ‘El Chapo’ fue capturado en un condominio de Mazatlán, aunque se escapó del penal del Altiplano, en el centro de México, un año después gracias a la ayuda de su esposa Emma Coronel Aispuro, sus hijos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar y su compadre Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’.
Alejandrina Guzmán Salazar, quien también aparece en aquella foto familiar, lanzó en el verano de 2019 una línea de ropa inspirada en su infame padre llamada ‘El Chapo 701’, por el lugar que le otorgó hace unos años la revista Forbes en la lista de las personas más ricas del mundo.
En octubre de 2012, Alejandrina Guzmán fue detenida por agentes migratorios en la garita de San Ysidro, California, porque presentó documentos migratorios falsos. Ella confesó ser la hija de ‘El Chapo’ y que su plan era reunirse con el padre de sus dos hijos en Los Ángeles y dar a luz a su tercer hijo en EEUU. Tenía siete meses de embarazo.
Esta joven le permitió a Univision Noticias publicar cuatro fotos inéditas de su padre. En dos él posa con dos niños que sostienen globos en forma de conejo durante unas vacaciones en alguna ciudad costera.
Fueron tomadas en 1989, cuando el capo recién había fundado el Cartel de Sinaloa. La pequeña con el traje de baño naranja es Alejandrina Guzmán. Su padre viste unos pantaloncillos cortos y una playera blanca.
En otra imagen, ‘El Chapo’ sonríe sin ver directamente hacia la cámara. Viste un traje oscuro y una camisa blanca desabotonada que deja ver una cadena en su pecho. “Boda”, la tituló su hija. Aparentemente son las nupcias con su madre.
En la cuarta foto, el exjefe del cartel de Sinaloa aparece sentado en una cama con tres niños. Alejandrina Guzmán posa de pie, levantando los olanes de su vestido blanco. Sus hermanos menores también aparecen en ese recuerdo. El narcotraficante lleva un pantalón gris y una camisa blanca de manga larga.
Las madres de ‘Los Chapitos’, Alejandrina Salazar y Griselda López, fueron agregadas en 2012 a la lista negra de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
La primera fue fichada junto con su hijo Jesús Alfredo en junio de ese año “por sus roles en las operaciones de la organización de narcotráfico de Guzmán Loera y el Cartel de Sinaloa”.
La segunda fue designada tres meses después por su papel en las operaciones del cartel, “incluyendo sus esfuerzos para ayudar a Guzmán Loera a evadir la justicia” y brindar “apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo”.
Son los hijos de Alejandrina, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, quienes tienen más poder en su facción del cartel. El primero lleva años en la lista de los fugitivos más buscados del FBI.
Ellos participaron en el plan que en 2015 logró liberar a su padre del penal El Altiplano, en el centro de México, construyendo un túnel que llegó hasta su celda. Desembolsaron una fortuna ilícita para sobornar oficiales y comprar un terreno adyacente a la prisión.
Después del último arresto de su padre y su extradición, 'Los Chapitos' han tenido que defender su organización delictiva a capa y espada. Primero enfrentaron una guerra interna contra 'El Licenciado' y su hijo Dámaso López Serrano, 'El Mini Lic', la cual ganaron con el respaldo de Ismael 'El Mayo' Zambada, quien era el principal socio de su padre.
En agosto de 2016, un comando del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) irrumpió en el lujoso restaurante La Leche Almacén Gourmet en la zona turística de Puerto Vallarta, en Jalisco, y secuestró a Jesús Alfredo Guzmán y a cinco asociados del cartel que lo acompañaban.
Alias 'Alfredillo' permaneció en cautiverio aproximadamente una semana y luego lo liberaron sin explicaciones. Se cree que el jefe del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, apodado 'El Mencho', cedió a las amenazas de Guzmán Loera, quien le advirtió desde su celda en El Altiplano que atacaría a las familias de los líderes de su grupo criminal.
Ahora ellos están enfrascados en un pleito contra la facción de ‘El Mayo Zambada’, algo que aún no ha minado la influencia en México y el mundo del cartel, según expertos.
En una extraña entrevista que concedió en 2018 a la revista belga Knack, Iván Archivaldo Guzmán habló sobre una supuesta traición que el gobierno de México le hizo a su padre, se deslindó de la muerte de seis militares y aseguró que no está ávido de poder.
“Mi padre había depositado su confianza en las manos del gobierno mexicano y lo entregó a los estadounidenses como un trofeo. Nunca los perdonaré por eso”, dijo al mismo medio y calificó a los políticos como “la mafia más legítima”.
'Alfredillo', a quien también apodan 'JAGS' (por las iniciales de su nombre), ha sido mencionado en una acusación federal que en 2009 se interpuso en una corte de Chicago, en el estado de Illinois. Su padre y 'El Mayo' encabezan ese caso. Los fiscales federales alegan que entre 2005 y 2014, ellos y otros seis implicados enviaron múltiples cargamentos de droga desde Sudamérica hacia EEUU.
"El hijo de Guzmán Loera actuó como un coordinador de logística, en nombre del acusado Guzmán Loera y miembros y asociados del cartel de Sinaloa, causando que múltiples kilos de cocaína, heroína y marihuana fuesen transportados a la frontera entre México y Estados Unidos, y hacia el interior de EEUU para distribuirlos", señalan documentos judiciales.
A Guzmán Salazar, quien nació en Jalisco en 1983, también lo involucran en la compra de armamento, el pago de sobornos a funcionarios corruptos y en actos violentos contra policías, rivales y miembros de su propio cartel.
Según el testimonio de un cooperante del gobierno, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán estuvieron presentes durante la tortura y el interrogatorio en 2010 de Israel Rincón Martínez, alias 'El Guacho', quien era un lugarteniente del clan de los hermanos Beltrán Leyva. La víctima habría asesinado a tiros al hijo de un aliado de 'El Chapo' creyendo que era Iván Archivaldo y los Beltrán Leyva lo entregaron para evitar que su guerra escalara aún más. El video se mostró en el juicio de Guzmán.
Otro testigo afirmó que "trabajadores" de los hermanos Guzmán Salazar secuestraron a toda su familia porque creían que se había vuelto un informante de la DEA.
Los hijos mayores de 'El Chapo' fueron entrevistados por un "productor colombiano" que escribía un libro y el guion de una película sobre la vida de su padre. Ambos tomaron control de ese proyecto, que jamás se realizó. Así lo reveló el capo Alex Cifuentes en el juicio contra Guzmán.
<i>"Ya tengo el pie en el estribo/ ya no pueden cambiar nada/ ya no puedo renunciar/ al puesto que mi padre me ha dado/ y que con mucho empeño él todo lo ha logrado",</i> dice el corrido 'Dos Jóvenes Muchachos' del Grupo 360, que habla sobre estos capos treintañeros.
De acuerdo con EEUU, los hermanos Guzmán Salazar “han aumentado su poder dentro del Cartel de Sinaloa” desde el arresto y extradición de su padre.
“Han ampliado su empresa con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán, México, y han ampliado sus operaciones de transporte utilizando transporte marítimo y aéreo, además de túneles y cruces fronterizos”, agrega la ficha informativa que ofrece recompensas por ellos.
“Para proteger su organización, sus tácticas han incluido obtener pistolas y otras armas, sobornar a funcionarios públicos corruptos, participar en actos de violencia y amenazas de violencia, secuestrar e intimidar a miembros de las fuerzas del orden, narcotraficantes rivales y miembros de sus propias organizaciones de narcotráfico”, describe el gobierno sobre ellos.
Unos días después de que el gobierno de EEUU anunciara las recompensas para capturarlos, la prensa mexicana difundió imágenes de una narcoposada en Culiacán en la que ellos regalaron ocho autos nuevos, juguetes y electrodomésticos. Pero un funcionario de Sinaloa afirmó que ese evento se realizó en diciembre de 2020 y que fue interrumpido por un operativo militar.
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Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
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